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Sexo: El Soborno De Satanás

Como Rechazar El Soborno
¿Sabes cuál es una de las armas más potentes que el diablo usa en contra de los cristianos? Es la poderosa arma del sexo, nosotros vivimos en un tiempo cuando el romanticismo y la caballerosidad es asunto muerto. Son raros los casos en que se encuentra a una pareja feliz que está viviendo en armonía criando a sus hijos en el camino de Dios, hoy vivimos un tiempo cuando las mujeres viven con mujeres y hombres con hombres, los hijos de hoy odian al sexo opuesto y sienten que están en una competencia constante, hace algunos años atrás era un chiste pero hoy sí que existe la batalla de los sexos, claro está que los cristianos no están exentos de lo que sucede, en las iglesias yo he visto a muchachos pasar al altar fingir recibir a Cristo, bautizarse y unirse a la congregación con el fin de arruinar a otros que estaban sirviendo al Señor, engañándoles y fingiendo un deseo de caminar con Dios solo para que el cristiano se casara con ello, después de casados estas personas han abandonado el hogar pues, ya obtuvieron lo que deseaban, en más de una ocasión he visto acontecer este asunto, señoritas que eran fieles al Señor, estaban sirviendo en escuelas dominical, cuidando sus vidas, se han conocido con jóvenes quienes querían entrar en un noviazgo con ellas, las señoritas les han indicado que no pueden unirse en yugo desigual así que no podían entrar a dicha relación, las señoritas fueron firmes en sus decisiones. Entonces, impulsados por el astuto Satanás, han pasado haciendo todo lo que les era necesario hacer para que estas señoritas pudieran ser sus novias, en una ocasión hasta conocí de un muchacho que se hizo predicador del evangelio para convencer a la señorita de su sinceridad de vivir una vida cristiana, lamentablemente las señoritas se han enamorado de ellos, se han casado y muchas de ellas están criando a solas sus hijos en el camino del Señor. Nuevamente Satanás ha tenido éxito, usó el sexo para atrasar al cristiano y así obstaculizar el adelanto de la obra de Dios. ¿Y qué de los famosos evangelistas que han caído por culpa de los ataques sexuales que Satanás ha enviado a sus vidas? Ya estoy cansado de oír de eso, el asunto es que los cristianos no están fuera del alcance de las tentaciones, espiritualmente sí pero carnalmente no y por eso es que 1 Corintios 10:12 nos dice: “Así que, el que piense estar firme, mire que no caiga”. Son muchos los cristianos que han pensado que estaban fuera del alcance de Satanás solo para verse sentados en el fangal otra vez, por esa razón es que siempre debemos andar con cuidado, asegurándonos de nuestra relación con Dios y nunca sentirnos capaces de defendernos a solas. Sin mi Señor, somos presas fáciles para Satanás y aunque no puede tocar nuestra alma pues, ya le pertenece al Señor, sí puede arruinar nuestro testimonio de tal forma que no podemos ser útil a Dios, por eso es que Jesús nos amonesta en Mateo 26:41 diciendo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto pero la carne es débil”. ¿Qué puede hacer el cristiano para luchar en contra de este mal? Todos los días nuestros jóvenes son bombardeados con pornografías, palabras y música que apela a sus sentimientos sexuales, nunca en mi vida habría yo soñado ver tanta inmoralidad como se ve en nuestro mundo. ¿Qué podemos hacer? Bueno, permítame darle tres sugerencias pero conste que no va a ser fácil, recuerda las palabras de Jesús: “el espíritu está dispuesto pero la carne es débil”, la primera cosa que uno tiene que hacer es reconocer lo que está pasando, lo que sucede es que es un ataque de Satanás para rendirnos inofensivos, si él puede destruir tu testimonio por medio de hacerte caer en fornicación o adulterio lo hará y tú tienes que darte cuenta de lo que él está tratando de hacer, en esta serie ya hablamos del caso del Rey David; el hombre era una máquina de guerra para el Señor, ¿quién detuvo al famoso Rey? ¿Fue un soldado valiente? ¿Fue un ejército lo que le derrumbó? Ni siquiera un gigante lo pudo hacer, ¿qué fue lo que trajo al fracaso entonces? ¿Qué fue lo que trajo? Ese pecado a la vida del Rey David, ¿quieres saber de veras qué fue? Fue el sexo. Sí, me oíste bien, dije que fue el sexo. Estando en el terrado de su casa real vio a una mujer que se bañaba y eso fue el principio de su decaimiento, no tiene nada malo que estuviera viendo nada más, ¿verdad? Esa es la respuesta que todos me dan, pero tal respuesta no es cierta. En vez de olvidarse del asunto, David jugó con la tentación y envió por la mujer y se acostó con ella y después de eso solo vamos a oír de un desastre tras otro en su familia, no solo dañó su vida sino que destruyó la vida de muchos por su error, si solo había reconocido que era un ataque que Satanás estaba lanzando en su contra, tantas veces había entrado David a combate para salir victorioso con la ayuda de Jehová pero Satanás con gran astucia le venció por otro lado, David fue tomado por sorpresa y no reconoció que todo era trampa del enemigo. Y no nos olvidemos de Adán y Eva, aceptaron la palabra de Satanás sobre la Palabra de Dios y por dicha “obediencia” toda la humanidad está pagando la consecuencia. El primer paso para luchar en contra del ataque es reconocer que eso es precisamente lo que está sucediendo. Satanás nos está atacando para rendirnos inútiles con la batalla contra él y si le somos obedientes vamos a caer. La segunda cosa es evitar lugares peligrosos, con esto quiero decir es que debemos evitar ir o acercarnos a lugares donde sabemos que será fácil para nosotros caer cautivos a la tentación. Yo he visto a muchos cristianos jugar con la tentación y eso no es saludable ni tampoco es inteligente, la Biblia nos enseña que Satanás anda como león rugiente buscando a quién devorar, el único tiempo en que podemos vencerle es cuando estamos bien en nuestra relación con Dios, la Biblia nos dice que debemos huir de pasiones juveniles, también nos dice que debemos someternos a Dios, resistir al diablo y que él, el diablo, huirá de nosotros pero conste que primero tenemos estar sometidos a Dios, en vista de que Dios nos dice que huyamos de pasiones juveniles si nosotros las vamos buscando entonces podemos analizar con bastante claridad que no estamos dentro de su voluntad y es en ese momento cuando Satanás nos va a voltear. El borracho no debe ir a la cantina para ver si ha podido vencer a la tentación, debe evitar ese lugar, es un lugar peligroso para él y debiera evitarlo. El joven que está teniendo problemas con el sexo no debe buscar estar a solas con una persona del sexo opuesto, no sea que Satanás le haga caer, aún si la otra persona es cristiana. La tercera cosa es vivir de acuerdo al Espíritu, existen veces en la vida del creyente cuando su carne gritará pidiendo satisfacer sus deseos. Es en ese momento que el cristiano debe pedir la ayuda del Espíritu, someterse a su liderazgo en obediencia y si es necesario detener a la fuerza su carne de ir en contra de la voluntad de Dios. Como lo dice Romanos 6:12, él no debe permitir que los miembros de su cuerpo sean usados como instrumentos de iniquidad sino como instrumentos de justicia. Al principio le será difícil, pero con el tiempo y la ayuda de Dios le será más fácil. Todo está en que no nos olvidemos de que estamos en una batalla espiritual y que el sexo es algo con que Satanás ha estado sobornando a los hijos de Dios desde hace mucho tiempo atrás, no caigamos en su juego. Vamos a orar. Padre, pedimos que nos ayudes a recordar estos tres pasos para poder vencer a Satanás cuando nos trae la tentación del sexo, es cierto Señor que nuestra carne es débil, pero sabemos que Tú nos has prometido que no nos sobrevendrá ninguna tentación que no podemos soportar, confiamos en tu Palabra y esperamos que nos darás la victoria sobre los ataques que el diablo lanza sobre nosotros, en el nombre de Jesús oramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 18, 2022
Sexo: El Soborno De Satanás

Humillación Desagradable
En nuestros estudios pasados hemos hablado del sexo y del hecho que es una de las armas más potentes que Satanás tiene a su disposición, creo que una de las frases más pronunciadas a favor del sexo es: “si se siente tan bien, ¿cómo podría ser malo?”, la única respuesta que te podría dar yo es que es malo porque Dios dice que es malo, siempre y cuando es llevado fuera de los límites establecidos por Él, el sexo dentro del matrimonio no tiene nada de malo, fuera del hecho matrimonial es pecado, Dios lo dice y Él es quien manda, seguro está que Satanás no se va a detener con estas palabras que yo acabo de pronunciar, él hará lo mismo que hizo con Él en el jardín del Edén, cuando Eva le dijo que Dios le había dicho que morirían si comían del árbol que Dios le había prohibido Satanás tuvo una respuesta rápida, él dijo: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. Y cuando personas como yo vengo y te digo que el sexo fuera del matrimonio es pecado porque Dios lo dice Satanás ya está preparado con su mentira para refutar cualquier argumento que yo pudiera presentarte, él está diciendo: “ese que te habla es anormal, si Dios prohíbe el sexo fuera del matrimonio, ¿por qué hay tres mujeres por cada hombre que existen en el mundo? No le hagas caso”, pero, mi amigo, eso no cambia la verdad y la verdad es que Dios hizo a una sola mujer para Adán y al haberla hecho en Génesis 2:24 hizo grabar estas palabras para que todos los hombres de todas las edades pudieran leerlas y entender su propósito para el matrimonio: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Por si existiera algún malentendido en cuanto al propósito de Dios en el matrimonio de tener una sola mujer, Jesús nos habla en Lucas 16:18 diciendo: “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera”, no hay peros en cuanto a esto, Dios es explícito en este asunto, hay un lugar donde el sexo es honrado y es únicamente dentro del matrimonio, un hombre se casa con una mujer y delante de Dios son una sola carne, ya no son más dos sino una, Jesús dice en Marcos 10:7-12: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que ya no son más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”. Alguno dirá: “Hermano Ricardo, usted es anormal porque no le gusta el sexo”, eso no es cierto, yo soy un hombre tal como todos los demás, si existe una lucha en mi vida por mantenerme puro delante de los ojos de Dios es en el área del sexo donde soy más tentado, sin embargo yo no soy exento a las reglas de Dios, yo tengo que vivir de acuerdo a sus reglas al igual que todas las demás personas, si no yo también sufriré las mismas consecuencias que sufrirá cualquiera persona que hace a un lado la voluntad de Dios, nuevamente creo que están algunos agnósticos listos para señalarle el dedo a Dios y acusarle de querernos privar de todo placer, escúchame y escúchame bien, fue Dios quien creó el sexo para el hombre, fue Él quien hizo al hombre con su forma y a la mujer con su forma, Dios hizo a ambos con la forma que tienen para traer placer al hombre, tener sexo con la persona que Dios tiene preparado para uno es una de las cosas más bellas y Dios quiso que fuera así, pero salirse de los límites establecidos por Dios únicamente trae dolor, destrucción y ruina, y por eso es que Dios estableció reglas, por eso es que puso límites. Existen muchas cosas que son buenas cuando son practicadas dentro de los linderos establecidos, piénsalo, las drogas no son malas cuando son usadas para salvar vidas o para curar enfermedades, pero el abuso de las drogas trae sufrimiento, dolor, destrucción y muerte. Estuve viendo el otro día un anuncio en contra de drogas donde un joven decía: “Necesito de las drogas para poder trabajar más horas, para ganar más dinero, para comprar más drogas, para trabajar más horas, para ganar más dinero, para comprar más drogas”, el joven estaba dando vueltas en un ciclo vicioso que estaba acabando con su vida y lo mismo sucede con el sexo, es bueno pero hay quienes abusan del sexo para ganancia propia sin darse cuenta que lo único que están haciendo es destruir sus propias vidas, siempre me ha encantado la historia bíblica de Jehú y Jezabel, Jezabel era una mujer que era malévola, quien había abusado de sus poderes femeniles para lograr lo que deseaba durante toda su vida, era una mujer astuta quien abusaba momento a momento de talentos que hubiera podido usar para honra de Dios pero quien prefirió usarlo para ganancia propia, un día Dios se cansó y dijo: “Hasta aquí no más”. El marido de Jezabel había muerto en batalla y un joven israelita llamado Jehú estaba en mando, Jezabel sabía que su reino estaba en peligro y pensó usar sus poderes femeniles en contra del pobre Jehú, permítame leer el relato en 2 Reyes 9:30-37, dice así: “Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana. Y cuando entraba Jehú por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zimri, que mató a su señor? Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: “¿Quién está conmigo? ¿quién? Y se inclinaron hacia él dos o tres eunucos. Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló. Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Pero cuando fueron a sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel”. ¿Qué te parece? Jezabel abusó de algo bueno pero tuvo que pagar finalmente las consecuencias y tal es el veredicto proclamado a todas las personas que abusan del sexo, cuando el hombre abusa del sexo es degradado al nivel de un animal, las personas para él dejan de ser humanos y se convierten en juguetes para satisfacer sus propios deseos carnales, para la mayoría de los hombres hoy día la mujer no es más con algo que puede realizar sus fantasías, dije “algo” porque la mujer ya no es considerada como una persona sino como una cosa, una máquina de placer, las mujeres embarazadas se convierten en juguetes descompuestos, que pueden ser arreglados por medio de la aborción y lo triste es que las mujeres no ayudan pues, no se dan a respetar. Ya no vivimos en un mundo cuerdo, vivimos en un mundo pervertido bajo la supervisión de Satanás, ya no vivimos como humanos, sino que hemos sido humillados al nivel de los animales, ¿qué podemos hacer? Regresar a los límites establecidos por Dios, estudiar la Palabra y ver lo que Dios espera de nosotros en el noviazgo y en el matrimonio, porque solo así es que podremos arreglar esta situación. Vamos a orar. Padre, quiero darte gracias por el sexo y por haberlo creado para nosotros, pero Señor, muchos abusan de esta bendición, por escuchar a Satanás lo han pervertido hasta el punto de que vivimos como animales, pido que nos perdones y que nos ayudes a entender el daño que nosotros mismos nos estamos causando, ayúdanos a realizar que no debemos permitir que Satanás nos soborne con el sexo privándonos de tus bendiciones, ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 17, 2022
Sexo: El Soborno De Satanás

La Miel Es Pegajosa
Sin duda una de las armas más potentes que Satanás tiene a su disposición es el arma del sexo, hoy quiero que continuemos nuestro estudio acerca del sexo y cómo Satanás ha tomado como siempre algo bello para convertirlo en algo perverso y dañino. Ya he explicado que no hay maldad en el sexo siempre y cuando es realizado dentro de los límites establecidos por Dios, claro está que ese límite es el matrimonio y tener cualquier tipo de actividad sexual fuera del matrimonio es pecado y por lo consiguiente mal visto por Dios. En nuestros últimos dos estudios hemos visto cómo Satanás ha tomado el sexo convirtiéndolo en un arma potente para la destrucción del hombre, en nuestro primer estudio vimos la diferencia entre sexo y amor, observamos que el hombre usa muy libremente la palabra “amor” y con el mal uso de la palabra el diablo ha podido entremeterse en algunos lugares donde realmente no debería ser permitido entrar. También vimos cómo el sexo ha sido usado por Satanás para la destrucción de hogares, hablamos de cómo el hombre por obtener unos cuantos segundos de placer sexual ha sido llevado hasta el punto de abusar de sus propios hijos, violar a mujeres inocentes e indefensas y hasta el asesinar a criaturas totalmente incapaces de poderse proteger. Quizás una de las cosas que más me molesta a mí concerniente a todo esto es el deseo de echar leña al fuego sin desear que arda, con esto quiero decir que existen personas que viven pensando constantemente en el sexo, leyendo libros y viendo revistas que no debieran ver, asistiendo a películas que presentan toda clase de suciedad y pensando todo el tiempo que no les va a afectar, me imagino que ya has oído del refrán: “el que anda entre la miel, algo se le pega” y seguro está que en dicho refrán hay mucha verdad. Al inicio de mi Ministerio como pastor de una iglesia pequeña vivimos en un lugar donde estaba por destallar una guerra, hubieron ataques de las guerrillas en nuestro pueblo y varias veces pasamos por momentos muy intensos. Al principio al oír disparos los habitantes de nuestro pueblito se lanzaban bajo sus camas, la gente que estaba en la calle huía en sentido contrario de donde oía la balacera en busca de seguridad, pero al pasar el tiempo la gente se acostumbró, llegó el momento que en vez de lanzarse al suelo la gente salía a la calle para ver quién había muerto o qué era lo que estaba sucediendo. Ya las personas se habían acostumbrado a la situación y era algo común y corriente, habían sentido temor por tanto tiempo que llegaron a cultivar cayos en sus sentimientos de tal manera que no les afectaba, lo mismo sucede entre cristianos hoy día, al inicio de nuestro caminar con Dios al oír palabras sucias nos ofendíamos pero al pasar del tiempo llegamos a acostumbrarnos de tal modo ya no nos afecta en lo más mínimo, hasta existen algunos hermanos que están tan acostumbrados a oír tales palabras que ellos mismos lo han adaptado a su propio vocabulario, lo que ha pasado es que han caminado entre la miel y se les pegó. 2 Corintios 6:14-17 nos habla de ser separados, dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”. Aunque vivamos en el mundo nuestro deber es contagiar a los incrédulos por medio de vivir vidas ejemplares delante de ellos, no por medio de unirnos a ellos en pecado. Jesús dice en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Satanás no nos atacará de una sola vez, ese no es su estilo, lo que hace él es trabajar con el cristiano de una forma muy lenta, pero a la vez efectiva. Vemos la televisión y sale un escenario donde una pareja desnuda y la apagamos y Satanás supo que esa sería nuestra reacción, entonces, ¿qué es lo que hace él? Puso en operación un plan efectivo de llevarnos lentamente hasta el punto en que toleraríamos tal acción. Hace diez años atrás no hubiéramos tolerado tal cosa en nuestros televisores, pero poco a poco Satanás con gran astucia nos ha venido tirando la carnada, poco a poco y nosotros le hemos venido tomando poco a poco diciendo: “Eso no es tan mal” y en vez de oponernos nos quedamos callados y ¡pum!, aquí estamos, viviendo en un tiempo cuando toda clase de basura sale en las pantallas de nuestros televisores y nosotros nos encontramos viéndolo y esto no debe ser así. Al hablar de este tema me viene a la mente la historia de Lot, ¿Qué estaba haciendo Lot en la ciudad de Sodoma? Si hubiera estado evangelizando, llevando a término la voluntad de Dios en su vida pues hubiera estado bien pero me imagino que estaba ahí por ganancia económica, Lot siempre buscó lo mejor para él cuando se trataba de lo material, el asunto es que por vivir entre personas depravadas y perversas algo sucedió en él, al visitar ciertos varones de Dios los hombres perversos de Sodoma quisieron que Lot se los entregara para ellos abusar de ellos sexualmente, estuvo bien que Lot no se los entregara pero, ¿sabes a cambio de qué? Escuchas sus propias palabras en Génesis 19:7-8: “Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado”. Ahora, dime tú que algo no le había pasado a Lot por estar constantemente viendo la perversidad de otros, ¿qué padre haría semejante cosa? Te digo que me hubieran tenido que matar antes de yo conceder tal asunto, pero hay otras personas hoy día que tienen esta misma mentalidad simplemente porque se han alimentado de pornografía y otras cosas que nunca hubieran tolerado en sus vidas. Después encontramos que Lot, su esposa y sus hijas comienzan a salir de Sodoma antes que es destruida por Dios, sin embargo, por no obedecer a Dios la esposa se convirtió en una estatua de sal y las dos hijas viendo que su padre no tenía hijo varón quien llevara el nombre de ellos le emborracharon y se acostaron con él y ambas quedaron embarazadas. Todo lo que quiero decir es que uno no puede vivir envenenando su mente con suciedad y no ser afectado por ellos, no puede uno jugar con fuego sin quemarse, las personas que juegan con drogas pronto lamentarán haberlo hecho, no importa que me digan que no están adictos y que ellos controlan su hábito, uno no puede jugar con drogas y salir sin ser afectado, aquellos quienes ven pornografía pronto no se contentarán con solo verlo querrán hacer lo que han visto y cuando no encuentren a nadie quien quiera complacerles tendrán que llevar a efectos sus fantasías a la fuerza, no es coincidencia que todos los que han violado a mujeres indefensas han tenido que ver por la pornografía anteriormente, Satanás sabe bien lo que hace, lamentablemente el hombre siempre cae en sus trampas para derrumbar, no te olvides que el que anda entre la miel algo se le pega, son palabras muy ciertas. No juegues con la pornografía. No hagas cosas que pueden llevarte al fracaso, porque tarde o temprano lo lamentarás. Vamos a orar. Padre, ayúdanos a comprender que no podemos jugar con el pecado sin ser afectado, ayúdanos a huir de aquellas cosas que nos harán daño y que destruirán nuestra relación con otros y contigo, ayúdanos a buscar hacer cosas que realmente edificarán nuestras vidas y que serán de bendición a quienes nos rodean, danos victoria sobre Satanás, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 16, 2022
Sexo: El Soborno De Satanás

El Sexo Destruye Hogares
Satanás ha sobornado al hombre por medio de usar sus propios apetitos carnales en su contra, ¿cuál es su fin? Destruir la creación de Dios simplemente porque Dios no quiso entregarle su trono. Llegó un momento en la historia cuando Satanás quiso llevar un trono en los cielos y ser igual a Dios, al Todopoderoso no le pareció la idea de Satanás, entonces este lanzó una campaña angelical en la cual convenció a una tercera parte de los ángeles en aceptar su liderazgo, Dios los expulsó del cielo. Satanás y su banda de ángeles rebeldes vinieron a la tierra buscando venganza por haber sido expulsado de su morada celestial, como no pueden tocar al Altísimo han dirigido su ataque en contra de su creación, el hombre es la parte de su creación que Dios más ama debido al hecho de que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, Satanás ha tomado la iniciativa de burlarse de Dios por medio de hacer que su creación se humille a él en vez de al Creador, lo más triste es que Satanás en parte ha logrado su propósito haciendo que el hombre rechace al Creador y se una con él en destruir a las demás creaciones. Siendo un ser de gran inteligencia y sabiendo que el hombre se compone de cuerpo, alma y espíritu, el diablo ha atacado al hombre por su lado más débil: la carne, ha atacado al hombre en lugares donde sabe que causará más daño, lo que le motiva a hacerlo es su odio para Dios y el deseo que el Creador tiene para el bienestar del hombre. Una de las armas más potentes que Satanás usa en contra del hombre es el sexo, ¿qué gana con llevar al hombre al sexo? Lo que Satanás quiere hacer nuevamente es destruir toda institución que Dios establece. ¿Sabes cuál es la primera institución fundada por Dios en la tierra? El hogar y la razón de Satanás en llevar al hombre al sexo es para destruir la institución del hogar, usa el sexo antes del matrimonio para arruinar las probabilidades de establecer un hogar firme que honre a Dios y usa el sexo después del matrimonio para separar y destruir la felicidad del hogar que honra a Dios, lo triste del asunto es que el hombre todavía no comprende lo que está sucediendo, cree que todo va bien cuando es todo lo contrario. El hombre necesita amar a Dios y creerle y obedecerle, sin embargo, como Dios requiere fe, algo que no se ve con el ojo físico, el hombre ha optado seguir cosas que puede ver y tocar, Satanás sabe esto y lo ha usado a lo máximo, el hombre en ignorancia ha preferido amar al mundo que es creación de Dios en vez que el mismo Creador, esto es lamentable. Es lamentable porque el mundo y sus deseos no pueden traer al hombre la felicidad que necesita. 1 Juan 2:15-17 dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Es cierto que Satanás a través del mundo puede ofrecer felicidad momentánea por medio de los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, lo malo es que estas cosas no son eternas, pronto van a pasar. Satanás ha aprovechado a lo máximo estas debilidades que el hombre tiene, una de las armas más potentes que usa en contra del hombre es como dije anteriormente, el sexo, el sexo fue creado por Dios para ser disfrutado por el hombre dentro de los límites que Él mismo designó pero como con todo lo que Dios ha creado Satanás se ha metido para torcer, pervertir y destruir, el sexo ha sido ensuciado en gran manera, Satanás ha lanzado un ataque sin cesar contra los deseos de su carne, de tal manera ha sido entenebrecida la mente del hombre que su deseo de tener un momento de placer en egoísmo le ha llevado al abuso sexual de niños indefensos, el rápido violación de mujeres y aún el abusar de su propio cuerpo, cientos de adolescentes, varones y mujercitas crecen con un temor del matrimonio debido a que sus propios padres abusaron sexualmente de ellos cuando eran indefensos, miles de niños han sido asesinados sin tener el privilegio de ver la luz del día simplemente porque sus madres no pudieron abstenerse de tener un momento de placer y ahora el pequeño ser que llevan en el vientre ha llegado a ser un estorbo y ¿qué es lo que hacen? Lo asesinan. Ningún hogar es exento al ataque de Satanás, este enemigo de Dios aún usa a sus propios hijos para destruir hogares de otros, el cristiano debe tener mucho cuidado de lo que hace pues, fácilmente puede caer en la trampa sexual que el diablo puede tenderle, como ejemplo tenemos el relato del Rey David quien cansado de la batalla se quedó en el palacio en Jerusalén para descansar, un día al caer la tarde se levantó de su cama y salió al terrado para contemplar la ciudad, al pasar sus ojos por el escenario que tenía por delante su vista fue a caer en una mujer que se bañaba, en vez de entrar al palacio David se quedó allí contemplándola, eso fue todo lo que Satanás necesitó para hacer caer al hombre de Dios. La Biblia dice que David mandó traer a Betsabé, la mujer, ella tuvo que obedecerle pues, David era el Rey, aun sabiendo ella que estaba casada David durmió con ella, luego su conciencia empezó a molestarle e intentando arreglar su error terminó asesinando al marido de Betsabé para poderse quedar con ella. Satanás no había podido hacer que este hombre actuara en contra de su Dios, pero con el arma potente del sexo hizo fracasar al Rey David, en todos sus años bajo el Rey Saúl no había querido levantar un dedo contra el ungido de Dios, Saúl buscó quitarle la vida en más de una ocasión sin embargo no le fue permitido por Dios, todo Israel criticó a Saúl por sus sentimientos contra David quien era un fiel siervo del Rey. Qué coincidencia que años más tarde David le quite la vida a un siervo fiel que daba su vida por su Rey y su patria solo para quitarle su mujer y tapar un grave error que había cometido. El sexo es algo increíble y Satanás ha aprendido cómo usarlo a máxima potencia, hombres han estado dispuestos a tirar años de felicidad a la basura por cinco segundos de placer sexual, mujeres han abandonado la seguridad de un hogar y a sus propios hijos para recibir las caricias de hombres quienes se aprovechan prometiendo lindas mentiras solo para dejarlas con la cuenta del alquiler de un cuarto de hotel, mientras todo esto sucede Satanás se goza de la destrucción y el dolor que ha causado, hogares destruidos, años de confianza y honor a la basura, gratos pensamientos hechos pedazos y solo porque el deseo de la carne, dice uno, era insoportable. Si tú estás pensando formar un hogar piensa en lo que hemos hablado hoy, asegúrate que no vas a unirte en matrimonio por un simple sentir de la carne sino porque de veras esta es la persona con quien vas a pasar el resto de tu vida, comprende que el sexo fuera de matrimonio no es permitido así que no te metas en situaciones donde podrías ser tentado por Satanás para destruir la vida tuya y la de alguien más, y si ya eres casado pero has estado sintiendo cosas que no debieras con otras personas recuerda que esto es simplemente trampa de Satanás para destruir tu hogar y así menospreciar parte de lo que Dios ha creado, no permitas que lo haga. Vamos a orar. Padre, sabemos que Satanás es astuto y sabemos que su único deseo es darnos una pequeña satisfacción momentánea a cambio de nuestra destrucción. Padre, te pedimos que nos ayudes a entender sus trucos y que no caigamos tan fácilmente en sus redes, nuestro deseo es traer honra a tu nombre, queremos tener hogares fuertes y sanos, que sean ejemplos a otros, ayúdanos a siempre vivir entregados a ti porque solo así es que podremos tener victoria sobre el sexo, todo esto te lo pedimos en el nombre precioso de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 15, 2022
Sexo: El Soborno De Satanás

La Diferencia Entre Sexo Y Amor
¿Existe en realidad el amor a primera vista? Yo pienso que no, lo que sí puede haber es una atracción física pero no amor. El mundo tiene un concepto muy equivocado concerniente a lo que es amor, si quisiéramos ser totalmente explícitos en cuanto al asunto yo podría decir con toda honestidad que la mayoría de las personas nunca han experimentado lo que realmente es el amor, pues 1 Juan 4:8 nos dice que Dios es amor, por lo consiguiente si una persona no ha conocido a Dios, ¿cómo puede haber conocido el amor? Llegamos a la conclusión entonces que únicamente aquellos quienes conocen a Dios por medio de fe en la persona de Cristo Jesús pueden entender lo que realmente significa “amor”. El término “amor” es un término que el hombre usa con mucha liberalidad. Vamos en nuestra Biblia a 1 Corintios 13:4-7 para ver la definición que la Palabra de Dios nos da concerniente al amor. 1 Corintios 13:4-7, dice: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. ¿Cuántas personas conoces tú que cumplen todo eso? Muy pocas, ¿verdad? Lo que la mayoría de las personas tienen es deseo, es algo muy diferente a lo que Dios llama “amor”. 1 Juan 2:15-17 nos habla de este amor que proviene del mundo, dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Como vemos en el versículo 16 amor verdadero no es el deseo de la carne, los deseos de los ojos o la vanagloria de la vida, el amor involucra mucha más profundidad, el sentimiento conocido por el mundo como “amor” lejos está de serlo, quizás el término que debieran usar es “sexo”. En esta serie de estudios quiero que hablemos del sexo y cómo Satanás lo ha convertido en algo sucio y depravado, como siempre ha tomado algo bueno que Dios creó para beneficio del hombre y lo ha convertido en un arma potente para destruir la creación de Dios Todopoderoso. Desde el principio de la creación, Satanás ha estado en el negocio de convertir cosas limpias y buenas en cosas perversas y sucias: el hombre la tierra, la iglesia, el sexo, todos fueron creados por Dios, todos estaban a la buena vista de Dios pero Satanás llegó y empezó a destruir, y ahora está entrometido en cada fase de la vida, solo existe una cosa en la tierra que puede limpiar la suciedad y la mancha del pecado que el diablo ha lanzado sobre la creación y esta cosa es la sangre poderosa de Cristo Jesús. En vista de que muchas personas no han tenido contacto con esta sangre por medio de la fe, nos es necesario explicar la diferencia entre las cosas del mundo y las cosas de Dios. Nos es necesario tomar este paso debido al hecho de que el hombre natural, el que no conoce el amor de Dios, no puede percibir las cosas de Dios. 1 Corintios 2:14 dice: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”, por esa razón es que tenemos que tener paciencia y ayudar a nuestros amigos en comprender la verdad, claro está que aún mientras estoy hablando de la diferencia entre sexo y amor algunos amigos ya se están burlando pero está bien porque no han conocido aún la verdad. Cuando dos jóvenes se conocen y van directo al asunto de acariciarse, besándose y buscando lugares solitarios eso no es amor eso es un deseo carnal, el “sexo” término que el mundo debiera usar en vez de la palabra “amor” es algo bueno si se usa dentro de los límites que Dios ha establecido en el matrimonio, pero el término “sexo” para el mundo no es más que el deseo de tener relaciones íntimas con otra persona, esto es un acto de egoísmo que ni siquiera toma en cuenta el bienestar de la otra persona, según nuestro texto en 1 Corintios 13:4-7 leímos que el amor no busca a lo suyo, la mayoría de los novios que yo conozco hoy día solo tienen una cosa en la mente: tener relaciones sexuales, solo de eso hablan, se visten de una manera que estimulen exactamente eso y lo triste es que dicen que se aman. Escúchame y escúchame bien, quizás en este momento todo lo que ustedes necesitan para poder sentirse felices es una caricia o el sentir que alguien te ama, quizás eso baste por el momento pero pronto vendrá el día que eso no bastará, pronto vendrá el momento cuando se tendrán que afrentar a la vida y la atracción física no va a ser suficiente, tú vas a necesitar algo más sólido, algo más profundo, si quieres tener algo que va a ser duradero necesitas basar tú vida sobre algo que sea sólido y lo único que puede hacer que tu noviazgo funcione y te traiga verdadera felicidad es Dios, por eso necesitas tomarle en cuenta. La Biblia nos relata un caso muy triste de lo que sucede cuando los jóvenes se lanzan al sexo creyendo que es amor, en 2 Samuel 13:1-20 tenemos el relato de Amnón y su media hermana Tamar, dice la Biblia que Amnón se enamoró de Tamar, tal fue su amor para ella que las Escrituras nos dicen que se angustiaba hasta enfermarse. Para hacer más corto el cuento Amnón fingió estar grave, muy enfermo y pidió a David, su padre, que enviara a su media hermana Tamar a darle de comer a su recámara, David pidió a Tamar ir a darle de comer a Amnón que estaba grave y ella como buena hija obedeció pero estaba inocente de lo que Amnón tenía planeado hacer, al llegar Tamar al dormitorio de Amnón este le cerró la puerta y la violó solo para darse cuenta después de que en realidad no la amaba sino que solo había tenido deseos para ella, de hecho, estos sentimientos le enojaron y 2 Samuel 13:15 dice que Amnón la aborreció con tan gran aborrecimiento que el odio con el que la aborreció fue mayor que el amor con el que la había amado. Ahora, muchos jóvenes han tenido relaciones sexuales solo para darse cuenta después que de veras no había nada entre ellos, más que solamente una atracción física y lo más triste es que, ¿sabes quién está al fondo del asunto? Así es, Satanás, ahí está él riéndose a todo dar porque ha podido arruinar dos vidas más y la situación solo se agrava cuando la jovencita queda embarazada porque ahora son tres los que van a tener que sufrir. Lo que estoy tratando de decir es que necesitas tener cuidado, no entres rápidamente a las relaciones, muchas veces los sentimientos y los deseos engañan, nuestro mundo hoy se ha vuelto loco de amor, pero no es un amor verdadero sino un amor representativo de un deseo egoísta de la carne, este deseo pronto pasará y lo único que dejará es una tristeza inaguantable, eso es lo único que va a dejar. Si quieres alcanzar verdadera felicidad, repito, necesitas tomar en cuenta a Dios, busca en la Biblia lo que Dios espera de ti y de tu pareja, estudien juntos lo que Dios dice acerca del matrimonio y de la pureza individual y si tomas pasos positivos hoy no lo tendrás que lamentar el día de mañana. Vamos a orar. Padre, seguro está que muchos no prestarán oído a lo que acabo de decir, pero espero que harás llegar estas palabras a algún joven que está necesitando de ellas en estos momentos. Padre, tú sabes que soy enemigo de Satanás y que me irrita el hecho de que él esté logrando destruir las vidas de miles y miles de jóvenes cada día quienes están entregados únicamente a satisfacer sus propios deseos carnales sin tomar en cuenta los sentimientos de otras personas, te pido que me ayudes alcanzarles con el mensaje de verdad, te pido que levantes un gran número de jóvenes quienes sean fiel a tu Palabra, todo esto te lo imploro en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 14, 2022
Disciplina: Cruz De Los Discípulos

Testimonio
Unas de las cosas más difíciles para el cristiano es la lucha que constantemente se lleva a cabo entre su espíritu y su carne, espiritualmente el cristiano desea con todo su corazón hacer la voluntad de Dios en su vida, pero la carne que está saturada en pecados siempre se opone. Para poder dominar la carne y vivir espiritualmente el cristiano se ve obligado a una vida muy disciplinada, el apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 9:27 que a veces le era necesario “golpear su cuerpo y ponerlo en servidumbre”, dando a entender que a veces le era necesario ser absolutamente firme y sujetar con fuerzas su carne para poder vivir como Dios desea que todos sus hijos vivan, en el espíritu. Cada creyente en Jesús para permitir que Cristo sea Señor en su vida debe crucificar los deseos de la carne, “despojando de su viejo hombre” como enseña Efesios 4:22, debe renovar su mente por medio de saturar de la palabra de Dios y debe vestirse de nuevo hombre: el hombre espiritual. El deseo de todo verdadero discípulo de Jesús es expresar las palabras de Gálatas 2:20 que dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. El creyente fácilmente podría acabar con la lucha entre la carne y el espíritu por medio de privarse de la vida física, pero el asunto es que Dios quiere usar nuestras vidas para su honra y gloria, Él quiere sacrificios vivos, Romanos 12:1 nos dice: “Así que hermanos, os ruego por la misericordia de Dios, que presentéis vuestros cuerpos (note bien las palabras) en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”, así que tenemos que presentar nuestros cuerpos físicos para el uso de Dios pero nos quedamos con el problema de que nuestro cuerpo siempre es dado al mal, ¿qué vamos a hacer? Bueno, Dios nos ayuda. Jesús dice en Lucas 14:27: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”, la respuesta que Dios nos da es una cruz, cada cristiano debe tomar su cruz y seguir a Jesús, pero nos preguntamos: “¿para qué vamos a andar cargando una cruz? ¿No nos atrasará?”. La respuesta es no, no nos atrasará porque es una cruz especial, es una cruz que servirá para crucificar momento a momento nuestros deseos carnales, permitiéndonos continuar en las pisadas del Señor. Esta cruz especial, pienso yo, es una cruz de disciplina. En toda esta serie de estudio hemos venido hablando de cómo la cruz tiene cuatro puntas o extensiones, hemos dicho que cada extensión es una disciplina, ya hemos visto tres de estas disciplinas, la extensión que señala hacia el cielo es la disciplina de la Palabra de Dios, la que señala a la tierra es la disciplina de vivir en oración y la que apunta hacia el oriente, o sea el brazo derecho de la cruz es la disciplina del compañerismo y esto nos trae a la cuarta y última disciplina: el brazo de la cruz que señala al occidente, el brazo izquierdo y esta es la que representa la disciplina de testificar. Al practicar estas cuatro disciplinas con seriedad, las disciplinas de vivir en la Palabra, el orar, el tener compañerismo con los hermanos y testificar el discípulo podrá vivir en el Espíritu y de esta manera crucificar en la cruz de disciplina sus propios deseos carnales permitiéndole llevar a término la voluntad de Dios en su vida. Como toda disciplina la disciplina de testificar no va a ser fácil, ninguna disciplina lo es, para poder testificar uno con éxito tendrá que llevar una vida ejemplar y aquí es donde entran las otras tres disciplinas, uno no puede testificar con éxito si no vive de acuerdo a las enseñanzas de la Palabra de Dios, si no ora y si no tiene buen compañerismo con sus hermanos en la fe. Tito 2:7 y 8 nos dice: “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”. Aquí encontramos la necesidad de llevar una vida disciplinada de manera que cuando nos presentamos ante el mundo no tenga nada malo que decir de nosotros y nos escuche porque ha habido una diferencia en nuestra vida. Podríamos pasar el resto de nuestro tiempo que tenemos hoy leyendo versículos tras versículos donde cada creyente debe testificar del hecho de que Jesús vive y que es Salvador y que es la única esperanza para el hombre. La disciplina de testificar es muy importante, es importante porque nuestro testimonio es lo único de nosotros que Dios utiliza para engrandecer su reino aquí en la tierra, nosotros no podemos ofrecer a Dios ninguna otra cosa más que nuestra vida, Él no necesita nuestro dinero, Él no necesita nuestro talento, lo único que Él desea de nosotros es nuestra vida y merece nuestras vidas porque Él nos hizo. Hay muchas razones por las cuales debemos testificar, además del hecho que Él nos manda que seamos testigos suyos aquí en el mundo puedo pensar en tres razones más: en primer lugar, tenemos la razón de que el único contacto que las únicas personas van a tener con Cristo es por medio de nosotros, Romanos 10:14 nos dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”. El mandato de Jesús a todos los creyentes, según Marcos 16:15 es “Ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura”. La única manera en que el hombre será salvo es si oye el evangelio y el único contacto que va a tener con el evangelio es a través de nuestro testimonio. En segundo lugar, tenemos la razón de que es un privilegio para nosotros, imagínate, Dios no ha escogido a los ángeles para testificar, no ha deseado hacerlo por medio de señales en el cielo, ha entregado la tarea a sus hijos, nosotros. Escucha lo que dice 1 Corintios 1:26-31: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”. Sí mi hermano, Dios pudo haber anunciado el evangelio de muchas maneras, pero escogió usarnos a nosotros y no debemos nosotros fallarle, debemos aceptar nuestra responsabilidad con regocijo y permitir que Él use nuestras vidas para su honra y gloria. En tercer lugar tenemos la razón de que entre más testimonios hay más credulidad hay, entre más discípulos testifiquemos de lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas habrá más credulidad, el mundo podrá rechazar a Jesús pero no podrán negar el cambio que Él ha hecho en nuestras vidas y eso nos trae al final de nuestro estudio hoy, espero que harás el intento de practicar las cuatro disciplinas que nosotros hemos estado hablando en estos últimos estudios, espero que tomarás la cruz de la disciplina y que crucificarás momento a momento tus deseos carnales para así seguir en las pisadas de Jesús y para terminar Vamos a orar.  Padre, pido que nos ayudes a comprender este asunto de la cruz de disciplina, ayúdanos a entender las cuatro extensiones de vivir de acuerdo a tu Palabra, de llevar una vida de oración, compañerismo y buen testimonio. Padre, sabemos que si aplicamos estos principios valiosos a nuestras vidas seremos verdaderos discípulos de nuestro Señor Jesucristo y esto traerá honra a tu nombre, así que ayúdanos por favor, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 11, 2022
Disciplina: Cruz De Los Discípulos

Compañerismo
Satanás ataca a los cristianos a cada momento, su mayor gozo es cuando un soldado del Señor cae herido en batalla. Satanás hace todo lo posible por desanimar, avergonzar y destruir el testimonio de los creyentes para rendirles inofensivos, así acaba él con el daño que le pondrían causar. Nadie puede entrar a una batalla sin tener que pelear, nadie puede pelear bien si no ha sido entrenado correctamente, cada año cientos de soldados del Señor entran a la batalla espiritual, luchan por un tiempo y regresan a casa heridos y habiéndose olvidado la razón por la cual estaban luchando, esto no debiera ser así. Cada día que vivimos nosotros los creyentes en Cristo Jesús debiéramos estar más entregados al Señor, más adiestrados en batalla y más fuertes espiritualmente, nunca se nos debiera olvidar que nuestro propósito de vivir es para honrar y glorificar a Dios por medio de engrandecer su reino aquí en la tierra, nunca se nos debiera olvidar que miles de personas están creciendo en sus pecados cada día y que la única manera en que van a poder escapar de las llamas del infierno es por medio de la predicación del evangelio la cual nosotros tenemos el deber de anunciar. Donde está fallando el creyente individual en cumplir su tarea es en el área de la disciplina, Jesús quiere que seamos sus discípulos y esto indica una vida disciplinada, ¿quién puede ser un discípulo de Jesús? Cualquiera que esté dispuesto a tomar su cruz y seguirle, en Lucas 14:27 Jesús dice: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”. En nuestros estudios pasados he dicho que la cruz, de la cual nos habla Jesús, es una cruz de disciplina, también llegamos a la conclusión de que la cruz tiene cuatros puntas que señalan diferentes direcciones, dijimos que la punta que señala hacia la tierra es la disciplina de vivir en la Palabra de Dios, estudiando y aplicando las enseñanzas de Dios a nuestras vidas requieren mucha disciplina porque tiene uno que crucificar sus propios deseos para ser obediente al deseo de Dios. Dijimos que la punta que señala al cielo es la disciplina de la oración, requiere mucha disciplina practicar y llevar una vida de oración, uno también tendrá que crucificar sus propios deseos para poner en práctica esta disciplina. Hoy deseo que hablemos un poco sobre la tercera disciplina de la cruz, si queremos podemos decir que este es el brazo derecho de la cruz, la punta que señala al oriente, esta disciplina es la de compañerismo. La Biblia habla mucho acerca de los miembros del cuerpo de Jesús, Colosenses 1:18 hablando de Jesucristo dice: “Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”. Jesús es la iglesia y la iglesia es su cuerpo, nosotros ya sabemos que la iglesia se compone de personas salvas, estas personas han seguido a Cristo en bautismo escritural y están haciendo todo lo posible de guardar todo lo que Jesús les mandó, según Mateo 28:19-20. Dentro del cuerpo de Cristo hay una organización de autoridad, Efesios 4:11 y 12 nos enseña que “Jesús mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. En Efesios 4:32 la Biblia nos enseña que debemos “ser benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también perdonó a vosotros en Cristo” y en Colosenses 3:13 las Escrituras hablan de “soportarnos los unos a los otros, y perdonar los unos a los otros”. Las palabras exactas de Romanos 15:1-3 son: “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que vituperaban, cayeron sobre mí”. Una de las disciplinas más difíciles de llevar dentro del cristianismo es la del compañerismo, hay muchos diferentes caracteres dentro de la membresía de la iglesia, algunos miembros son testarudos, algunos holgazanes, algunos impacientes y algunos dispuestos a pelear por todo. Es suficiente tener que pelear y luchar con nuestras propias debilidades, pero ahora Jesús nos pide que ayudemos a los demás miembros de su cuerpo. ¿Por qué nos daría Dios esta disciplina del compañerismo? Esta es una buena pregunta y al analizarla pude observar tres razones muy importantes por las cuales Dios nos ha dado esta disciplina del compañerismo. En primer lugar, pienso que la dio para ayudarnos con nuestro egoísmo y el solo vivir pensando en nosotros todo el tiempo, Jesús quiere que seamos sus discípulos, quiere que seamos como Él y para ser como Él tendremos que olvidarnos de lo que nosotros queremos y hacer la voluntad del Padre, Jesús hablando con los doce les dio esta enseñanza en Mateo 20:25-28: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Al practicar el compañerismo serviremos a nuestros hermanos y así cumpliremos con una de las enseñanzas de nuestro Señor, de esta manera nuestra vida no será un acto de egoísmo para ganancia propia sino un sacrificio vivo a Dios. En segundo lugar, pienso que Dios nos dio la disciplina del compañerismo para poder cumplir con la tarea de discipular al mundo, seguro está que una sola persona no puede llevar a términos semejante tarea pero por medio de buen compañerismo y cooperación se puede realizar, así como la mano de uno necesita de los demás miembros del cuerpo así también nosotros necesitamos de los demás miembros del cuerpo de Cristo para poder avanzar la obra de nuestro Dios, cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo tiene un don especial que el Espíritu Santo le ha dado para la edificación del cuerpo, 1 Pedro 4:10 nos dice: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. En tercer lugar pienso que Dios nos dio la disciplina del compañerismo simplemente porque Él es un Dios de organización, de nada sirve que cada quien por su lado esté duplicando y confundiendo las cosas, es mejor la cooperación de todos los miembros de la iglesia ayudando y apoyando con sus diferentes dones y talentos, las manos no pueden cumplir con las funciones de los pies ni los pies con la función de las manos, lo que hace que sea difícil el asunto de compañerismo en la iglesia es simplemente nuestra naturaleza carnal, la carne siempre se opone a lo espiritual, ella se opone a la autoridad y la organización, ella se preocupa únicamente por sí misma y debido a esto es que el asunto del compañerismo se vuelve una disciplina. Otra vez insisto que la cruz, la cual nos habla Jesús, es una cruz de disciplina, donde todo discípulo verdadero puede crucificar sus propios deseos para seguir en las pisadas de su Maestro y claro está que una parte de esa disciplina es el compañerismo. Vamos a orar. Padre, en estos momentos venimos delante de ti para suplicarte que nos ayudes a ser más como nuestro Señor Jesús quien se despojó de sí mismo para dar su vida en rescate por nosotros. Padre, nunca podríamos pagarte lo que has hecho por nosotros, eso lo sabemos ni tenemos que ofrecerte además de nuestras vidas, pero Padre en estos momentos pedimos que tomes nuestras vidas y las uses como tú quieras, danos un corazón de siervo para que podamos poner en práctica esta disciplina del compañerismo, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 10, 2022
Disciplina: Cruz De Los Discípulos

Oración
Vamos en nuestra Biblia al libro de Lucas capítulo 14 para leer el versículo 27, Jesús dice: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”, hemos hablado en los últimos estudios acerca del hecho que la cruz de la cual habla Jesús en este versículo que es la cruz de la disciplina, hemos llegado a la conclusión de que esta cruz no es una carga como piensan algunos de una enfermedad o algo pesado que ellos tendrán que arrastrar por la vida, esta cruz no es una persona a quien se le tiene que tolerar con paciencia, esta cruz no es un trabajo que uno tiene que aguantar, esta cruz que todo discípulo debe llevar, en mi opinión, es una cruz de disciplina. Soy del pensar que lo que hace falta en la iglesia de Jesús hoy día es la disciplina, pienso que demasiados hermanos están viajando por su vida espiritual sobre la tierra sin ejercer autodominio en sus vidas, creo que la vida se ha vuelto relativamente suave para los cristianos y que falta el reconocimiento de que somos responsables por tocar a nuestro mundo con el evangelio del Señor Jesucristo, pienso que el estudio de la Palabra de Dios, la oración y el testificar para la mayoría de los creyentes es algo que hacen únicamente aquellos que han sido supuestamente llamados por el Señor para un trabajo especial. Si esto es verdad, ¿cuál es entonces el deber de la vasta mayoría de los cristianos hoy día? Pues, ir los domingos a la iglesia, por supuesto, si tú has pensado que eso es todo lo que debes hacer quiero decirte que has estado muy pero muy equivocado. El Señor ha enviado a su iglesia con la tarea de hacer discípulos y un discípulo es alguien quien sigue en las pisadas de su maestro, ¿cuál es el ejemplo que debemos de seguir de Jesús? Filipenses 2:5-8 nos dice que “debe haber en nosotros el mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndole obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. El ejemplo que tenemos que seguir es el de despojarnos de nuestro orgullo vano y dar nuestras vidas a Dios, humillándonos y permitiendo que Él nos use para su honra y gloria, para ayudarnos con esta tarea, Dios nos facilita una cruz, una cruz en la cual podemos crucificar a diarias nuestros deseos carnales, es la cruz de la disciplina. Como vimos en nuestro estudio pasado, una cruz señala a cuatro diferentes direcciones: una punta de la cruz señala hacia el cielo, otra señala hacia la tierra, las otras dos puntas señalan hacia la derecha y a la izquierda, le pusimos en nuestro estudio pasado un título a la parte de la cruz que señala hacia la tierra, el título que le pusimos era “Viviendo en la Palabra” y hablamos de cómo es necesario practicar la disciplina de estudiar la Biblia y aplicar sus enseñanzas a nuestras vidas. Hoy quiero que estudiemos la parte de la cruz que señala hacia el cielo, a esta parte de la cruz vamos a ponerle el título “Oración” y esta es la segunda disciplina que todo discípulo verdadero debe practicar. Así como toda disciplina, la disciplina de la oración no será fácil, si crees que es difícil practicar una vida de estudiar la Biblia debes intentar esto de la oración, podríamos pasar horas y horas leyendo versículos de la Biblia y hablando acerca de las razones por las cuales uno debe orar, podríamos contar grandes historias de las bendiciones que Dios ha dado a personas quienes han sido practicantes de la oración, podríamos hacer todas estas cosas y sin embargo la oración no se tornaría más fácil, la oración es difícil, requiere disciplina practicar la oración y por esto es que digo que esta disciplina forma parte de la cruz que debemos llevar para ser buenos discípulos. Si quieres saber por qué la oración es tan difícil de ejercer es sencillamente porque Satanás sabe lo potente que es, sabiendo el diablo el daño que la oración le puede causar él hace todo lo posible para desanimar al discípulo en cumplir esta práctica, si quieres saber el punto más débil del hermano Ricardo, si quieres saber dónde fracaso yo en mi vida espiritual, es en el asunto de la oración, cada vez que me decido poner en práctica esta disciplina reconociendo plenamente su importancia viene el diablo y siembra pensamientos negativos en mi mente para obstaculizar mi desenvolvimiento de esta importante fase de la vida espiritual y debido a ello no soy todo lo que Dios quisiera que fuera. Conste que cuando digo “pensamientos negativos” no estoy hablando de cosas obscenas, a veces los pensamientos que el diablo usa para desviarme de la oración tienen que ver con la obra del Señor, por ejemplo: a veces él me dice que no debo estar perdiendo mi tiempo de rodillas porque hay sermones que predicar, a veces me dice que necesito ir a visitar a alguien, la cosa es que él hace cualquier cosa con tal de que yo no ore, ¿por qué le teme tanto el diablo a la oración? Satanás le teme a la oración porque es un arma potente debido al elemento especial de la fe que va involucrado en ella, solo hay una cosa que agrada a Dios en cuanto a nosotros y esta cosa es fe. Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. El día que los creyentes tomen el tiempo para ponerse de rodillas y exponer sus peticiones a Dios creyendo que Él les oirá y que contestará sus oraciones será el día más oscuro para Satanás y él lo sabe, por eso es que cada vez que el hijo de Dios cierra sus ojos para platicar con el Padre Celestial viene Satanás con sueño, con una interrupción, con dudas o cualquier cosa que tiene al alcance para detener esa concentración, por eso es que digo que la oración es una disciplina, nunca ha sido fácil y nunca será fácil, lo digo con toda confianza y seguridad porque sé que Satanás sabe el daño que le causa una sola oración, de hecho Satanás reconoce más que ninguno de nosotros el poder de la oración y él no es negligente para con nosotros cuando se trata de este asunto, ¿no te parece extraño el hecho de que puedes pasar horas y horas al día hablando contigo mismo pero cuando se trata de tomar cinco minutos para hablar con Dios es como si fuera una misión imposible? Claro está que cuando uno va a practicar la disciplina de la oración tendrá que crucificar sus deseos de hacer otras cosas, tendrá que venir en humildad delante de Dios confesando errores, tendrá que reconocer a Dios como el dador de todas las cosas y darle gracias por la salvación recordando una vez más que sin Él nada podría hacer, por esta razón es que digo que la segunda disciplina, de la cruz de disciplina, es la oración. Uno nunca, nunca, nunca será un verdadero discípulo de Jesús a menos que practique el asunto de la oración, una vida cristiana sin oración es como una pistola sin balas. Vamos a orar. Padre, en estos momentos pido que tu Espíritu Santo nos clave profundamente la realidad de la enseñanza de hoy en nuestros corazones, quizás el arma más potente que tenemos a nuestro alcance como cristianos es la oración y sin embargo es precisamente en la práctica de la oración donde más fracasamos. Padre, pedimos tu perdón por ser negligentes en esta área de nuestra vida espiritual y te pedimos que nos hagas comprender la necesidad de orar sin cesar, ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 09, 2022
Disciplina: Cruz De Los Discípulos

Viviendo En La Palabra
Jesús dice en Lucas 14:27: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”, en nuestro estudio pasado hablamos de que yo pensaba que nuestra cruz, o sea la cruz la cual nos habla Jesús en este versículo es la disciplina, muchas personas tienen la opinión de que esta cruz de la cual nos habla Jesús es una carga que ellos deben arrastrar por la vida, algún pobre hombre que tiene una esposa indomable podría decir que su esposa es la cruz que él debe cargar, alguna persona con un impedimento físico podría decir que esa es la cruz que él debe llevar, otro podría decir que su cruz es la pobreza, en fin muchas cosas podrían ser esta cruz de la cual nos habla Jesús pero en mi opinión esta cruz de que nos habla nuestro Señor es una cruz de disciplina. La cruz señala cuatro direcciones, si queremos decirlo podríamos decir que la cruz tiene cuatro brazos, uno de los brazos señala hacia arriba al cielo, otro señala hacia abajo esta es la parte que es enterrada en la tierra, la cruz tiene un brazo derecho y un brazo izquierdo donde las manos del individuo iban clavados, al entrar a nuestro estudio quiero que le pongamos títulos a cada uno de los brazos, hoy vamos a estudiar el primer brazo, el que va enterrado, el brazo que señala del cielo hacia la tierra, a este brazo le vamos a poner por título “Viviendo en la Palabra”. Los otros brazos son el brazo de la Oración, este es el que se dirige hacia arriba, el brazo de Compañerismo que se extiende hacia la derecha y el brazo de Testimonio que se extiende hacia la izquierda. Cualquier persona que desea seguir a Jesús tendrá que practicar estas cuatro disciplinas, al practicarlas crucificará diarias sus deseos carnales y así será un verdadero discípulo de Cristo. Regresemos ahora a la primera disciplina, esta es la disciplina de vivir en la Palabra, en Juan 15:10 nuestro maestro divino nos dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. ¿Cómo puede el discípulo en pleno siglo 20 guardar mandamientos que el Maestro de los maestros enseñó hace dos mil años atrás? Por medio de estudiar las Escrituras, Jesús también dice en Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Si el discípulo tuviera una buena relación con la Biblia obedeciendo sus enseñanzas estaría guardando los mandamientos de Jesús y esto quiere decir que permanecería en su amor. La Palabra de Dios es perfecta, no comete errores, por eso los discípulos de Jesús debemos vivir en ella, el Apóstol Pedro en cierta ocasión estuvo escribiendo en como él y otros habían sido testigos oculares del maravilloso poder de Cristo Jesús, Pedro dijo que él oyó las palabras de Dios Padre cuando dijo sobre un monte santo: “Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia”, pero en los versículos 19-21 de 2 Pedro capítulo 1 el Apóstol escribe las siguientes palabras: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones, entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Lo que el Apóstol nos está diciendo es que nosotros hoy día tenemos algo aún más seguro que nuestros propios ojos, tenemos la bendita Palabra de Dios, la biblia no miente, la Biblia no engaña, la Biblia no falsifica la verdad y si vivimos en la Palabra de Dios obedeciendo sus enseñanzas seremos discípulos con poder que permanece en el amor del Señor. Claro está que vivir en la palabra no será fácil pero ninguna disciplina es fácil, por eso es que dije que la cruz de que nos habla Jesús es la cruz de la disciplina, conste que la cruz no es un instrumento de placer, la cruz es un instrumento de muerte y cuando Jesús dice que tomemos nuestra cruz nos está diciendo que debemos estar dispuestos a morir, no solo a pasar momentos de dificultad, cuando nosotros vivimos en la Palabra habrán momentos cuando nosotros tendremos que crucificar nuestros propios deseos, digo esto porque habrán momentos cuando nuestra naturaleza humana va a querer ir en contra de los principios establecidos en las sagradas escrituras, es en esos momentos cuando tendremos que ser disciplinados y obedecer lo que la Biblia nos dice y no lo que nosotros deseamos hacer. Así habremos usado nuestra cruz para dar muerte a nuestros deseos carnales y poner en práctica lo enseñado por Jesús, de esta manera le estaremos siguiendo. ¿Qué te parece? Hay varias razones por las cuales debemos vivir en la Palabra, una de ellas es por la sencilla razón de que la Biblia es un arma sumamente potente, no hay cosa que Satanás más le teme que a la Palabra de Dios, Efesios 6:17 nos enseña que la Biblia es la espada del Espíritu Santo, entre más Biblia sabe el discípulo más armas sabe con qué pelear en contra del enemigo, aún nuestro Señor Jesucristo siendo Dios usó la Palabra para pelear en contra de la huestes de maldad, al ser llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por Satanás el Señor sacó la espalda de las Escrituras e hirió profundamente al diablo cada vez que este le atacaba, por fin vencido el príncipe de las tinieblas tuvo que retirarse y el rey de reyes marcó otra victoria a favor de Dios, no existe el buen discípulo que no sepa usar bien la Palabra de Dios, de hecho es imposible ser discípulo de Jesús y ser ignorante de lo que enseña la Biblia, Jesús exige de sus discípulos que enseñen todo lo que Él les ha enseñado, en Mateo 28:20 Él da órdenes explícitas de enseñar a otros el deber de guardar todas las cosas que Él ha mandado, por eso el Apóstol Pablo escribió a su discípulo Timoteo las siguientes palabras que encontramos en 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. ¿Cómo puede una persona presentarse delante de Dios estando seguro que quedará aprobado por su Creador? ¿Cómo puede llegar uno a ser un obrero de Jesús que no tiene de qué avergonzarse? ¿Cómo puede uno llegar a usar bien la Biblia? La respuesta es sencilla: uno tendrá que vivir en la Palabra. Tendrá que cultivar un amor por leer la Biblia, memorizar porciones de ella y meditar seriamente en lo que dice, uno tendrá que estudiar sus enseñanzas, interpretarlas con la ayuda del Espíritu Santo y aplicar esas enseñanzas a su diario vivir, uno tendrá que ser obediente a sus principios establecidos y tendrá que negarse sus propios deseos y opiniones para seguir en obediencia a lo que Dios dice. Conste que hay muchas maneras para iniciar esta práctica de absorber las enseñanzas de las Escrituras, una de ellas es por medio de estar atento a este programa radial, otra es por medio de asistir a las reuniones de la iglesia, una manera es por medio de estudio propio y hay muchas otras formas, lo importante es que comencemos a hacerlo. Si quieres vivir como buen discípulo de Jesús, tendrás que tomar tu cruz y seguirle, esa cruz es la cruz de la disciplina y parte de la disciplina del discípulo es vivir en la Palabra, si no tienes una buena relación con la Palabra de Dios no eres un discípulo de Jesús. Para terminar nuestro estudio antes de orar, quiero que leamos dos versículos, el primero es Juan 15:10, ya lo leímos hace unos momentos atrás, dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”, y el otro versículo que quiero que leamos es una promesa, la encontramos en el mismo capítulo de Juan capítulo 15 en el versículo 7, dice: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Muchos creyentes oran hoy, sin embargo, Dios no hace caso a sus oraciones, ¿por qué? Porque no permanecen o no viven en la Palabra, si quieres que Dios conteste tus oraciones tendrás que practicar la disciplina de vivir en la Palabra. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por facilitarnos la manera de seguir a Jesús por medio de tomar la cruz de la disciplina y así crucificar nuestros deseos y voluntad para permitirnos hacer tu voluntad. Dios, nosotros sabemos que nuestro Salvador vivió para hacer tu voluntad y que no se preocupó ni siquiera por su propia vida, sino que la dio en obediencia a tu voluntad. Nosotros queremos seguir en las pisadas de nuestro Salvador, ayúdanos, Señor a prestar más atención en tu Palabra porque ella nos enseñará cómo vivir de una manera que te honrará, todo esto lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 08, 2022
Disciplina: Cruz De Los Discípulos

Disciplina
¿Te puedes imaginar en un mundo en donde la disciplina no existiera? Piensa en los accidentes de tráfico, nadie le haría caso a los semáforos, nadie se detendría en los “Alto”, ¡Que horrible! Un mundo sin disciplina sería un mundo de completo desorden, no se llegaría a ninguna parte pues, cada quien haría lo que le viniera en gana. En las cosas espirituales es igual, se necesita de la disciplina, sin disciplina los que están en el ejército del Señor nunca llegarían a ninguna parte, el reino celestial no crecería, habría completa confusión y lamentablemente tal es el caso de la mayoría de los cristianos, las iglesias del Señor en nuestro mundo están llenas de soldados holgazanes e indisciplinados. Quizás sea por falta de buenos líderes, quizás sea por falta de entendimiento de parte del soldado, no sé a qué se deba en todos los casos, pero de algo sí estoy seguro: que Satanás se goza de la triste situación en que está el ejército del Señor y todo se debe a una falta de disciplina. Lo que pasa es que hay muchos cristianos hoy día pero muy pocos discípulos, digo que hay pocos discípulos por la sencilla razón de que hay pocos cristianos disciplinados en practicar lo que enseñan las Sagradas Escrituras, Jesús nos dice lo que es un verdadero discípulo en el libro de Lucas capítulo 9 versículo 23, él dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. En este versículo encontraremos tres principios que hacen que una persona sea un discípulo verdadero de Jesús. La primera cosa que hace que uno sea un verdadero discípulo es el negarse a uno mismo, la segunda cosa es tomar uno su propia cruz y la tercera cosa es simplemente seguirlo, el problema nuestro será comprender cómo o qué significa en pleno siglo 20 negarse a uno mismo, tomar la cruz y seguir a Jesús, hoy deseo que pasemos un rato pensando en lo que significa todo esto, porque yo estoy convencido de que en estas tres cosas está el éxito del avance de la iglesia de Jesús en el mundo en que vivimos. Hablemos primeramente el asunto de negarse a uno mismo, Jesucristo no es persona que trata de rodear los asuntos, Él se lanza directo al grano, con toda sinceridad Él dice que si alguien quiere caminar en sus pisadas va a tener que negarse a sí mismo, no hay nadie quien nos conoce mejor que nuestro Creador, siendo el Creador de todas las cosas Jesús sabe que el hombre es un ser egoísta y sin rodear el asunto le dice que tiene que dejar de pensar únicamente en sí y comenzar a pensar en Dios poniéndole en primer lugar en su vida, de otra manera nunca servirá para nada, entre tanto el hombre se considera un Dios, estará compitiendo con su Creador y Dios no tiene que tolerar semejante insolencia. Es necesario que el hombre comprenda que Dios es su todo y no es hasta ese momento que el hombre podrá realizar la razón por la cual fue creada, Jesucristo dio el ejemplo de lo que es negarse a uno mismo para cumplir la voluntad de Dios Todopoderoso, en Filipenses 2:5-8 nos enseña que en “nosotros debe haber el mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Ahora, si Jesús siendo Dios pudo negarse a sí mismo, humillándose para hacer la voluntad de su Padre, ¿quiénes somos nosotros para pensar que no debemos humillarnos a nadie ni siquiera a Dios? Los hombres de nuestra era son increíblemente jactanciosos, se creen dueños de sus destinos y viven como si no tuvieran que rendir cuentas a nadie, yo mismo me he sorprendido de la misericordia de mi Padre Celestial, ¿por qué tolerará la repugnancia del pecador? Porque le ama y también porque sabe lo que le espera en la eternidad, por eso no le borra de la faz de la tierra, en su bondad y paciencia siempre le brinda al pecador una oportunidad más y quizás pudiera yo comprender la razón por la cual el hombre impío actúe con tanta arrogancia, pero de veras no entiendo por qué los cristianos a veces actuemos de la misma manera. Yo sé que está en nuestra naturaleza carnal el actuar así pero por esa razón es que Jesús nos dice que nos neguemos, habiendo obtenido el perdón de nuestros pecados y habiendo heredado la vida eterna, los cristianos debiéramos estar dispuestos con gozo a dar nuestras vidas a aquel quien dio su vida para rescatarnos de las llamas del infierno, debiéramos estar totalmente dispuestos a entregar nuestras vidas para que otros puedan obtener la misma herencia que nosotros hemos recibido por creer de corazón en Jesús, para ayudarnos con este asunto de negarnos a nosotros mismos Dios nos ha dado el mandato de tomar nuestra cruz. He oído decir a muchas personas que nuestra cruz puede ser una enfermedad, la pobreza o alguna carga que tenemos llevar de por vida, pero yo no estoy de acuerdo, más bien pienso que la cruz es disciplina, siento que cuando nuestra naturaleza carnal quiere dominarnos y hacer que seamos desobedientes a la voluntad de nuestro Dios, debemos tomar nuestra cruz y crucificar esos deseos, o sea, abstenernos de hacer el mal por medio de seguir una disciplina que va de acuerdo a lo enseñado en la Biblia. Al llevar vidas disciplinadas seremos obedientes a la voluntad de nuestro Dios, así más o menos como el soldado es obediente al que le domina en rango, solo que nosotros lo seremos debido a que amamos a nuestro Dios y queremos complacerlo. Seguir a Cristo no es fácil, lo sé. No es fácil porque Dios no nos quiere a medias, Él quiere que le brindemos nuestro todo. En estos momentos me estoy acordando de un relato en la Biblia donde cierto hombre rico vino a Jesús y le preguntó lo que tenía que hacer para heredar la vida eterna, el hombre le dijo que él le había guardado los mandamientos desde su juventud pero cuando Jesús le dijo que entregara sus riquezas a los pobres y que le siguiera, el hombre se fue triste porque no estaba dispuesto a dar su todo y para ser discípulo verdadero uno tiene que dar todo lo que tiene al Señor para usarlo como Él quiere, el asunto es que al hacer esto Dios bendice a uno en gran manera, tal fue el caso de Abraham, ¿te acuerdas? Dios le dijo que subiera a un monte y que le ofreciera la vida de su hijo Isaac en sacrificio y aunque Abraham no comprendiera el mandato de Dios no vaciló sino que subió al monte, amarró a su hijo y ya estaba por sacrificarle a Dios cuando un ángel le detuvo por su acción de obediencia Dios le bendijo en gran manera y tal será el caso de todo aquel que obedece a Dios y hace lo que Él le pide, seguro está que el mundo necesita de más discípulos hoy, hombres y mujeres, jóvenes y señoritas y niños cristianos que se niegan a sí mismos, quienes toman su cruz cada día y siguen en las pisadas del Señor Jesús. Hace unos momentos te dije que la cruz que debíamos tomar era una vida disciplinada, si Dios nos lo permite en nuestro siguiente estudio hablaremos de una de las disciplinas que debe llevar el discípulo, en realidad yo creo que la cruz del discípulo involucra cuatro disciplinas, creo que involucra vivir en la Palabra, orar, tener compañerismo y testificar. Espero que estarás conmigo en nuestro próximo contacto cristiano para hablar de este asunto de vivir en la Palabra pero antes de despedirnos vamos a tener una palabra de oración. Padre, hemos comprendido hoy la necesidad de la disciplina en nuestras vidas para que otros puedan ver un orden en nuestras vidas lo cual los conducirá a los pies de nuestro Señor Jesús, hemos notado que debemos negarnos a nosotros mismos y a nuestros deseos carnales, debemos tomar nuestra cruz, o sea una medida disciplinaria con qué domar nuestras vidas para ejercer espiritualmente, necesitamos seguir en las pisadas de nuestro Salvador. Padre, pedimos que usarás estos estudios para guiarnos a una vida más ordenada que será de tu agrado y que traerá honra a tu nombre, lo pedimos en el precioso nombre de Jesucristo. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 07, 2022
Agua Dulce O Amarga

Practica Hace Perfección
La mejor manera de volverse experto en algo es hacerlo una y otra vez, entre más veces hace algo uno más fácil se vuelve la tarea, de tal manera que uno se vuelve tan familiarizado con lo que está haciendo que hasta lo puede hacer con los ojos vendados. Llega el momento cuando por hacer una cosa tantas veces, esa cosa se vuelve hábito. Cuando se vuelve un hábito, ya uno lo hace sin pensar, solo funciona, solo actúa, pero lo hace sin meditar en lo que hace.   Cuando tú te levantas en la mañana, ¿cuál zapato te pones primero? Escúchame bien, si tienes ya el hábito de ponerte el zapato izquierdo primero, aunque el derecho esté más cerca, siempre te pondrás el izquierdo. Lo que pasa es que hacemos una cosa tantas veces que nos metemos en una rutina una vez que estamos en esa rutina, nos sentimos confortables, nos volvemos expertos en hacer la rutina y sacarnos de la rutina es atrasarnos.   Últimamente hemos estado hablando acerca de lo que expresamos con nuestra boca, hemos usado como textos de referencias a Santiago 3:11 que dice “¿Acaso una fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Una pregunta, si uno desde que tuviera siete años hubiera comenzado a hablar cosas sucias y había estado hablando así por 28 años, ¿Le sería fácil quitarse esas palabras de su vocabulario diario? No, no va a ser fácil. ¿Por qué? Porque ya se hizo rutina, ya se volvió hábito y uno esta, adicto a ello, ya la palabra sale de su boca sin que uno se dé cuenta, ya no controla su vocabulario uno si no que su vocabulario lo controla a él, se ha vuelto experto en pronunciar palabras sucias. Pero por otro lado si desde la niñez se hubiera dedicado a hablar con educación, hoy hablaría educadamente y ni se preocupará por decir una palabra obscena porque no tendría el hábito de hacerlo. La Biblia en Santiago 3:13-17 nos habla de dos clases de sabiduría, la sabiduría terrenal y la de lo alto. Vamos en nuestra Biblia a esta cita y vamos a ver que podemos aprender hoy. Santiago 3:13-17 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. Una de las sabidurías que menciona aquí es terrenal, animal, diabólica. Esa es la sabiduría que la mayoría de las personas conocen, cuando uno habla va a hablar o expresarse de acuerdo a una sabiduría. Cuando un padre le grita a su hijo: Mejor nunca hubieras nacido. Esa sabiduría no es de lo alto. Cuando un hombre le dice a su esposa: Ojalá nunca te hubiera conocido. Eso no es producto de la sabiduría de lo alto. Cuando salen palabras deshonestas, groseras y sucias de tu boca, eso no es sabiduría de lo alto, entonces ¿Qué sabiduría es? Es sabiduría terrenal, animal, diabólica. La ley del humanismo dice que, si se siente bien, debes hacerlo, necesitas desahogarte no guardes esas cosas adentro de ti, exprésate. Si la otra persona no es suficiente estable para aguantar lo que le dices, eso es problema de él. Ya sabes cuál es la ley de la selva, la del animal, la del animal el más fuerte gana. Y en cuanto a diabólico eso simplemente significa que hay demonios quienes están promoviendo el hecho de que te expreses de una manera que desagrade a Dios. Dios no quiere que hables mal, los demonios harán todo lo que pueden hacer para que lo hagas. Pero cuando hablamos inspirados por la sabiduría de lo alto, expresaremos cosas buenas y puras, nuestras palabras promoverán la paz y la tranquilidad, seremos amables en nuestras expresiones, misericordiosos y bondadosos. Nos expresaremos con certeza y sin hipocresía. Eso es lo que sucede cuando uno habla guiado por la sabiduría que viene de Dios.   ¿Qué podemos hacer para expresarnos bien y que salga de nuestra boca palabras que agradan a Dios? Bueno hay dos cosas: En primer lugar, tienes que conocer y tener en ti la sabiduría que viene de lo alto. Y, en segundo lugar, tienes que reprogramar y comenzar a practicar esa sabiduría. Si uno no tiene a Cristo en su corazón, si nunca se ha arrepentido de sus pecados e invitado a Cristo entrar en su vida aceptándole como único y suficiente Salvador, no puedes saber lo que es sabiduría de lo alto. Esto lo digo porque si uno no ha recibido a Jesús como Salvador no ha nacido espiritualmente a la familia de Dios y una persona que no ha nacido espiritualmente no puede entender las cosas de Dios, aunque la sabiduría de lo alto le estuviera viendo cara a cara, él no lo aceptaría como tal pues él no es espiritual y no puede entender asuntos espirituales. 1 Corintios 2:14 nos dice “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. No soy ignorante al hecho de que mientras estoy hablando de este tema hoy, alguien está diciendo: Hermano Ricardo hoy si se pasó, dice que cuando hablamos somos guiados por el Espíritu Santo o por demonios, hoy sí que se le cayó un tornillo de la cabeza. Sin embargo, también sé que aquellas personas que han recibido a Jesús saben exactamente de lo que estoy hablando, para algunos esto es nuevo y están diciendo: yo nunca había visto este asunto desde este punto de vista, voy a tener más cuidado cuando abro mi boca. Y precisamente para ellos es este estudio, pero al mismo tiempo sé que el Espíritu Santo de Dios está tocando otros corazones, abriendo ojos y permitiendo que la luz de la verdad penetre a la mente de ciertas personas, atrayéndolas a los pies de Cristo. ¿Cómo lo sé? Sabiduría de lo alto, la Palabra de Dios. Y si no creyera eso con todo mi corazón no estaría aquí perdiendo mi tiempo y dinero de cientos de hermanos en la fe quienes te aman y quieren tu bienestar espiritual. Así que el primer paso para entender lo que es sabiduría de lo alto es aceptar a Jesús en tu corazón depositando toda tu confianza en Él.   El segundo paso para expresarnos bien y decir cosas que agradan a Dios es reprogramar nuestra mente y comenzar a practicar esa sabiduría de lo alto. Efesios 4:22-24 dice “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Más abajo en el mismo capítulo, el versículo 31 dice “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. Ya se sobre entiende que esto se va haciendo sobre un lapso de tiempo, pero si es necesario que se tomen pasos afirmativos en esta dirección. Ósea que cada día que pasa debemos ser un poco mejor que el día anterior en este asunto de nuestro hablar. Debemos reprogramar nuestra mente, ser obedientes a la Palabra y poner en práctica principios que agraden a Dios, teniendo cuidado de lo que sale de nuestra boca. No será fácil, requiere trabajo y un deseo sincero de mejorar.   Con esto llegamos al final de nuestra serie de estudios titulados “Agua dulce o amarga”, espero que los estudios hayan sido de bendición a tu vida. Te digo que al prepararlos me he acordado de algunas cosas que se me habían olvidado y voy a tener que tener más cuidado en la forma en la que yo me expreso, el asunto es que la práctica traerá perfección. Si practicamos ser controlados por la sabiduría de lo alto llegaremos a expresarnos de una manera que agrade a Dios y no seremos fuentes que echen agua dulce y amarga al mismo tiempo.   Vamos a orar. Padre ayúdanos a mostrar tu amor por medio de expresar con nuestras bocas, sabiduría de lo alto, cada día queremos mostrar un hablar que te honrara. Sabemos que la lengua es un miembro difícil de controlar, pero si vivimos entregados a ti tendremos la ayuda que necesitamos para poder vencer. Eso lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 04, 2022
Agua Dulce O Amarga

Por Sus Frutos Los Conocerás
Cuando tú abres tu boca para hablar, ¿salen cosas constructivas o destructivas? ¿Quién está en control de lo que dices? Jesucristo hace una interesante observación en el libro de Lucas 6:43-45, Jesús dice “No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Ósea, si una persona tiene un corazón puro, tierno y sincero ¿Qué saldrá de su boca? Así es, cosas buenas. Y si uno habla perversidades con su boca, ¿Qué tendrá o cómo será su mente y su corazón? Es razonable que un árbol de naranjas produzca naranjas y no manzanas. También es razonable que una persona buena emite cosas buenas con su boca. Como siempre, yo voy a reconocer dos fuerzas que controlan al hombre, todo ser humano se permite ser controlado por las fuerzas del bien, cuyo autor es Dios, o por las fuerzas del mal, cuyo autor es Satanás. Cuando una persona se expresa verbalmente, lo que dice vendrá bajo la influencia de Dios en su vida, o bajo la influencia de poderes malignos. Nosotros sabemos bien que los cristianos deben ser dominados por el Espíritu, también sabemos que, si el Espíritu está controlando nuestro hablar, de nuestra boca saldrán palabras que edifican, palabras que dan vida. La lengua es uno de los miembros del cuerpo más difíciles de controlar. Escucha lo que la Biblia dice de la lengua en Santiago 3:2-11 “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Te fijas. He ido a circos donde he visto a un entrenador meterse en una jaula con tigres y leones salvajes, he admirado como el entrenador con un simple mandato y un sonar de latigazo ha hecho que esos animales hagan cosas increíbles, pudiendo lanzarse sobre el entrenador y con una sola garra partirle en dos. Si, los hombres han logrado dominar a animales feroces y peligrosos, pero no pueden dominar un miembro pequeño de sus propios cuerpos como lo es su lengua, increíble, ¿verdad? Ponte a pensar que la mayoría de las guerras que han sido iniciadas no se iniciaron con un golpe sino por algo que alguien dijo. Todos conocemos a personas quienes no han ni terminado de escuchar algo y ya les pica la lengua por ir y encender un fuego en oídos de otra persona. Quizás tú y yo mismo hemos sido culpables de hacerlo. Han habido veces cuando yo me he dominado y he dicho: No voy a decir nada. Pero después de pocos minutos simplemente no aguante y las palabras salieron de mi boca como agua de una presa que se acaba de reventar. A ti también te ha pasado, ¿Verdad? Lo malo es que después he sentido un desanimo enorme, es como si fracase, es como que ya no estaba en control de mí mismo. Lo que más me molesto es que sabía que Dios no estaba contento conmigo, le había fallado. Siempre me he acordado de un coro que aprendí cuando era niño, va así: “Enséñame Señor, mi lengua refrenar, enséñame Señor, que no quiero pecar, auméntame la fe y dame entendimiento para que con mi vida yo pueda ser ejemplo”. Si tan solo pudiéramos controlar lo que decimos. El asunto nuevamente es que nuestra lengua hablara de acuerdo a quien está en control. El diablo sabe muy bien que él no nos puede tocar en lo espiritual, pero si puede tocar nuestra carne, nuestro cerebro y toda la parte física. Durante toda nuestra vida nosotros podemos adquirir sabiduría, pero esta sabiduría vendrá de dos fuentes: Vendrá de Dios o vendrá del Diablo. Santiago 3:14 y 15 dice “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica”. Cuando hay amargura en nuestras vidas o estamos molestos con alguien, Satanás se encargará de bombardear nuestra mente con sabiduría maligna mostrándonos como vengarnos. Dios nos dice que perdonemos y que Él se encargara de la venganza, quizás Él está usando la situación para traer salvación a la vida del otro individuo. Pero el asunto es que en ese momento con esos sentires en nuestro ser nosotros vamos a reaccionar, vamos a hablar y ¿Qué va a salir de nuestra boca? Bueno si hablamos debido a un ego herido guiado en dolor y auto lastima por la dirección de demonios, vamos a hablar mal de la persona que nos ha hecho daño. Pero si hacemos caso al Espíritu Santo de Dios, no atacaremos verbalmente ni físicamente al individuo, oraremos por esa persona y dejaremos que Dios haga en la vida de ellos lo que hizo en la nuestra. La lengua es simplemente otro miembro de nuestro cuerpo el cual puede ser utilizado para bien o para mal, para construir o derrumbar, para vida o para muerte. Romanos 6:12 y 13 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”. Nunca debemos permitir a Satanás el uso de nuestra lengua para hacer daño a otros. En más de una ocasión he visto a un padre o una madre fastidiada con el comportamiento de un hijo decirle: Ojalá nunca hubieras nacido. Sabes tú ¿cuánto daño le hicieron a ese niño con esas palabras? ¿Sabes cuanta destrucción causaron en su vida? O que tal cuando el marido le dice a la esposa: Nunca te hubiera conocido, me hubiera casado mil veces con fulana de tal. Cuando reaccionamos de esa manera destruimos, y esa destrucción no viene de parte del liderazgo de Dios en nuestra vida, viene de parte de Satanás. ¿Qué sale de tu boca? Si al hablar con otros tus palabras edifican, traen gozo, consuelo y ánimo, entonces se notará que hay algo bueno en ti. Pero si solo salen críticas, enojo, amargura y suciedad, pues no diría yo que es Cristo el centro de tu vida. Tampoco podría razonar que eras una persona que estaba siguiendo la dirección del Espíritu Santo en su vida. Si, lo que hablamos, lo que sale de nuestra boca es muy importante porque es seña de lo que somos. Cuando una persona abre la boca podemos aprender mucho, podemos determinar si es estudiado o no, podemos saber de donde es por su acento o idioma que habla y también podemos determinar con el tiempo su nivel de espiritualidad. ¿Acaso una fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? ¿Qué sale de tu boca? Vamos a orar. Padre gracias te damos por esta valiosa información, a veces pensamos que lo que nosotros decimos no tiene ninguna importancia, pero hoy vimos que sí. Padre perdónanos por cada vez que hemos permitido que nuestra lengua fuera usada para mal y ayúdanos desde hoy en adelante a controlar lo que decimos pensando antes de hablar. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 03, 2022
Agua Dulce O Amarga

Lo Que Dios Odia
Todos sabemos que Dios es amor, pero ¿sabías tu que Dios tiene también la capacidad de odiar? Esto sorprende a muchas personas, pero es la verdad. En nuestro estudio hoy vamos a hablar de algunas cosas que Dios odia y espero que si tenemos algunas de estas cosas que Él odia en nuestras vidas que haremos algunos cambios de inmediato para expulsarlas de nuestras rutinas. Últimamente hemos estado observando lo que sale de nuestra boca, las palabras que decimos expresan los sentimientos de nuestro corazón, hemos visto que una fuente no echa agua dulce y amarga a la vez y estamos llegando a la conclusión de que el cristiano siempre debe expresarse positivamente debido a lo positivo que hay dentro de él.   Vamos en nuestra Biblia a Proverbios 6 y vamos a leer los versículos 16 al 19. Proverbios 6:16-19 dice así “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”. Tres de las cosas que mencionan estos versículos tienen que ver directamente con nuestra boca: la lengua mentirosa, el falso testigo y el que siembra discordia entre hermanos. Al comenzar el estudio te pregunte si sabias que Dios tiene la capacidad de odiar, pero en este pasaje el autor nos dice que Él no solo odia, sino que aborrece, no sé cuál de estos términos te suena más fuerte, pero yo preferiría ser odiado que aborrecido. Pero Dios no termina ahí, Él dice que el abomina estas cosas. ¿Alguna vez ha mentido? ¿Alguna vez testificaste falsamente? ¿Alguna vez sembraste discordia entre hermanos? Quiero decirte que, si lo has hecho, hiciste mal, porque Dios odia, no, Dios aborrece, no, Dios abomina esas cosas. ¿Por qué Dios odia estas cosas? Y eso es nuestro tema hoy.   Hay un sin número de razones por las cuales Dios odiaría la mentira: En primer lugar, yo diría que es porque el autor de la mentira es el enemigo más grande de toda su creación, Satanás. Las Sagradas Escrituras nos indican en Juan 8:44 que el diablo es mentiroso y padre de mentira, cualquier persona que practica la mentira está recibiendo dirección de Satanás en hacerlo, por esa sencilla razón es que Dios odia la lengua mentirosa. Dios es verdad, y cualquier cosa que va en contra de la verdad se opone a Dios.   En segundo lugar, creo que Dios odia tanto la lengua mentirosa porque es el arma que Satanás usa para desviar a la humanidad del camino de la salvación. Yo te digo que todo hombre es pecador, te digo que la paga del pecado es eterna separación de Dios en un lugar de tormento, te digo que la única manera para escapar uno de dicha condenación es por medio de arrepentirse uno de sus pecados, pedir perdón de Dios y aceptar a Jesús como el único Salvador, te digo que el que hace esto ya no es condenado, sino que tiene vida eterna y al morir va al cielo para estar con Dios todo poderoso por toda la eternidad. También te digo que el que no se arrepiente de sus pecados para pedir perdón de Dios y no tiene a Jesús Cristo como su único y suficiente Salvador, al morir va a ir después del juicio a un lugar de eterno tormento. Claro está que otros te dirán que estoy mintiendo y ellos te darán sus propias opiniones en referencia a la vida, a la muerte y al más allá, si es que creen en un más allá. ¿Cómo te darás cuenta tú de quien dice la verdad? Por medio de comparar lo dicho con lo que Dios dice en su Palabra, su Palabra dice la verdad, pero ¿Sabes cuál es el problema? El no creer a Dios, por eso es que Dios odia la mentira. El ofrece salvación en Cristo, pero la gente no quiere creer la verdad y ese no creer los va a llevar al infierno y por eso Dios odia la mentira.   Otra cosa que odia Dios es el testigo falso y ¿Quién es un testigo falso? Pues todo aquel que no dice la verdad. Toda persona que te dice que no tienes que hacerle caso a la Biblia es un testigo falso. Todo aquel que te asegura algo del cual él mismo no está seguro es un testigo falso. ¿Por qué una persona haría tal cosa? Por la sencilla razón de que han sido engañados o por alguna ganancia propia. Y aquí es donde entra aquel famoso título que llevan muchas personas, el título de chismoso. Sabías tú que, si tú cuentas algo de otra persona y no te consta que es la verdad lo que dices, que ¿eres un falso testigo? Si, estas dando un testimonio que no es verdad y esto es algo Dios no solo odia, sino que aborrece. No me acuerdo donde, pero en alguna parte leí o escuche una ilustración de una niña que acababa de decir todas clases de cosas acerca de otras personas, la niña había causado bastante daño cuando su padre la llevo a una torre alta, le dio una bolsa de plumas y le dijo que las vaciara todas al aire, miles de plumas lentamente cayeron al suelo el padre le dijo a la niña que bajara de la torre y recogiera cada pluma, ella comenzó a recogerlas una por una pero la tarea se le hacía imposible pues el viento las llevaba fuera de su alcance. Finalmente, la pequeña hija se sentó y comenzó a llorar pues sabía que nunca iba a poder terminar. Fue entonces que su padre le dijo: hija, así como se te será imposible recoger todas las plumas que lanzaste con tanta alegría al aire, así también te será imposible arreglar o regresar todas las mentiras que has dicho y que han causado tanto daño a tantas personas. La próxima vez antes de hablar piensa en esta lección. Dios odia al testigo falso porque tarde o temprano la mentira por pequeña que sea, crecerá y causará daño, destrucción y dolor a alguien. Creo que lo más importante en todo esto es entender que una mentira no cambia la verdad, y es la verdad la que va a salir ganando al final. Es cierto que la mentira da una victoria momentánea, pero al final de todo es la verdad la que permanecerá en pie. Marcos 4:22 dice “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”. Quizás piensas que nadie se dará cuenta de tu testimonio falso y que saldrás con la tuya, pero déjame decirte que la verdad se sabrá.   Una cosa más que Dios odia es el que siembra discordia entre hermanos. Todos hemos tenido relación con este evento, tal vez cuando niños queríamos ser amigos con alguien, pero esta persona ya tenía su mejor amigo, así que nosotros sembramos una mentira o quizás una verdad con el fin de deshacer la amistad. O tal vez durante el tiempo de noviazgo nos gustaba alguien, pero ya tenían otro pretendiente así que dijimos algo por aquí y algo por allá, con el fin de deshacer el noviazgo y así entrar nosotros en acción. Todos hemos conocido a personas que aparentan recibir gran satisfacción al lograr poner enemistad entre dos amigos, lo hacen sin ningún propósito, lo hacen por puro gusto, y esto es algo que Dios aborrece.   Bueno sería que todos le hiciéramos caso a las palabras del salmista, quien en Salmos 34:11-14 dice “Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré. ¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela”. ¿Qué sale de tu boca, agua dulce o amarga? De tu boca saldrá lo que de veras hay en tu corazón, cuídate del mal, piensa antes de hablar, ten cuidado de lo que dices. Dios odia, no, Dios aborrece la lengua mentirosa, el falso testigo y el que siembra discordia entre hermanos. Si has estado practicando cualquiera de estas tres cosas, deja de practicarlas porque te ira muy mal y de eso puedes estar muy seguro.   Vamos a orar. Padre tengo que admitir que yo he sido culpable de cometer estas tres cosas, te doy gracias por tu perdón y te pido que me ayudes a no volverlas a hacer, porque sé que Tú odias estas cosas. Espero que uses el estudio de hoy para iluminar el entendimiento de muchos para que puedan conocer la verdad, la cual los hará libres. En el nombre de Cristo te lo pido. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 02, 2022
Agua Dulce O Amarga

Una Persona Es Lo Que Sale De Su Boca
Hay poder en lo que decimos, si hablamos negativamente, hablamos destrucción y muerte. Si hablamos positivamente con nuestras palabras edificamos y damos vida. En Santiago 3:11 encontramos la pregunta “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Nosotros sabemos que esto es imposible, o saldrá agua dulce o saldrá agua amarga, pero no pueden salir los dos, sin embargo, nosotros encontramos que en un momento estamos alabando a Dios y segundos después nos encontramos maldiciendo al hombre que fue creado a imagen y semejanza de Dios y esto no debe ser así. Fácilmente podemos saber mucho acerca de una persona cuando la vemos en su ambiente natural por medio de su forma de expresarse, podemos juzgar el carácter de las personas por lo que sale de sus bocas. Tuve que decir que conocemos a las personas en su ambiente natural porque muchos han aprendido a fingir, por ejemplo, si quieres conocer de verdad a alguien no debes ir a una iglesia para ver como son porque las personas cambian cuando van a la iglesia, ahí cambian su forma de hablar, actuar y en fin todo. Pero al verlos en el trabajo o en la escuela o en el hogar son totalmente diferentes, por eso es que uno debe estudiarlos en su ambiente natural. Escucha lo que nos dice Mateo 12:34-37 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Jesús dice “de la abundancia del corazón habla la boca”. Ósea en otras palabras, uno es lo que habla, con esto quiero decir que podemos determinar el corazón de una persona por lo que expresa en palabras. La mayoría de los cristianos hoy día no caminan bajo la dirección del Espíritu Santo, conste que el Espíritu está en y con toda persona que ha recibido a Jesús como Salvador, pero muchos no permiten al Espíritu Santo tener el control de sus vidas ¿Cómo lo sé? Porque los oigo hablar, un momento están hablando bonito y momentos después salen de sus bocas palabras sucias, deshonestas y destructivas, esto me indica que hay algún problema en su relación con Dios.   Vamos a observar varias cosas que indican algo acerca de nuestra relación con Dios, a lo mejor aprendemos algo hoy que cambien nuestras vidas para siempre. ¿Alguna vez has escuchado el término chisme? Jesús dice “yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”. Para ser específico, una palabra ociosa es cualquier palabra que no lleva en sí vida o poder. Cuando nosotros vamos a hablar de otra persona debe ser en oración o alabanza, siempre debe ser positivo lo que sale de nuestra boca. Cuando una persona viene a ti con un problema, no es tiempo para destruir a esa persona sino ayudarla y eso no se puede lograr por medio de críticas negativas en contra de su carácter. Uno puede señalar los errores del individuo sin matarle. El chisme viene cuando no somos parte del problema ni parte de la solución al problema. Si tú no tienes que ver con un problema y no puedes resolver el problema, debes quedar callado, de otra manera vas a causar mucho dolor y serás un instrumento que Satanás utiliza para destrucción. Si te arde la lengua por hablar, hable con Dios pidiendo ayuda por la persona, lo que hablamos aparte de oración y alabanza cuando se trata de otros individuos es malo.   Cuando alguien viene a ti para hablar de otra persona ¿Te unes a él en disolver verbalmente al carácter de esa persona? O ¿Comienzas a orar por esa persona? ¿Cuál de estas dos cosas haces? Hice esta pregunta porque ella te dirá algo referente a tu relación con Dios. Si comienzas a criticar a la persona solo vas a crear otro conflicto y después lo vas a lamentar diciendo: “Y yo porque abrí mi boca”.   La cosa que más daña el caminar del cristiano y su acercarse a Dios es su propia lengua. En mi vida me he acercado a Dios muchas veces para luego sentirme lejos de Él, al hacerme un auto examen cada vez mi fracaso ha sido por mi lengua, por confesar o hablar negativamente, por destruir el carácter de algún hermano o hermana en la fe por medio de expresar negativamente sus faltas. ¿Sabes lo que dice la Biblia en cuanto a esto? 1 Corintios 10:12 dice “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. A veces cuando comenzamos a criticar a otros se nos olvida que nosotros también solo somos pecadores salvos por la gracia de Dios, y si no fuera por Jesús, estaríamos en camino al infierno. Pienso que eso nos ayudaría a taparnos la boca un poco, ¿Verdad? Uno de los diez mandamientos es, no matarás. La mayoría de nosotros podemos gozarnos de la realidad de que no hemos matado a nadie, pero ¿Es cierto eso? ¿Cuántas veces hemos asesinado el carácter de una persona por hablar mal de ella? Tú me dices: Hermano Ricardo, ya pasaste a lo ridículo. Pero piénsalo, si Jesús dice que si miramos a una mujer para codiciarla en nuestro corazón, que hemos cometido adulterio con ella. ¿Por qué hayas raro que podamos matar a una persona por medio de asesinar su carácter con nuestra boca?   Otro problema en que nos mete nuestra boca es en hacer promesas que no tenemos pensado hacer cumplir. Eclesiastés 5:4-5 “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas”. Cuando tenía unos 16 años de edad mi padre me regalo un automóvil pequeño en el cual pude movilizarme de un lugar a otro. Después de haberlo tenido por poco tiempo en la locura de mi juventud se me metió la necedad de venderlo y comprar una motocicleta y tener un dinero de sobra para ahorrar en el banco. Supe que la única manera de que todo me saliera bien seria tomar en cuenta a Dios pidiendo su ayuda en el negocio que iba a realizar, ore y le pedí ayuda prometiéndole el 10% de lo que ganaría en la transacción, no tenía que prometérselo, pero pensé que eso le aumentaría sinceridad a mi petición. Cuál fue mi sorpresa cuando en menos de una semana se me acerco un individuo que me hizo una oferta de una motocicleta con buena cantidad de dinero en efectivo, le di gracias a Dios y entre al negocio, pero no di de inmediato el diezmo que había prometido. Por varios días anduve de arriba para abajo en la motocicleta, divirtiéndome en grande y cuando el Espíritu Santo me hablaba del diezmo que había prometido, le dije que se lo iba a dar pero que solo deseaba andarlo en la bolsa por unos cuantos días más. Pasaron las semanas y nunca di el diezmo, un día me accidente en la motocicleta, Dios me tuve misericordia y yo no me lastime, pero la motocicleta quedo en muy mal estado y gaste todo el dinero en repararla, pero nunca quedo buena. Perdí el carro, la motocicleta y todo el dinero simplemente porque le prometí algo a Dios y no cumplí, fui insensato. Lo único bueno de todo ello fue que aprendí mi lección, uno no puede mentirle a Dios, no conviene.   Nuestra boca enseña en realidad lo que somos, nuestra boca nos mete en problemas muchas veces y es por eso que necesitamos tener mucho cuidado de lo que decimos. Eclesiastés 5:6 y 7 “No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, temes a Dios”. Es necesario que tengamos más cuidado de lo que sale de nuestra boca ¿Por qué? Porque la boca nos puede hacer pecar. No sería malo que adaptáramos a nuestras vidas la práctica de pensar antes de hablar, si lo hiciéramos no tendríamos tantos problemas. “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Claro que no, lo que decimos expresa lo que somos así que tengamos cuidado de lo que sale de nuestra boca. Vamos a orar. Padre a veces tomamos muy en serio cosas como el adulterio, asesinato y asuntos así, pero estamos viendo en tu Palabra que hay otras cosas que no tomamos ni en cuenta pero que están perjudicando nuestra relación contigo. Señor pedimos sabiduría para ayudarnos a pensar antes de hablar y pedimos que nos ayudes en hacer los cambios necesarios en nuestras vidas para que lo que hagamos y digamos sea de tu agrado. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 01, 2022
Agua Dulce O Amarga

¿Qué Sale De Tu Boca?
El hombre en su inteligencia ha logrado alcanzar muchas cosas, hemos podido dominar muchas cosas. Nuestra ciencia nos ha llevado a nuevos horizontes conquistando terrenos desconocidos. En algunos casos hemos logrado dominar lo imposible haciendo que el hombre viaje a gran velocidad a ambientes donde no es ni adecuado existir. Sí, es cierto, el hombre ha podido dominar muchas cosas, pero hay algo sencillo que le ha causado mucho dolor y por mucho que intenta no ha podido dominar, esta cosa indomable es tan pequeña, pero sin embargo a causadas guerras entre naciones, ha herido mortalmente a gente inocente. Esta cosa es tan pequeña, pero se jacta de grandeza.   Si tienes tu Biblia, quiero que me acompañes al libro de Santiago, vamos al capítulo dos y leamos los versículos siete al once, en estos versículos encontraremos algo escrito sobre esta cosa que el hombre no ha podido dominar. Santiago 3:7-11, leamos “Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. ¿Qué te parece? Tú esperabas otra cosa, ¿verdad? No la lengua, pero es cierto. La lengua ha causado gran dolor al hombre simplemente porque es un miembro del cuerpo que él no ha podido controlar. Creo que lo más importante en el texto que terminamos de leer es la pregunta del versículo once “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Y a esta pregunta yo añado otra ¿Qué debe salir de nuestra boca? Esto será el tema de nuestros siguientes estudios, ¿Importante? Claro que sí, porque si vamos a vivir vidas que agradan a Dios, vamos a tener que aprender a mantener cerradas nuestras bocas cuando nuestra lengua quiere expresar cosas negativas, ósea agua amarga.   Es el deber de cada cristiano aprender a dominar y controlar su lengua de manera que no exprese maldad. 1 Pedro 3:10 dice “El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño”. Es por su propio bien que el cristiano debe aprender a no hablar negativamente. El hablar positivamente trae una disposición que es saludable, Satanás es quien induce el hablar negativamente, él es el padre de la maldad, las mentiras, el engaño, el maldecir, las blasfemias y en fin el padre de todo lo negativo. Así que cuando uno habla y ejerce negativamente su lengua, está siendo un instrumento para el diablo. Por eso es que Romanos 6:12 y 13 nos amonestan en contra de permitir que el pecado reine en los miembros de nuestro cuerpo. Nos dice que no debemos presentar nuestros miembros al pecado como si fueran instrumentos de iniquidad. Poner una pistola en manos de alguien quien nos protegerá es una cosa, pero entregar una pistola a un asesino es ser falto de cerebro. Prestar nuestra lengua a Dios para hablar positivamente trae larga vida y felicidad, pero prestar nuestra lengua a Satanás traerá muerte y destrucción, eso es todo lo que él sabe hacer. 1 Pedro 3:11 nos dice “Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala”. Los cristianos tenemos el deber de controlar lo que decimos, hablando cosas buenas que edifican, que consuelan, que traen alegría y paz. El hablar negativamente es buscar el mal, es caminar tras la guerra y destrucción. ¿Quieres saber cuál es tu posición en Cristo? La próxima vez que alguien diga algo negativo de otra persona criticándola o hablando vulgarmente, piensa en lo que sientes, si no te molesta estas mal con el Señor, pero si te repugna y tienes deseos de taparte los oídos para no seguir escuchando entonces vas por buen camino, si te dan ganas de alejarte de esa situación es porque reconoces el daño que produce el hablar negativamente. Como lo dice el versículo que leímos nuestro deber es hacer el bien, alejarnos del mal, buscar la paz y seguirla.   Hay poder en lo que uno dice, muchas personas viven esclavos a sus propias declaraciones. Las personas que siempre expresan lo negativo viven esclavos a ellos. Una persona que se vive criticando, vive humillado todo el tiempo, nunca puede tener alegría pues se ha privado de ella por estarse humillando negativamente. Muchas personas se levantan en la mañana y se dicen: Siento que todo me va a salir mal hoy. Nunca lo hubieran dicho ¿Sabes por qué? Porque todo lo que hacen en ese día les va a salir mal, ellos se auto gestionaron y hay poder en lo que decimos.   Ciertos jóvenes universitarios hicieron una prueba para ver si era cierto que las palabras de uno tuvieran tanto poder, todos se pusieron de acuerdo en experimentar con uno de sus compañeros. El compañero alumno llego a la universidad al día siguiente sintiéndose gozoso, uno por uno sus compañeros de clase al encontrarse con él le comentaban que si se sentía bien pues ellos le miraban un poco pálido y decaído. ¿Sirvió el experimento? Claro que sí, para el medio día después de que tantas personas le dijeran que se veía enfermo se fue para su casa grave y no tenía nada. Aquellas personas que ven algo nuevo y dicen: Esto no lo poder hacer. Nunca lo podrán, porque ya se vencieron ellos mismos con lo negativo.   Hay una ley que Dios ha establecido, se llama la ley de la siembra y siega, se encuentra en Gálatas 6:7 y en parte dice “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Si uno anda sembrando lo negativo todo el tiempo, eso es lo que tendrá que cosechar. Por eso es que nuestro mundo está en la situación en que se encuentra, vivimos en un mundo negativo, vivimos en un mundo que dice: comamos y bebamos que mañana moriremos. Con esta filosofía ¿Quién quiere vivir? Es tiempo de que los cristianos empecemos a vivir de acuerdo a lo positivo, tenemos un Dios fuerte y amoroso quien nos cuida y quien tiene un plan para nuestra vida. Necesitamos aprender a hablarle aun en medio de momentos difíciles, sembrando lo positivo para tener victoria. Necesitamos pedir cosas positivas como un avivamiento espiritual mundial y tomar acción para que se realicen nuestros propios corazones, necesitamos dejar de escuchar las mentiras negativas de Satanás y comenzar a confiar en las promesas positivas de Dios encontradas en su Palabra, hay poder en ambas cosas, lo negativo y lo positivo.   En este tiempo centenares de personas están aprendiendo esta verdad, miles de jóvenes están entregando sus vidas al ocultismo porque han visto el poder que tiene. Por entregarse a lo negativo hoy son títeres de Satanás poseídos por demonios quienes antes ellos pensaban controlar. ¿Cómo pueden librarse de su triste situación? Con lo positivo, con el mensaje de Cristo Jesús, con el poder de la luz y esto es lo único que puede librarles. Yo sé que en este preciso momento hay alguien quien está buscando libertad de esto que he hablado, escúchame, Cristo es la respuesta. Lo único que tienes que hacer es entregar tu vida a Él, si quieres que yo te ayude, escríbeme, haré todo lo que pueda porque se lo que se siente ser esclavo de lo negativo y tú que dices ser cristiano ¿Qué sale de tu boca? ¿Agua dulce o amarga? Santiago 3:11 dice “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?”. Tengamos cuidado de lo que decimos, nuestro hablar debe ser positivo, debemos hablar vida y no muerte, debemos edificar con nuestras palabras y no destruir y para hacerlo vamos a tener que tener la ayuda de alguien mucho más poderoso que nosotros.   Así que vamos a orar. Padre hoy venimos ante tu trono primeramente para pedirte que nos perdones por ser tan negativos en nuestra forma de pensar y en nuestra manera de expresarnos, suplicamos que nos ayudes a tener una renovación mental que nos permita pensar y expresar además de actuar positivamente. Padre vivimos en un mundo negativo que necesita ver lo positivo, ayúdanos a mostrar la verdad. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 31, 2022
¿Que Debo Hacer? Parte II

No Quiero Morir
Llegamos hoy al último estudio en esta serie titulada “¿Qué debo hacer?”. Ya hemos visto lo que debemos hacer en casos cuando estamos deprimidos, cuando somos tentados, cuando nos sentimos culpables, cuando estamos aburridos, cuando nos sentimos amargados, cuando estamos preocupados, cuando tenemos dudas, cuando nos sentimos demasiados orgullosos y cuando tenemos miedo. Hoy deseo que hablemos sobre un tema que no se discute debido a que nos deprime, no es un tema de que uno habla cuando se está divirtiendo, no es un tema que se discute en una reunión social, pero si es un tema que tiene que ver con cada persona, es el tema de la muerte. Creo que toda persona tiene cierto temor de la muerte debido al hecho que se sabe tan poco acerca del asunto. Se cuenta el relato de un hombre rico que envió a su siervo al mercado a hacer compras, cuando el siervo llego al mercado se encontró con la muerte y en terror regreso a su amo y le pidió un caballo para huir a Siria donde se escondería de la muerte en unas cuevas, esa misma tarde el amo fue al mercado y también vio a la muerte y le pregunto: Muerte ¿Por qué asustaste hoy a mi siervo? La muerte le contesto: Yo no quise asustar a tu siervo, de hecho, yo me sorprendí al verle aquí pues tengo una cita con él esta noche en unas cuevas en Siria. Cuando empezamos a hablar de la muerte las personas se vuelven nerviosas, piensan que si ignoran el asunto se alejara, aún en los últimos momentos de la vid hay dentro de uno una lucha por seguir viviendo y un grito desesperado a Dios para una continuación de la vida. Nuevamente pienso que tenemos temor de la muerte por lo desconocido. Siempre cuando nos encontramos con algo que desconocemos tenemos ciertas reservas. Otra razón por la cual las personas temen a la muerte es porque no desean enfrentarse a Dios ya se sabe que todos tenemos que pararnos frente a Dios para responder por nuestras vidas aquí en la tierra, si no hemos vivido bien, más grande es nuestro temor. Muchas personas gastan grandes cantidades de dinero en un intento de prolongar sus vidas, muchos en el momento de la muerte han dicho “Si tuviera el mundo entero, lo daría con tal de vivir un solo día más”. Quizás tú quisieras discutir el asunto conmigo por medio de lanzarme la pregunta ¿Y que de los que se suicidan? Pero mi contestación es fácil, el hombre que se suicida no desea morir, lo que desea hacer es escapar de su miseria. El suicidio es simplemente una rebeldía en contra de la sociedad y la vejez, el que se suicida no se quitara la vida si pensara que hay otra alternativa, en realidad no importa si le tenemos miedo a la muerte o no, la muerte vendrá porque nuestra vida aquí en la tierra es temporal. Escucha lo que dice la Biblia en Isaías 40:6-8 “Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre”. Santiago usa otra descripción en Santiago 4:14 leemos “¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece”. La muerte no es más que un recordatorio al hombre de su rebelión contra Dios, el hombre fue creado para vivir para siempre pero después de su rebeldía perdió ese derecho, Dios lo saco del jardín del Edén no permitiéndole comer del fruto del árbol de la vida, comer del fruto prohibido del árbol del conocimiento entre el bien y el mal fue un grave error, pues trajo la maldición de la muerte al hombre. En ese momento Adán y Eva perdieron el derecho de vivir físicamente, pero lo más triste fue que experimentaron una muerte espiritual y fueron alejados de la presencia de Dios. Cada vez que alguien muere, solo es un recordatorio de la pena del pecado. Pero mi pregunta es esta ¿En vista de que la muerte es segura, habrá necesidad de temerla? Al meditar sobre el asunto llegue a la conclusión de que debe ser algo temeroso, pero únicamente para los que no tienen a Jesúcristo en sus corazones, pero para el que ya ha recibido a Jesús en su corazón no hay condenación y no tiene por qué temerle a la muerte. El creyente en Cristo puede ver la muerte desde un punto de vista totalmente diferente al del incrédulo. En primer lugar, el creyente puede considerar como una puerta que le conduce a una vida mejor. Según Hebreos 9:27 “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. El Salmos 90:10 dice “Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos”. Hace tres mil años el promedio de la vida era de setenta años, con todos los avances en la medicina ¿Sabes cuáles son los promedios hoy? Para los hombres es de 67.7, para las mujeres es de 74 años, eso nos vuelve al promedio de 70 años ¿Qué te parece? Lo que quiero decir es que la ciencia médica no puede detener las garras de la muerte. La muerte no es más que una puerta que pasamos para entrar en la eternidad al finalizar la vida física se entra de una manera diferente a una vida espiritual donde lo físico ya no tiene importancia. Aquel que tiene a Cristo como Salvador vivirá eternamente con Él, el que no se arrepintió entregando su vida a Jesús y aceptándole en su corazón ira a un lugar de tormento eterno por haber rechazado el plan que Dios había provisto para su salvación, ósea que para el creyente la muerte no es más que abrir una puerta y pasar al otro lado para estar con el Señor ¿Por qué voy yo a temerle a eso? En segundo lugar, el creyente en Cristo puede considerar la muerte como una promoción, la mayoría de las personas consideran que la muerte es el fin, total destrucción, pero para el creyente la muerte es lo que le lleva directamente a la presencia de Cristo. Por esa razón es que Pablo pudo decir en Filipenses 1:21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. Entre tanto estamos aquí en la tierra vivimos por nuestro Señor. Es cierto que aguantamos insultos y a veces somos golpeados y torturados por nuestra predicación, pero al pensar en lo que nos espera adelante vale la pena, nuestra carne física nos limita demasiado, pero con la muerte recibimos una promoción. No estoy diciendo con esto que debemos ser negligentes con la vida pues la vida tiene su propósito. Es en la vida donde uno escoge su morada eterna y nosotros necesitamos hacer todo lo que podemos para convencer a otros de esta verdad, pero si morimos mejor, no tenemos que temerle a la muerte. En último lugar debemos acordarnos del hecho de que la muerte ha sido conquistada, Jesús es vida y la muerte no puede con Él. Pablo dice en 1 Corintios 15:56 y 57 “el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Jesús mismo dice en Juan 11:25 y 26 “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”. La muerte tiene una cita con cada persona, nadie cuando su cita se aproxima, pero de que vendrá, vendrá. Sin embargo, el cristiano no tiene que estar ansioso ni nervioso por ese día, todo creyente en Jesús sabe que la muerte no es más que una puerta por medio de la cual pasamos para estar eternamente en la presencia de nuestro Señor. Nosotros vemos a la muerte como una promoción, lo vemos así porque sabemos que nuestro salvador es vida pues ha conquistado a la muerte. Entendiendo todo esto podemos acercarnos a la muerte sin ningún temor. Vamos a orar. Padre gracias te damos por la vida eterna que tenemos en Cristo Jesús, gracias te damos por tu enseñanza, gracias por permitirnos enfrentarnos aun a la muerte con victoria, es lindo conocerte a ti. En el nombre de Jesús te pido por mis amigos quienes no tienen esta seguridad en sus vidas, pido que tu Espíritu les ilumine y les guie a la salvación en Jesús, en su nombre lo imploro. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 28, 2022
¿Que Debo Hacer? Parte II

Tengo Miedo
Cuando yo era pequeño vivíamos en una finca, mis padres eran misioneros y tenían un deseo de ayudar a otros no solo en lo espiritual si no que físicamente también. Compraron un terreno sobre la carretera principal que pasaba cerca de la casa y construyeron una clínica. Entre la clínica y la casa había un guindo enorme, con el tiempo se construyeron gradas para llegar con más rapidez a la clínica. Uno podía bajar hasta el fondo del guindo, cruzar un pequeño puente y luego subir al otro lado, en el fondo junto al puente había un árbol grande de mamey. Los que usaban la gradas iniciaron unas historias tremendas de brujas y fantasmas que se reunían bajo de ese árbol en horas de la noche. Lo más triste es que arriba, a ambos lados del guindo uno podía gritar de un lado al otro con gran facilidad y ser escuchado, pero al estar en el fondo del guindo no se escuchaba nada por mucho que gritara uno, muchas veces tuve que bajar y subir esas gradas de noche, algunas veces en completa oscuridad. Siempre al llegar al puente el corazón me bombeaba con gran rapidez, yo tenía miedo, pensé que con el tiempo se me quitaría, pero no fue así. Siempre que bajaba en esas gradas de noche comenzaba a silbar o a hablar con Dios en voz alta, el silencio me ponía nervioso. No sé si tú has sentido algo similar a eso alguna vez en tu vida, si lo has sentido puedes entender bien el tema que vamos a discutir hoy, porque hoy quiero que hablemos del miedo. El miedo puede venir por sentir uno que está en la presencia de algún peligro, puede ser un sentimiento de ansiedad. Buen ejemplo de ello sería cuando el patrón viene caminando hacia uno después de haber cometido un grave error, de repente uno siente nausea en el fondo de su estómago, uno puede sentir miedo o temor al estar esperando a un ser amado que siempre es puntual, pero quien en este momento lleva ya quince minutos tarde y aún no llega, uno siente temor de que algo le haya pasado. Otro momento en que sentimos temor o miedo es cuando vemos algo horrible, por ejemplo, al ver un accidente nos llama la atención ver lo que sucedió, pero miramos con temor teniendo miedo de ver algo que nos pudiera enfermar o afectar negativamente. En todo caso el miedo es un sentir basado en el hecho de que existe algún peligro o en el pensar que existe algún peligro, en ese momento todo el cuerpo se pone en alerta, el corazón palpita con gran rapidez, los músculos se tallan y todo el cuerpo se emociona. Hay personas quienes viven en constante miedo, es difícil tener paz y tranquilidad cuando esto sucede, es difícil tener tranquilidad cuando el miedo está bombeando adrenalina a todo el cuerpo con la señal de huir o pelear. Los doctores han encontrado que algunos temores son causados por problemas psicológicos, cuando el sistema humano está fuera de balance habrá un resultado de temor. La persona que sufre constantemente del miedo debiera hablar con un médico y expresarle este hecho, a veces con terapia y medicina uno puede aliviarse. El miedo en si es un problema espiritual porque la causa máxima del miedo es el pecado que hay en la vida de uno, cuando hemos cometido un error no queremos pagar la consecuencia, no queremos enfrentarnos a Dios debido al pecado que hay en nuestra vida, los hijos no quieren enfrentarse a sus padres después de desobedecerles, no nos queremos enfrentar al patrón después haber fracasado en nuestras responsabilidades. ¿Porque tenemos miedo? Porque no hemos cumplido con lo que teníamos que hacer, hemos desobedecido y eso resulta en miedo. El temor viene a consecuencia de la desobediencia. 1 Juan 4:18 nos enseña que el temor lleva en si castigo, el miedo produce problemas físicos, emocionales y espirituales. El miedo constante mantiene tenso al cuerpo y puede causar daño al corazón. El miedo hace que las personas se retiren de las actividades normales y se escondan en sus casas, cuando uno siente temor ya no razona correctamente. Debido a la tensión tiende uno a exagerar grandemente las cosas, el miedo crea en nosotros un complejo de persecución donde sentimos que todas las personas quieren destruirnos haciéndonos algún mal. El miedo paraliza nuestra fe y nos detiene nuestro crecimiento espiritual. ¿Cómo entonces podemos luchar contra el miedo en nuestras vidas? Bueno, en nuestro estudio de hoy quiero presentarte tres cosas que podemos hacer. En primer lugar, necesitamos comprender que tener miedo no es parte del programa de Dios para nuestra vida. En muchas partes de la Biblia encontramos la exhortación “No temáis y sed valientes”. No podemos escapar del miedo por medio de tomar una diaria porción de tranquilizantes ni por ir todos los días a un psicólogo a menos de que tengamos un cambio de actitud, podemos seguir el resto de la vida con temor. Es necesario que reconozcamos que necesitamos una actitud mental diferente a la que tenemos concerniente al miedo, debemos ver al temor desde el punto de vista de la Biblia y de acuerdo a lo que Dios dice y no lo que el hombre piensa o dice. En segundo lugar, necesitamos reconocer que no nos enfrentamos solos a nuestros problemas. Al viajar en la nave de la vida, Dios no abandona el barco cuando las cosas se ponen problemáticas, al venir el peligro a nuestras vidas Dios está con nosotros. El hombre es un ser que lucha para sobrevivir y sin embargo nosotros ya sabemos que la muerte vendrá. Yo conozco a personas que no gozan de esta vida por vivir con el miedo de que algún día van a morir, escúchame, nadie va a morir antes de su tiempo y nadie va a prolongar su vida tampoco. Uno debe hacer todo lo que puede para vivir saludable y una vez que ha hecho esto, dejarlo todo en las manos de Dios. El vivir con el miedo de morir es irrazonable pues todos tenemos que morir, si vas a tener miedo de algo debiera ser por donde va a ir uno después de aquí, después de morir. Jesús dice en Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. Y ¿Si uno ya recibió a Jesús como Salvador? Ni siquiera de esto tiene que tener temor, porque ninguna condenación hay para los que están en Jesús. El hombre camina por la vida con el temor de que no vale nada, camina midiendo su éxito de acuerdo con lo que dicen otros hombres que están haciendo lo mismo que él. Todos haríamos bien si nos olvidáramos de tratar de impresionar a otros y comenzáramos a vivir de acuerdo con lo que Dios dice ¿Por qué? Porque Dios siempre estará para ayudarnos, el hombre nos fallará, Dios no. Hebreos 13:5 y 6 dice “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre”. En tercer lugar, necesitamos descansar en la paz que solo Jesús puede dar. Paz significa tranquilidad de mente, debido a su actitud mental, de saber que Él estaba cumpliendo la voluntad del Padre, Jesús pudo enfrentarse a cosas inaguantables. Jesús no tuvo miedo de nada, ese ejemplo nos dio. La noche antes de ser crucificado Jesús dijo a sus discípulos en Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Cuando nuestra vida va de acuerdo a la voluntad de Dios, cuando nuestra relación con nuestro Señor Jesús no es obstaculizada con pecado en nuestra vida, cuando vivimos entregados y sometidos al liderazgo del Espíritu Santo, no tenemos por qué tener miedo, todo marchara bien. Dios no ha prometido que los peligros no vendrán a nuestra vida, pero si promete estar con nosotros y si promete darnos la fuerza que necesitamos para salir victoriosos de cualquier peligro. Todo ser humano tiene que enfrentarse a los problemas de la vida, pero si lo hace sin miedo podrá entenderse mejor con sus problemas. Vamos a orar. Padre queremos darte las gracias por no abandonarnos, te necesitamos. Señor, las presiones que el mundo carga sobre nosotros son pesadas y te damos gracias por llevar tú nuestras cargas. Padre el miedo es una de esas cargas con las cuales nosotros no podemos, es demasiado pesado para nosotros y hoy lo depositamos a tus pies, te lo entregamos y te pedimos que nos ayudes a dejarlo ahí. En el nombre de Jesús te lo imploramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 27, 2022
¿Que Debo Hacer? Parte II

Tengo Orgullo
Al pasar dos personajes muy famosos por una calle, fueron saludados por miles de personas. Uno de los personajes dijo: Ya estoy fastidiado con tanto homenaje, no me puedo escapar de ello. El otro personaje con gran honestidad le dijo: No te preocupes, es posible que algo de este homenaje es para mí. Aparentemente el primer personaje sufría de una sobredosis de cabeza hinchada, o en palabras técnicas orgullo. El orgullo ha arruinado a grandes hombres y a muchos que no fueron grandes, es demasiado fácil para el hombre enredarse en su auto importancia y pensar que todo el mundo gira alrededor de él. Cuando uno llega hasta este punto en su vida, las demás personas se convierten en objetos que son utilizados para reflejar la gloria de uno mismo, muchas personas hoy padecen de la enfermedad del orgullo. Es una enfermedad que no ha estado desde el principio de la creación y que es muy contagiosa. No es malo darse cuenta uno de su propio valor, uno debe tener dignidad y respeto de sí mismo. Pero cuando una persona se infla, haciéndose más de lo que es, entonces va mal. El autor del orgullo, o el padre del orgullo es Lucifer. Cuando Dios creo a Lucifer, lo hizo con una gran belleza, dándole un lugar de honra entre los ángeles del cielo. Pero llego el día cuando Lucifer, según Isaías 14, quiso recibir la gloria de Dios para sí mismo. Lucifer decidió poner su trono en lo alto y ser como Dios, el salió en una campaña política para avanzar su carrera y fue entonces cuando el orgullo consumió su corazón. Dios lo retiro de su presencia en el cielo y desde ese entonces en su orgullo Lucifer, ósea Satanás, ha estado buscando como desquitarse con Dios hiriéndole por medio de su creación. Lo que sucede es que el orgullo nos hace quedarnos impresionados de nuestras propias habilidades. Al impresionarnos lo suficiente ya no necesitamos de nadie, ni siquiera de Dios, nos sentimos autosuficientes. El orgullo puede venir de muchas diferentes maneras, hay muchas categorías para el orgullo. Tenemos por el ejemplo del orgullo de posición, esto ocurre cuando un empleado logra obtener su propia oficina con escritorio y una placa con su nombre en la puerta. También existe el orgullo de organización, en ese orgullo caen muchos, aun iglesias, esto es lo que ha sucedido cuando cada congregación dice que su grupo es el mejor, uno puede amar a su iglesia y apoyarla sin hacer esta sugerencia falsa. Otro orgullo es el orgullo de posesiones, según las personas de hoy, uno puede distinguirá a las personas por el carro que maneja, la ropa que usa y el club social al cual asiste, las personas buscan estas cosas materiales para ayudarles en inflar su propio ego, entre más bienes posee uno más necesita tener cuidado del orgullo de posesiones. Por otro lado, tenemos el orgullo intelectual, esto lo poseen aquellas personas que piensan que porque tienen un título en la pared de su casa u oficina ya no son seres humanos. Yo quisiera que cada creyente en Cristo se esforzara en su educación. El mundo necesita de doctores y abogados cristianos, el mundo necesita de ingenieros y banqueros cristianos, el mundo necesita de presidentes y políticos cristianos, pero ya hay suficientes extraterrestres que porque tienen una buena educación dejaron ya de ser humanos y quienes en vez de ayudar a la humanidad se aprovechan de aquellos quienes han sido menos afortunados. El último orgullo es el orgullo de la vida, el apóstol Juan lo llama la vanagloria de la vida. Este orgullo viene cuando el individuo considera que el éxito que ha tenido en la vida es un producto de sus propios esfuerzos y no el resultado de las bendiciones que Dios da. Es fácil para el individuo buscar a Dios cuando todo le va mal, pero por alguna razón cuando Dios brinda su ayuda al individuo y le bendice sacándole de su apuro, el individuo dice que se salvó por esfuerzo propio sin la ayuda de nadie. El orgullo como toda enfermedad tiene sus síntomas. Hoy deseo que observemos tres de sus síntomas: El primer síntoma es el de “Yo soy mejor que todos”. Esto sucede cuando nosotros nos creemos mejores. Esto es lo que sucedió en Corinto en la iglesia, unos se creían mejores porque eran seguidores de Pablo, otros se creían mejores porque eran discípulos de Pedro y aun otros decían ser de Apolo. La enfermedad que tenían era la de orgullo. El segundo síntoma es la de jactarse del mal. Pablo escribió a os hermanos de Corinto diciéndoles en 1 Corintios 5:1-2 “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?”. Lo que sucede es que un acto muy inmoral estaba siendo practicado en la iglesia debido a la arrogancia y el orgullo de los miembros, en su orgullo los hermanos no querían enfrentarse al problema. El orgullo no nos permite muchas veces ver la realidad de las cosas. El tercer síntoma del orgullo es una falta de respeto e interés por el bienestar de otros. El orgullo hará que uno piense únicamente en sí mismo. Lo bueno de todo esto es que la Biblia nos da tres principios básicos con los cuales podemos vencer el orgullo en nuestras vidas: La primera cosa que necesitamos hacer es reconocer el peligro que trae el orgullo a nuestras vidas, el orgullo no es algo con lo cual uno deba jugar, es peligroso. Proverbios 16:18 nos dice “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu”. Por eso es muy difícil que una persona sin experiencia ocupe un puesto de liderazgo, le falta madurez, y al poner a tal persona en un lugar de autoridad se siente auto importante y lo que tenemos es una repetición de la rebelión de Satanás contra Dios. Pablo dijo a Timoteo que no pusiera a nuevos creyentes en posiciones del pastorado por esta misma razón, él dijo en 1 Timoteo 3:6 “No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo”. Otro peligro es el de menospreciar o juzgar a otros que han caído en pecado, debemos tener cuidado de decir “Yo nunca haría eso” Porque es en ese momento de orgullo en que podríamos caer nosotros. 1 Corintios 10:12 nos dice “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. En el segundo que nosotros pensamos que estamos fuera del alcance de Satanás es cuando nos descuidamos y es en ese segundo que él nos da el golpe, así que no debemos descuidarnos y nunca debemos jugar con el asunto del orgullo. La segunda cosa que necesitamos hacer es ser honestos con Dios y con nosotros mismos, necesitamos observarnos a la luz de la Palabra de Dios. Dios tiene una opinión muy distinta a la nuestra concerniente a nuestras capacidades, la Biblia no pinta al hombre a la manera que el hombre quisiera ser pintado, la Biblia dice la verdad, el hombre es perverso y totalmente depravado. Dada la ocasión de escoger el hombre siempre va a escoger el pecado sobre la justicia, como lo dice Romanos 3:10 “No hay justo, ni aun uno”. Lo que el hombre necesitareconocer es que sin Dios él está metido en graves líos, pues no le va a poder hacer a la vida mucho menos a lo que viene después. Y eso nos trae a la tercera cosa que es darle gracias a Dios por lo que somos. Si hemos logrado algún nivel de éxito en la vida, quien merece la gloria es Dios, Él es el creador, Él es el dador de la vida y sin Él estaríamos totalmente perdidos. Nuestra salud, inteligencia, capacidades, todas vienen de Dios y si todas estas cosas vienen de Dios ¿Por qué no lo vamos a reconocer? ¿Por qué no le vamos a dar gracias? ¿Por qué vamos a pretender que nosotros lo hemos logrado a solas sabiendo bien que no es así? Así que nunca debemos ignorar el hecho de que Dios en control de todo lo que sucede y que el dirá cuando las cosas se harán. No debemos olvidarnos del hecho de que el orgullo es algo muy dañino a nuestro bienestar espiritual, fue orgullo lo que tuvo Satanás en su corazón al quererse imponer a la par de Dios todo poderoso, fue orgullo que impulso a Eva comer del fruto prohibido pues deseo ser como Dios sabiendo distinguir entre el bien y el mal. El orgullo es peligroso va en contra de todo lo que agrada a Dios y ha sido la derrota de grandes cantidades de cristianos. Vamos a orar. Padre reconocemos que el orgullo es un problema bastante grave, te pedimos que nos ayudes a poner en practica la enseñanza de hoy para que cuando el orgullo toque a nuestra puerta reconozcamos que es peligroso, que seamos honestos con nosotros mismos, reconociendo en realidad lo que somos y que te demos gracias a ti por lo que hemos logrado en vez de alabarnos indebidamente a nosotros mismos. Pedimos esta ayuda en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 26, 2022
¿Que Debo Hacer? Parte II

Tengo Dudas
En mis años de Ministerio yo he oído muchas cosas y una de las cosas que más he oído es “Cuando llegue al cielo voy a preguntarle a fulano acerca de tal y tal cosa”, dicen “Voy a preguntarle a Sansón que sentía al enfrentarse con los filisteos” o “Voy a preguntarle a David esto” o “Voy a preguntarle al apóstol Pablo esto”. Pero nunca he oído a alguien decir “Voy a preguntarle algo a Tomás”. No, el pobre Tomás se arruino solito cuando dudo de la resurrección de Jesús, ¿Quién quiere hablar con una persona incrédula? ¿Qué podríamos preguntarle? ¿Por qué no querías creer que Jesús había resucitado? No, nosotros no tenemos nada que ver con el pobre Tomás, ¿verdad? Pero ¿Sabes qué? Si hay algún personaje con quien más podríamos tener algo en común, quizás sería con Tomás. Claro está que nosotros no lo queremos admitir, pero es la verdad. Antes de continuar quiero quitarle un poco a la carga que le hemos impuesto a Tomás, ¿Fue Tomás el único que dudo sobre la resurrección de Jesús? No, los otros discípulos al ver la tumba vacía no gritaron “Aleluya, el Señor ha resucitado” ellos querían saber que quién se había llevado el cuerpo del Maestro, aun cuando vieron a Jesús tuvieron temor porque pensaron que era un fantasma. Así que no podemos lanzar toda la carga de incredulidad sobre Tomás, sin embargo, Tomás si fue culpable de dudar, así que no le podemos excusar tampoco. Y como su relato ha sido grabado detalladamente en las Escrituras, podemos aprender mucho de él. Las dudas vienen mayormente cuando nos enfrentamos a una situación imposible, especialmente si nosotros mismos nos sentimos incapaces de poder controlar la situación. Toda persona desea sentir que las demás personas la acepten, nosotros somos seres que queremos sentirnos deseados y amados por las demás personas. EL televisor hace buen trabajo de dictarnos lo que debemos hacer para ser aceptados, que pasta de diente usar, que carro manejar, que peinado usar, que ropa vestir y todo lo demás. Lo triste es que a veces los productos que usamos son inferiores a otros, pero solo porque el producto no tuvo dinero para su propaganda, no lo utilizamos. Siempre me ha causado risa como pagamos cien veces más por algunas cosas, no por mejor calidad, sino por la marca que lleva. También una atmosfera de competencia hace surgir las dudas. El anciano en un empleo se vuelve inseguro al ver las capacidades y energías de un empleado más joven. Llega el momento debido a esta inseguridad que uno piensa en el hecho de que tal vez se equivocó de carrera. Tal fue el caso de Juan el Bautista, el vio que Jesús era el Mesías y lo anuncio públicamente, él señalo con valor la maldad de la gente y predicó el arrepentimiento de pecado, pero cuando Herodes lo encarcelo tuvo dudas, hasta envió a unos discípulos preguntarle a Jesús si en verdad era el Mesías o si había de esperar a otro ¿Qué le hizo dudar? El estar en una situación donde ya no estaba en control, eso le hizo dudar. A veces nuestras dudas vienen de nuestra propia inhabilidad de creer que Dios pudiera estar interesado en lo nuestro ¿Por qué Dios se va a preocupar con alguien como yo? Es entonces cuando sentimos que no podemos confiar en la ayuda del poder de Dios, nuestros nervios se ponen de punta porque si no podemos confiar en Dios ¿En quién podemos confiar? Es en estos momentos de nuestra vida que podemos acudir al relato de Tomás en las Escrituras para aprender cómo salir de este asunto de las dudas. En primer lugar, necesitamos admitir honestamente que tenemos dudas, eso fue precisamente lo que hizo Tomás. Después de la resurrección, diez de los apóstoles estaban en un cuarto cuando se les acerco Tomás, con gran entusiasmo a ellos le contaron como habían visto al Señor. Con toda honestidad Tomás simplemente les dijo que no les creía, de hecho, les dijo “Si no viere en sus manos la señal de los clavos y metiere mi mano en su costado, no creeré”. Tenemos que darle algo de crédito a Tomás, aquí tenemos a un hombre que tenía las agallas de decirle a diez “Yo no les creo”. Tomás fue honesto, en realidad el no creía que ellos habían visto al Maestro. Tomás no quería ser hipócrita, él no iba a decir “Ha resucitado” Cuando el por dentro no estaba seguro de ello. Hermano, cantar más fuerte un himno no hará que tengas un creer más profundo por las palabras del himno. Orar más fuerte no le aumentara más a tu creer de que Dios contestara tu oración. Yo he visto a hermanos en la fe cuando alguien les ha hecho preguntas sobre la ciencia, por ejemplo, la evolución. He visto como estos hermanos han contestado negativamente con una frase como “Yo no contesto a preguntas tontas como esa” Lo que en realidad están diciendo es “Yo no sé la respuesta, tengo dudas yo mismo y por eso no lo contesto” No sería mejor decir “Yo en realidad no lo sé, Dios dice esto en su palabra y en vista de que el no miente creo que lo que Él dice es la verdad”. Debemos ser honestos con nosotros mismos, si tenemos dudas necesitamos admitirlo, no negarlo. En segundo lugar, necesitamos depender del compañerismo de otros creyentes. Donde estaba Tomás cuando el Señor apareció a los otros diez apóstoles. En su tristeza después de ver crucificar a Jesús, Tomás se apartó de los demás buscando consolación en la soledad, se aisló de los demás y en su ausencia perdió una gran bendición, no vio a Jesús. Los otros diez estaban animados pues habían visto al Señor resucitado, pero Tomás se había alejado de ellos. La Biblia nos señala en muchos lugares la necesidad de buen compañerismo con los hermanos para que nuestra fe pueda ser aumentada, el aislarnos de otros creyentes produce dudas, las cuales son dañinas a nuestra relación con el Señor. En calidad de consejero te puedo asegurar que las personas que no asisten regularmente a los servicios de la iglesia tienen más dudas que las personas que si asisten. Lo que sucede es que ellos no están en constante comunión con otros que creen y por lo consiguiente no reciben ningún apoyo a sus creencias, por esta razón es que Hebreos 10:25 nos dice “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Cuando estamos rodeados de personas que tienen las mismas creencias que nosotros, entonces nuestras creencias son reforzadas, necesitamos compañerismo de otros hermanos creyentes en la fe. En tercer lugar, necesitamos acordarnos de las promesas y el poder de Dios. Tomás había oído muchas veces decir a Jesús que moriría, pero que también resucitaría, él había visto a Jesús hacer muchos milagros y sin embargo aparentemente todo esto se le fue de la memoria al ver crucificado al Señor, se olvidó de sus promesas, se olvidó de su poder. Nosotros también hemos sido culpables de hacer esto mismo, al enfrentarnos a ciertas situaciones nos olvidamos de las promesas que Dios nos ha dado y de su eterno poder. En cuarto y último lugar, necesitamos traer nuestras dudas directamente al Señor. No es necesario que seamos hipócritas, escondiendo el hecho de existen dudas en nuestra mente, lo que necesitamos hacer expresar nuestras dudas a Dios, decirle que estamos teniendo problemas y que nos ayude a creer, Él nos ayudará. Tenemos que admitir que vienen a nuestras vidas ciertas dudas que nos paralizan de ver en cuando, pero al mismo tiempo tenemos que reconocer que Dios ha provisto una manera de escaparnos de estas dudas. Por medio de la experiencia que Jesús tuvo con el apóstol Tomás, sabemos que nuestras dudas serán disueltas si admitimos honestamente que tenemos dudas y si dependemos del compañerismo de otros creyentes y si nos acordamos las promesas y del poder de nuestro Dios, y si traemos todas nuestras dudas ante Él. El estudio de hoy ha sido de gran bendición a mi vida personal, espero que sea de mucha bendición para ti. Dios libró a Tomás de sus dudas, las dudas son dañinas a nuestra salud espiritual pues nos alejan del servicio que hacemos para engrandecer su reino. ¿Por qué no venir a Él y depositar todas tus dudas a sus pies? Te aseguro que nos sentiremos mucho mejor. Vamos a orar. Padre, en estos momentos venimos a ti para poner a tus pies todas nuestras dudas. Señor no entendemos cómo es que tú te puedes molestar por personas tan insignificantes como nosotros, no entendemos cómo es que podrías dar tu vida por personas como nosotros, pero en tu Palabra leemos que esto es precisamente lo que has hecho y aunque no lo entendemos, te creemos. Gracias Dios, ayúdanos cuando dudamos de ti porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 25, 2022
¿Que Debo Hacer? Parte II

Estoy Preocupado
Si tienes tu Biblia quiero que vayas conmigo al libro de Mateo capítulo 6 para leer conmigo los versículos 25 al 33. Mateo 6:25-33, leamos “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Qué lindo sería volver a ser niño otra vez. Digo esto por los niños no tienen ninguna preocupación, ellos se levantan en la mañana, comen, juegan y se vuelven a acostar. Pensamientos como ¿Qué vamos a comer hoy? ¿Cómo voy a pagar estas cuentas? Y ¿Qué hago? Ni siquiera pasan por su mente. Ellos dependen completamente de sus padres, pero este no es el caso del adulto. Nosotros tenemos que hacernos estas preguntas pues somos responsables de proveer para nuestros hijos, somos responsables de vernos bien ante la sociedad. Tenemos que pensar en cosas como comida, nuestro vestir, donde vamos a vivir y muchas cosas más. Sin embargo, es una cosa ser responsable otra cosa enfermarnos con preocupaciones. Dios no quiere que seamos irresponsables en lo que hacemos, pero no desea tampoco que nos quitemos la vida por medio de enfermarnos bajo la alta presión que nos trae y preocuparnos indebidamente por cosas materiales. Dios desea ayudarnos, el desea que dependamos de Él, Él quiere que seamos responsables en nuestro vivir por medio de poner sus negocios en primer lugar y luego el promete darnos todo lo necesario para que vivamos bien. Nuestro texto dice “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Quiero que pongas mucha atención a lo que sigue “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Nuestra preocupación nos divide mentalmente, cuando nuestros pensamientos están divididos no podemos funcionar bien, vamos a tener problemas. Permítame hacerte una pregunta, si Dios promete suplir nuestras necesidades ¿Por qué nos preocupamos? ¿Sabes la respuesta? La respuesta es: Nos preocupamos porque en realidad no le creemos a Dios, si creyéramos lo que dice, le daríamos primer lugar en nuestras vidas y ya no nos preocuparíamos. Me fue fácil decir esto, pero no me es tan fácil practicarlo. Por eso hoy quiero que observemos tres pasos que debemos dar para poder vencer este asunto de la preocupación. Porque la preocupación no quita la tristeza del día de mañana, pero si roba al día de hoy su fuerza. Necesitamos despojarnos de la preocupación, como cristianos no nos luce tenerla en nuestras vidas. Lo primero que tenemos que hacer es dejar de preocuparnos y comenzar a confiar, esto se hace posible cuando reconocemos el amor que el padre tiene para nosotros y de su deseo y promesa de cuidar de nosotros. Nuestro Dios cuidad de los pajaritos y aun de las flores del campo. Nosotros somos muchos más preciosos a el que las aves y las flores, somos tan preciosos que estuvo dispuesto a dar su propia vida por rescatarnos del infierno y ahora ¿me vas a decir que permitirá que nos muramos de hambre y que no provea por nuestras necesidades? Claro que no. Si nosotros cumplimos con nuestros deberes como hijos del reino celestial el promete que no nos hará falta nada, Él suplirá todas nuestras necesidades y es tan serio en el asunto que lo ha escrito en blanco y negro para que pudiéramos estar seguro de ello. Mi familia nunca ha sido de dinero. Mi papá nunca tuvo dinero que desperdiciar, sin embargo, cuando yo necesitaba zapatos, lo tuve, nunca padecí de hambre, nunca supe de donde salió el dinero, pero de alguna parte salió. Y cuando yo necesitaba algo de verdad, se lo hacía saber a mi papá y de alguna manera lo consiguió. Ahora soy un adulto, ya no vivo bajo el techo de mi papá terrenal, pero si sigo viviendo bajo el techo de mi padre celestial y también tengo la misma practica de siempre, cuando tengo una necesidad lo expreso a mi padre y de alguna manera, si en verdad es necesario lo que pedí, Él me la da. El segundo paso que debemos dar para vencer este asunto de la preocupación es el de soltar el problema y dejarlo con Dios. Este paso se nos hace difícil sencillamente porque el diablo nos miente diciéndonos que Dios no está interesado en nuestros problemitas, pero como dije, eso es mentira. Dios está muy interesado en lo que nos sucede, por muy pequeña que sea la heridita que se haga uno de sus hijos, le duele. ¿Cómo podríamos pensar nosotros que Dios es indiferente con nosotros después de haber dado su propia vida para salvarnos? 1 Pedro 5:6-7 dice “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Te fijas, la Biblia nos enseña a echar todas nuestras preocupaciones sobre nuestro Padre, soltar nuestras preocupaciones y dejarlas en manos de Él ¿Por qué? Por qué él tiene cuidado de nosotros. Había una vez una ancianita que llevaba un bulto pesado sobre sus hombros, de repente paso una camioneta y el chofer le dijo a la ancianita que se subiera, pues él quería ayudarla por medio de llevarla a su destino. Al subirse la ancianita a la camioneta, vio que había otros pasajeros, los saludo y se sentó, pero nunca quiso bajar el bulto de sus hombros. Los demás pasajeros le preguntaron ¿Porque no bajas tu carga para descansar? Y la ancianita contesto: Es suficiente que el chofer me lleve a mí, no es justo que también le imponga yo mi carga. Los pasajeros hicieron todo lo posible para hacerla entender que, si el chofer la llevaba a ella, pues también llevaba su carga y que no era necesario que los dos la llevaran, ella necesitaba descansar, pero la ancianita nunca la quiso poner y llego a su destino cansada por el bulto que ni tenía que haber llevado. Y eso es precisamente lo que le hacemos nosotros a Dios. Si Él nos va cargando por la vida ¿Por qué neciamente voy yo a insistir en llevar mis cargas cuando Él ya las lleva? El tercer y último paso que debemos dar es el de dejar de desesperarnos y ponernos a orar. La desesperación es una preocupación no controlada, es cierto que la desesperación es normal para el ser humano, pero no le beneficia en nada. Filipenses 4:6 y 7 nos dice “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús”. Dios quiere que le entreguemos nuestros problemas, no debemos estar afanados, no debemos desesperarnos. Debemos presentar nuestros problemas a Dios dándole gracias porque el problema que tenemos nos acerca a Él y también por el hecho de que tenemos a alguien a quien podemos acudir. El versículo nos dice que cuando entregamos nuestra preocupación a Dios, su paz que sobrepasa todo entendimiento nos guardara, y esto es lo que nos ayudara a seguir adelante en su servicio. No hay mejor remedio para la preocupación que la paz de Dios. Mi hermano, mi hermana, si tú estás preocupado no te olvides de estos tres pasos, deja de preocuparte y comienza a confiar en Dios. Deja de esforzarte indebidamente y entrega tu carga al Señor, deja la desesperación y comienza a orar por tu problema, te aseguro que Dios te aliviara. Vamos a orar. Padre una de nuestras debilidades más grandes como seres humanos, es esta de la preocupación. Padre, te pido que nos abras la mente y que estas cosas puedan penetrar y podamos entender que estos tres pasos de confiar en ti y dejar de confiar en nosotros mismos es lo que necesitamos hacer. Ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 24, 2022
¿Que Debo Hcer? Parte I

Estoy Amargado
Efesios 4:26 nos dice “Airaos, pero no pequéis; o se ponga el sol sobre vuestro enojo”. El enojo es algo natural, alguien nos hace algo que no nos gusta, y nos enojamos, pero llega un momento cuando el enojo se pasa de sus límites. Llega un momento cuando el enojo se convierte en pecado. Llega un momento cuando en vez de controlar uno su enojo, el enojo lo controla a uno. Es en este momento que la persona se siente amarga, y nuestro mundo hoy día está lleno de tales personas. Jesús se enojó, hubo un día cuando iba para el templo y al entrar observó que la gente estaba haciendo negocio en el día del Señor. El templo más bien parecía un mercado en vez de un lugar de adoración. Había personas vendiendo bueyes, ovejas y palomas. Había personas cambiando monedas. Al ver aquello, Jesús se enojó, hizo un azote de cuerdas y sacó a todos volcando las mesas y diciendo “¿No está escrito, mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”. Al tomar esta acción, lo religiosos querían matarle, pero no se atrevían por el momento, quizás porque sabían que Jesús tenía la razón. Pero lo que yo deseo que observemos hoy, es el hecho de que el enojo no es pecado sino hasta el momento en que llega a controlarlo a uno y uno pierde la razón. También es muy importante tomar en cuenta las razones por las cuales uno se enoja. El enojo de Jesús en ese día no era con una persona en particular, no se enojó por lo que le hacían a Él. Jesús se enojó porque observó cómo la gente se había dejado influenciar por Satanás para convertir la casa de su Padre en un lugar de negocio. Jesús se enojó con el pecado de las personas y los corrigió. ¿Tenía derecho de hacerlo? Claro que sí. Era la casa de su Padre, corrigió el problema, y siguió adelante con su ministerio. No es pecado que los cristianos nos enojemos con las injusticias que se cometen en nuestro ambiente. Debemos luchar en contra del alcoholismo. Debemos luchar en contra del aborto. Debemos enojarnos con las drogas que están asesinando a nuestros jóvenes. Debemos sentirnos molestos cuando la mafia, las cantinas y lugares de prostitución, tienen menos restricciones para operar que las iglesias. Debemos luchar para corregir esos errores, pero al mismo tiempo, debemos tener cuidado de no perder la cabeza. Recuerde el texto “Airaos, pero no pequéis”. Y esto nos trae a la pregunta: ¿Y cuándo es que el enojo se convierte en pecado? Se convierte en pecado cuando se sobrepasa y nos convierte en personas amargadas. Escucha lo que nos dice Hebreos 12:14 y 15 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno dejede alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. Yo conozco a muchas iglesias que han dejado de servir a Dios porque tienen amargura en sus corazones. Están tan preocupados en destruirse los unos a los otros, que no tienen tiempo para presentar el evangelio del Señor Jesucristo. Y aunque lo hicieran, no serviría de nada, pues la gente notaría con más rapidez la amargura que el amor. Lo grave del asunto es que la amargura es bien contagiosa. La amargura es dañina, muy dañina, y esto es lo que deseamos compartir hoy en nuestro estudio. ¿Qué debo hacer cuando me siento amargo? Quiero darles tres pasos, que siento, que nos van a ayudar con la amargura que puede intentar arraigarse en nuestras vidas. En primer lugar, pienso que las personas deben reconocer a la amargura por lo que realmente es: la amargura es pecado. La Biblia nos exige a expulsar la amargura de nuestras vidas. Efesios 4:31 dice: “Quítense vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. Cuando hablamos de amargura, estamos hablando de un resentimiento que se ha prolongado en nuestra vida. Estamos hablando de un espíritu que rehúsa la reconciliación. El enojo, por otro lado, se refiere a una explosión impulsiva. Esto sucede cuando de repente vemos que alguien grande abusa a un niño, no es premeditado, pero la amargura es meditada, re meditada y requeté meditado. Y lo peor que no desea la reconciliación, sino que desea la destrucción del considerado enemigo. Lo que la amargura busca es venganza, y en realidad no importa con quién. La amargura siempre buscará el desquite, pero un desquite a escala más grande. La amargura no busca ojo por ojo, o diente por diente, la amargura quiere los dos ojos por uno, y quizás la nariz y una oreja también. ¿Por qué? Porque la amargura es exagerada. ¿Nunca has visto y oído una discusión entre dos personas amargadas? Al irse una de ellas siempre la historia de la otra es totalmente exagerada. Quizás una de las personas le regresa un libro a la otra, y al irse la persona amargada que tiene el libro en sus manos dice “¿Te diste cuenta de cómo me lanzó el libro? Si no pongo las manos, y lo agarro, me hubiera dado en la cara”. Lo que pasa es que la amargura está en control de la persona, y eso no es nada bueno, es pecado. ¿Y qué debe hacer uno cuando ha pecado? Pues confesarlo a Dios como nos lo dice 1 Juan 1:9, debemos pedir perdón por nuestra amargura, y pedirle a Dios que nos quite la amargura de nuestras vidas. En segundo lugar, se debe intentar no lastimar a otros. Efesios 4:32 nos dice: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros”. Si uno no es comprensivo y de tierno corazón, difícilmente podrá llevar a término su ministerio para Dios aquí en la Tierra. Uno debe aceptar a las personas, así como son y no como uno quisiera que fueran. Uno de los errores más comunes que tenemos los humanos, es el de querer humillar a otros para ser enaltecidos. Esta técnica puede ser desarrollada de muchas diferentes maneras, pero el resultado es siempre igual: un corazón quebrantado. La conducta de una persona con otra, debe ser una conducta de compasión. Nuestro deber es ayudar a las demás personas, no hundirlas. En hacer esto, a veces nosotros tenemos que humillarnos delante de otras personas para poderles ayudar, y es aquí donde más nos cuesta debido a nuestro orgullo. Yo creo que la cosa más difícil que he tenido que hacer, es pedirle perdón a una persona a quien no le había hecho nada. Salí de esa situación con una gran cicatriz en mi corazón, pero fue una buena lección para mí del tremendo amor de Dios. Nosotros le quebramos el corazón cuando nos alejamos de Él debido a pecado. Él tenía todo derecho de dejarnos morir en nuestros pecados, sin embargo, Él tomó la iniciativa, Él tomó el primer paso para la reconciliación: envió a su Hijo a la cruz. Él hizo lo correcto, en vez de lastimarnos para enaltecerse. Nos ayudó. En tercer lugar, debemos practicar el perdón. Debemos aprender a practicar el perdón con aquellos quienes nos han herido, aun sin que ellos nos pidan perdón. Esto es necesario para que no crezcan en nosotros sentimientos de amargura. Efesios 4:32 nos dice: “Antes, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como también nos perdonó a vosotros en Cristo”. Pero ¿Qué si la otra persona no quiere mi perdón? Bueno, eso es problema de la otra persona. Sabemos que todos pueden recibir el perdón de Dios si solo reciben a Cristo Jesús. ¿Pero sabes qué? Muchos rechazan el perdón de Dios, pero eso es problema de ellos. No podemos hacer que las personas reciban nuestro perdón. El asunto es que, si nosotros no perdonamos, crecerá en nosotros el asunto de la amargura y eso es dañino a nuestro propio bienestar. Si has dejado que tu enojo se convierta en amargura, puedes librarte de ello por medio de reconocer que la amargura es pecado. Por medio de mostrar misericordia, y no tratar de lastimar a otros desquitándote con ellos, y por medio de practicar el perdón. La amargura es una cosa muy dañina. Pobres vidas llevan aquellos quienes son controlados por la amargura. Vamos a orar. Padre, si algún problema he tenido en mi vida, quizás este es el que más me ha molestado: la amargura. La vida es demasiada corta y demasiada importante para que las personas la pasemos con tan deprimente problema como lo es la amargura. Padre, te pido que nos recuerdes de los tres pasos que hemos estudiado hoy para que cuando venga el deseo de guardar amargura en nuestras vidas, tengamos los instrumentos necesarios para alejarla de nosotros. Gracias te damos por tu Palabra que nos da lo necesario para equiparnos contra tales males, como este de la amargura. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 21, 2022
¿Que Debo Hcer? Parte I

Estoy Aburrido
En nuestra sociedad, una de las cosas que más nos afecta es el aburrimiento. Aparentemente no hay nada nuevo qué hacer, nos metemos a una rutina y eso es lo que hacemos día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Algunas personas me dicen “Hermano Ricardo, si yo hiciera algo como lo que haces tú, podría ser feliz. Tienes un ministerio radial, es emocionante. ¡Eres famoso! Y si yo tuviera algo así yo no estaría aburrido”. Pero mírame, amigo, quiero decirte que te equivocas. Aun cosas emocionantes pierden su atracción para el individuo con el tiempo. Cuando yo inicié este ministerio era cosa de gran gozo, tenía un sin número de temas que deseaba compartir, pero el tiempo va pasando, y diariamente me levanto y digo “Señor, ¿de qué voy a hablar hoy?”. En cuanto a la fama, la mayoría de las personas cuando me llegan a conocer personalmente no me dicen “¡Que gusto conocerte, hermano Ricardo! ¡Cómo nos gusta su programa!”. Lo que me dicen es “Yo a usted no me lo imaginaba así”. Diariamente me levanto como a las cinco de la mañana, y esté de vacaciones o no, tengo que preparar mi mensaje radial, porque si no, no hay programa. Aun el trabajo del Señor puede llegar a ser asunto de aburrimiento, si uno no tiene cuidado. Al hablar de aburrimiento estamos hablando de una actitud hacia lo que hacemos. En nuestra sociedad, cada empleo se vuelve rutinario, pero no es la rutina la que produce el aburrimiento, sino la actitud de uno hacia la rutina. Por ejemplo, la ama de casa puede considerar sus hijos como una trampa, o los puede ver como un privilegio de formar las vidas de una nueva generación. El marido puede pensar en su empleo como un monstruo monótono, o como algo muy insignificante que él hace para llevar a una empresa al éxito. Yo puedo pensar en este programa radial como una carga que me desvela, o como un instrumento que Dios utiliza para alcanzar las almas para Jesucristo, y que ayuda a mis hermanos a crecer espiritualmente. Todo está en la actitud que tenemos hacia el trabajo o las cosas que hacemos. El alumno puede pensar en la escuela como un lugar donde sus padres lo mandan para castigarle, o puede pensar en ella como un lugar de entrenamiento donde se va a preparar para tener un futuro brillante. Todo depende de nuestra actitud. Lo malo del aburrimiento es que, si uno no trata con ello correctamente, se enfermará físicamente. Algunos de los síntomas emocionales del aburrimiento son: desesperación, depresión, pesimismo y últimamente, suicidio. La mayoría de los doctores prescriben un cambio de rutina cuando uno está aburrido. Uno podría jugar algún deporte, volver a la escuela para estudiar, cualquier cosa para salir de la rutina y obtener un cambio. Esto traerá un alivio temporal, pero luego la cosa que uno hace para salir de la rutina se vuelve rutinaria y nos encontramos metidos en la misma situación. Lo que tenemos que hacer es cambiar de actitud, no de rutina. Tenemos que luchar para obtener una mentalidad diferente a la que tenemos. El aburrimiento es la causa de mucha de la violencia que se lleva a efecto en nuestro mundo hoy día. El ladrón dice “¿Para qué voy a matarme trabajando en esta fábrica aburrida, cuando puedo robar un banco una sola vez y regresar a casa un hombre rico?”. El elemento de peligro, aun la amenaza de tener que ir a la cárcel si lo agarran, añade un poco de excitación a la vida, la cual es preferible a estar sudando en esa fábrica aburrida. El aburrimiento también causa problemas espirituales, pues el individuo comienza a culpar a Dios por su aburrimiento. El individuo comienza a pensar que Dios es un ser distante que poco se preocupa por la vida del hombre. Algunos hasta sienten que el aburrimiento es una cruz que Dios les ha impuesto. Nuevamente, el hacer cambios bruscos en la vida de uno puede traer alivio momentáneo, pero luego el cambio se vuelve rutina y el aburrimiento regresa; tenemos que obtener un cambio de actitud. En primer lugar, uno debe reconocer que el plan de Dios para la vida de uno no incluye aburrimiento. Algunos piensas que Dios está allá arriba, viajando de nube a nube, buscando a cristianos felices para hacerles miserable su vida. Jesús dice en Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Dios, como nuestro Padre, desea lo mejor para nosotros. Quiere para nosotros una vida llena de propósito y dirección. El propósito de Dios en cuanto a la salvación no es para hacernos miserables, nosotros somos quienes nos hacemos ese daño. Su propósito, es darnos una razón para vivir, pero Dios suple nuestras necesidades donde estamos. Él no nos promete un empleo más excitante, no nos promete un nuevo lugar donde vivir, donde los vecinos son más amables, no nos promete un compañero de matrimonio quien nos entienda mejor, no nos promete más dinero para poder comprar más cosas materiales. Estas cosas no son la solución al problema, lo que hace Dios es que nos da una nueva perspectiva concerniente a la vida. Cuando recibimos a Jesús, Él nos da un pensar nuevo, nuevas emociones y una nueva voluntad. Estas cosas nos permiten ver al mundo y a la vida desde otro punto de vista. Dios nos da nueva vida, no nuevas circunstancias. En segundo lugar, uno debe reconocer que puede ser la voluntad de Dios que tú estés en un lugar que tú consideras aburrido. Felipe había ido a Samaria a empezar una campaña evangelista, cientos están recibiendo al Señor, pero Dios le dice: “Felipe, quiero que vayas al desierto”. Felipe pudo haber dicho: “Pero Dios, ¿qué pasa? Aquí en la ciudad soy famoso, cientos me reconocen aquí. ¿Qué voy a ir hacer al desierto? ¿Voy a predicarle a las lagartijas?”. Pero fue al desierto, y con gozo, porque sabía que Dios quería que estuviera ahí. El profeta Elías había salido de la oscuridad hasta llegar a la corte del rey Acab. Era un varón reconocido por todo el pueblo de Israel, a él también lo envió Dios al desierto, lo puso a la orilla de un arroyo y ahí lo tuvo por meses. Por meses pasó sentado a la par del arroyo a solas, lo único excitante que le sucedió es que los pájaros le traían comida. Sin embargo, Elías no se quejó porque sabía que Dios le había puesto ahí, no entendía por qué, pero sabía que era la voluntad de Dios. Tú me dices “Ricardo, yo vivo en un pueblito donde nunca sucede nada. Trabajo en un lugar aburrido con personas comunes y corrientes”. Pero ¿qué tal si yo te dijera: “Dios te ha puesto allí porque tiene un plan que debes desarrollar”? ¿Te sentirías mejor? Claro que sí. Imagínate lo que sucedería si tú comenzaras a servir a Dios en ese lugar aburrido. Se volvería en un lugar excitante. En tercer lugar, uno debe personalizar su trabajo. Muchos de nosotros sentimos que solo somos un número, una pieza que sobra, pero eso no es cierto. Dios tiene un plan para tu vida y todo lo que haces, debe ser hecho para Él. Tú trabajas para Dios. Si eres jardinero, haz tu trabajo para Dios. Si eres cocinero, haz tu trabajo para Dios. Sea lo que sea, debes hacerlo para Dios. Colosenses 3:17 nos dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios por medio de él”. Y al hacer tu trabajo para el Señor, como es para Él, debes hacerlo de todo corazón. Colosenses 3:23 dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Por eso es que los cristianos debieran ser los mejores trabajadores que hay, porque lo que hacen, lo hace para el Señor. Cuando ves al trabajo desde este punto de vista, el aburrimiento tiene que huir. Hemos hablado de tres pasos que podemos tomar para vencer al aburrimiento en nuestras vidas. Número uno, reconocer que el plan de Dios para nuestra vida no incluye aburrimiento. Número dos, que, aunque pensemos que el lugar donde estamos es aburrido, puede ser la voluntad de Dios que estemos ahí. Debemos cambiar de actitud concerniente al lugar, y convertirlo en un lugar excitante. Y número tres, debemos personalizar lo que hacemos. Debemos entender que el trabajo que hacemos es importante, porque no es para cualquier persona que lo estamos haciendo, lo estamos haciendo para Dios. Vamos a orar. Padre muchos de nosotros luchamos con aburrimiento en nuestras vidas. Ayúdanos a meter en nuestras mentes las verdades que hemos estudiado hoy, para obtener una diferente perspectiva concerniente a lo que hacemos. Ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 20, 2022
¿Que Debo Hcer? Parte I

Me Siento Culpable
El hombre ha aprendido a cargar casi cualquier cosa, si la carga es demasiado pesada, eso no importa, porque él ha inventado alguna máquina que le ayude, hay grúas que aguantan muchas toneladas de peso. Sí, el hombre indudablemente es un ser digno de admiración, pero hay una carga que ha dominado al hombre. Por mucho que ha querido inventar una máquina para ayudarle en llevar estar carga, ha fracasado en cada intento. La carga que el hombre no aguanta es su propia culpabilidad. El peso de la culpabilidad puede llegar a tal punto en la vida de uno, que el individuo se prive de la vida pues ya no puede moverse. Está esclavizado, encadenado, y ya no encuentra salidas. Hoy, quiero que hablemos de este tema interesante y ver si podemos encontrar algún consuelo, una respuesta a este dilema de la culpabilidad. ¿Nunca te has puesto pensar en el por qué uno se siente culpable? Nuestra culpabilidad viene a nosotros debido a una cosa que Dios ha puesto en nuestro ser. Esa cosa se llama “consciencia”. Si no tuviéramos consciencia, no sentiríamos culpabilidad. Alguien ha dicho que la consciencia es la voz de Dios en nosotros, es una parte del hombre que está de acuerdo con Dios en cuanto al asunto del bien y del mal, y es la parte del hombre que siente cuando ha hecho mal. Por eso nosotros mucho oímos decir “le remuerde la consciencia”. Ha habido veces cuando hicimos algo indebido, y como nadie nos vio, pensamos que nos salimos con la nuestra. ¿Pero de veras nos salimos con la nuestra? No, porque nuestra consciencia nos da a entender que lo que hicimos estuvo mal, no nos salimos con la nuestra. Cuando hablamos del asunto de sentir culpabilidad, el responsable del mal sentimiento es el pecado. Si no pecáramos no nos sentiríamos culpables, esto es así porque Dios nos ha creado para reflejar su santidad. Cuando el hombre se opuso a Dios, ya no pudo alcanzar su nivel de santidad, y desde ese día la consciencia comienza a operar en nosotros. Uno puede deshacerse de su consciencia, pero al hacerlo, ya no es un ser humano, se ha convertido en un monstruo. 1 Timoteo, 4:2, nos habla de mentirosos que tienen la consciencia cauterizada. Lo que pasa con estas personas, es que no le han hecho caso a su consciencia, y en vez de recapacitar para seguir de acuerdo a principios de Dios, continuaron en su maldad. Es como el chofer de un auto que ve que la luz del aceite se enciende, indicando que le hace falta aceite al motor, pero no le hace caso. De repente el motor se quema, y se queda sin automóvil. Así mismo nosotros al sentir que nuestra consciencia nos está indicando que vamos en contra de nuestro Creador, debemos detenernos y arreglar la situación, si seguimos adelante ignorando nuestra consciencia, de repente llegará el día cuando nuestra consciencia ya no nos indicará nada. Hacer el mal ya no nos importará. La primera vez que un asesino mata a alguien, su consciencia le molesta mucho, si se detiene y paga la consecuencia de su pecado, podría lidiar su situación un poco, pero si sigue, de repente matar a alguien será fácil. Si ha matado a cien, ¿qué importa uno más? Llegará el momento cuando matar a alguien para él será tan fácil como lavarse las manos. Para combatir con la culpabilidad en nuestras vidas, hay tres cosas que debemos comprender. En primer lugar, que es posible ser completamente perdonado. En segundo lugar, que cuando Dios perdona, Él olvida todo el asunto. Y, en tercer lugar, que necesitamos aceptarnos a nosotros mismos, así como Dios nos acepta. Quizás lo que digo hoy te sonará totalmente increíble, pero déjame decirte una cosa: es la verdad. Es necesario que entendamos que podemos ser completamente perdonados, yo fui completamente perdonado de todos mis pecados pasados, presentes y futuros a la edad de 7 años. ¿Cómo? Pues fue cuando recibí a Jesús como mi Salvador. Espiritualmente, ya no puedo pecar, porque en ese momento nací de Dios y lo que es nacido de Dios según 1 Juan 3:9, no puede pecar. Fue en ese momento cuando Jesús me perdonó de todos mis pecados, y ya no hay condenación para mí. Yo comprendo esta verdad y lo he aceptado, y eso me ha ayudado con el asunto de la culpabilidad, espiritualmente hablando. Por eso es que puedo servir a Dios con confianza y seguridad, no es que soy perfecto, sino perdonado. El libro de los hebreos nos relata que los israelitas, al igual que muchos hoy, no sabían acerca del completo perdón que podían tener en Jesús. Hebreos 10:1-3 nos dice: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más consciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados”. Los sacrificios que ellos hacían no traían perdón, solo era un recordatorio de que eran culpables de pecar en contra de Dios. Mis amigos que hacen penitencia hoy no reciben perdón, lo único que están haciendo es acordarse de sus pecados. El perdón de pecados no se encuentra en sacrificios que uno hace o en la penitencia, solo la sangre preciosa de Cristo Jesús puede quitar el pecado de la vida de uno. Solo en Jesús es que puede haber perdón, perdón para todo pecado: pasado, presente y también futuro. Hebreos 10:10-12 dice: “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”. Y escucha esto en el versículo 14: “Porque con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los santificados”. Por eso es que te digo que a la edad de 7 años yo fui completamente perdonado para siempre, espiritualmente hablando. Al morirme, voy derecho al cielo, sino es así, Dios me mintió, y yo sé que Él no miente. Pero el problema que tenemos con la culpabilidad nos afecta físicamente, y por eso nos es necesario comprender los pasos dos y tres de nuestro estudio hoy. El segundo paso que debemos tomar en el asunto de la culpabilidad es el de reconocer que cuando Dios perdona, Él olvida. Eso es lo lindo de confesar nuestros pecados a Dios. Cuando he hecho mal y mi consciencia me molesta, lo único que tengo que hacer es admitir que he fallado, pedirle a Dios que me perdone, y que me ayude a no volver a caer en ese mismo error otra vez. Claro está, que ese sentir tiene que ser de corazón, pero al exponer a Dios mi arrepentimiento y al pedirle perdón, Él me perdona y se olvida del asunto. En Hebreos 10:17 Dios dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”. Salmos 103:12 dice: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”. Algunos me han dicho “Pero hermano Ricardo, tú no sabes lo malo que he sido yo, no creo que Dios me perdone”. Yo te digo que no existe el pecado que Dios no perdone, si el individuo se arrepiente de su pecado y pide perdón. 1 Juan 1:9 dice “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Obtener el perdón de Dios es fácil, el paso más difícil en todo este asunto es el número tres: el perdonarnos a nosotros mismos. Tenemos que aceptarnos a nosotros mismos, así como Dios nos acepta, debemos dejar de torturar nuestras mentes con pecados pasados. Escúchame: si tú vienes arrepentido a Dios y le pides perdón, Él te perdona y se olvida del asunto, puedes dejar tu culpabilidad ahí con Él; pero si te levantas y te llevas esa culpabilidad a casa otra vez, estás en peores condiciones que nunca, porque no solo llevas tu culpabilidad, sino que también has rechazado el perdón de Dios. Si Dios nos perdona, debemos aceptar el hecho que estamos perdonados. Él no miente, y cuando Satanás te trae a memoria ese pecado, dile “Ya pedí perdón por ese pecado, y Dios dijo que todo estaba bien”. No es necesario que vivas con esa culpabilidad, si insistes en estar martirizándote por algo que Dios ya te perdonó, no podrás ser utilizado por Él porque Satanás siempre te detendrá utilizando la culpabilidad que tú mismo no deseas usar y soltar. ¿Sabes qué? Suéltalo. Díselo a Dios, pídele perdón, y deja el problema con Él y te sentirás mucho mejor. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el hecho de que hay un alivio al dolor que nos trae la culpabilidad. Entendemos que hoy podemos tener completo perdón en la persona de Cristo. Entendemos que cuando nos perdonas, te olvidas de nuestros errores para siempre, pero Padre, el problema más grande que tenemos en nosotros, es el de perdonarnos a nosotros mismos. Ayúdanos a aceptarnos, así como tú nos aceptas, esto te lo pedimos para honra y gloria tuya. En el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 19, 2022
¿Que Debo Hcer? Parte I

Estoy Siendo Tentado
Desde el principio de la creación del hombre, Satanás ha buscado como hacer que el hombre vaya en contra de su Creador. 2 Corintios 11:14 dice que Satanás se disfraza como ángel de luz, y que engaña al hombre haciéndole creer que estás haciendo algo bueno, cuando en realidad no es así. Satanás ha tenido gran éxito, pues apela a los deseos carnales del hombre, disminuyendo así su fuerza de resistencia. Él sabe muy bien cuáles son nuestros puntos débiles, él sabe cuáles son nuestros puntos fuertes, y nos atacará por nuestro punto débil cada vez para hacernos caer y hacernos pecar en contra de nuestro Dios. Esta táctica es conocida por nosotros como “tentación”. No existe la persona que no ha sido tentado, aun nuestro Señor Jesucristo pasó por la tentación, es uno de los problemas más grandes que pasa por nuestra vida. Cuando somos tentados “¿Qué debemos hacer?” Este es el tema de nuestro estudio hoy. Quiero que observemos tres pasos muy importantes, que debemos dar, para poder vencer a las tentaciones que Satanás, con gran astucia, enviará a nuestras vidas. En primer lugar, debemos reconocer a la tentación por lo que es: es un esfuerzo de Satanás para hacernos revelar en contra de Dios. En segundo lugar, debemos entender que Dios nos ha dado el poder que necesitamos para resistir la tentación. Y, en tercer lugar, debemos aprender a usar la Biblia, como nuestra defensa, cada vez que Satanás sugiere que nos revelemos en contra de Dios. Es importante comprender que las tentaciones que vienen a nuestras vidas no aparentan ser desagradables, es todo lo contrario. El fruto que Dios había prohibido para Adán y Eva era deseable, y cuando Satanás disfrazado de serpiente, le dijo que si comía del fruto sería como Dios, sabiendo entre el bien y el mal, Eva no pudo resistir. Ella comió, y así fue como el pecado se pasó a la humanidad, pero en el momento de la tentación todo era agradable, Eva iba a comer del fruto y no iba a morir como Dios había dicho, sino que ella iba a ser como Él, sabiendo todo entre el bien y el mal. Siempre la tentación vendrá en un paquete bonito y llamativo, debemos tener cuidado, porque al abrirlo, nos puede explotar en la cara. Otra cosa importante que necesitamos comprender es que las tentaciones no vienen una vez al mes, vienen diariamente en paquetes de todo tamaño, y estas tentaciones nos golpearan desde el punto de vista físico, psicológico y religioso. Quiero que tomemos en cuenta las tres maneras en que Satanás tentó a nuestro Señor. La primera tentación fue física, Jesús no había comido y Satanás sugirió que Jesús usara sus poderes para convertir piedras en pan para satisfacer así su necesidad física. Satanás busca hacernos a nosotros caer en la misma trampa, como nos gustan las comodidades, estamos dispuestos a dar nuestro último billete para comprar algo que nos haga un poquito más confortables. El tentador nos dice “¡Sí, cómpralo! Eso te hará más confortable”. “Dios no está interesado en tus necesidades materiales, debes cuidarte a ti mismo”, así nos dice Satanás. Al joven, Satanás dice “Está bien que goces del sexo antes del matrimonio, con tal que se aman”. Físicamente la tentación es esta, ¿Por qué negarte algo que quieres? Usa todo lo que tienes a la mano para obtener tus deseos, no importa quién es dañado en el proceso, tú eres el importante. Pero esto, no está bien. Quiero que sepas que todo eso va en contra de Dios. La segunda tentación fue psicológica, Satanás quería que Jesús se lanzara desde el pináculo del templo. ¡Qué espectáculo hubiera sido eso! Todos hubieran quedado maravillados al ver caer Jesús al suelo sin golpearse. Satanás nos hace lo mismo también a nosotros hoy, nos dice: “No esperes que Dios te haga famoso, si quieres fama tienes que lanzarte a ello. Dios quiere que seas un don nadie”. Si este pensamiento ha pasado por tu mente, entonces sabes lo que es la tentación psicológica. La tercera tentación fue religiosa, Satanás intentó hacer que Jesús se inclinara delante de él para adorarle a cambio de los reinos del mundo, pero Jesús no aceptó su oferta, la rechazó. Hoy el diablo trata de hacer menguar el significado y valor de la justicia en nuestras vidas, nos dice: “Puedes mentir, de todos modos, solo es una mentirita blanca, nadie se molestará”, y luego nos promete algo a cambio de nuestra obediencia a él. Muchos caen diariamente en esa trampa. Como ya mencionamos, hay tres cosas que nos pueden ayudar en el asunto de la tentación. En primer lugar, necesitamos reconocer a la tentación por lo que es: Es simplemente un intento de Satanás para hacernos rebelar en contra de Dios. Las tentaciones que vienen a nuestras vidas no vienen por casualidad, hay alguien empujándolas hacia nosotros, no es Dios el que nos está tentando. Santiago 1:13 nos enseña claramente que “Cuando alguno es tentando, no debe decir que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”. Si no es Dios el autor de la tentación, entonces solo puede ser una persona más, y ese es Satanás. He oído decir a algunos que las tentaciones son enviadas a nuestras vidas para fortalecer nuestros caracteres, pero no estoy de acuerdo, yo sé que en vista de que Satanás está tras el asunto, no es para edificación de nadie. Satanás no va a ayudarme en ser más fuerte para servir al Señor, solo un tonto ayudaría al enemigo cuando sabe que el enemigo va a regresar a vencerle. ¡No! Satanás no trae tentaciones para fortalecernos, él las trae para derrotarnos, para destruirnos, haciéndonos inútiles para servir a nuestro Dios. La tentación es rebeldía a Dios, el ceder a la tentación es desobedecer a Dios, y eso es precisamente lo que Satanás desea, quiere que desobedezcamos a Dios y ese es el propósito de la tentación, hacernos ir en contra de Dios. En segundo lugar, necesitamos reconocer que Dios nos ha dado poder para resistir las tentaciones que vendrán a nuestras vidas. Dios nos promete lo siguiente en 1 Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. ¿Sabes? cuando nosotros decimos que la tentación fue demasiado grande para nosotros y que no pudimos resistirla, estamos mintiendo y al mismo tiempo llamando mentiroso a Dios. Dios promete que Él no permitirá que seamos tentados más de lo que podemos resistir, cualquiera tentación que Satanás pone en nuestro camino tiene que ir de acuerdo a nuestro nivel de resistencia, sino, Dios no le permite ponerlo. Eso quita cualquier excusa que pudiéramos tener cuando cedemos a la tentación, Dios no nos permite de ser tentados más de lo que podemos resistir, y además de eso, siempre nos abre una puerta de escape para ayudarnos a vencer al tentador. En tercer, y último lugar, necesitamos aprender Biblia para usarla en contra del tentador. En los tres casos cuando Satanás tentó al Señor Jesús, ¿sabes qué usó para repelar las tentaciones? Así es, la Palabra de Dios. En cada instante Jesús dijo “Escrito está, escrito está, escrito está”. El Salmos 119:11 dice “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. Y eso es precisamente lo que nosotros necesitamos, saber Biblia. Imagínate, después del estudio de hoy cuando viene Satanás a tu vida con una tentación, y tú ya estas por ceder, pues crees que es demasiado fuerte para ti, tú puedes decirle “Satanás, la Palabra de Dios dice que Él no me dejará ser tentado más de lo que puedo resistir, así que vete de aquí porque yo no quiero ir en contra de mi Dios”. ¿Te fijas? Por saber Biblia tenías una defensa, algo que te diera la fuerza mental para decir “no”, y por eso es tan importante que estudiemos la Palabra de Dios. Ella es un arma potente que puede ser usada para derrotar a Satanás en nuestras vidas. Bueno, hemos llegado al final de otro estudio, espero que Dios te haya dado algo en el estudio de hoy que te servirá para acercarte más a Él. Vamos a orar. Padre, hemos aprendido hoy lo importante y necesario que es reconocer a la tentación por lo que realmente es: un intento de hacernos rebelar en contra de ti. Sabemos que tú nos has prometido que ninguna tentación llegará a nuestras vidas, a menos de que sea una tentación que nosotros podemos vencer. Por ello te damos gracias, y ahora te pedimos que nos des un deseo ardiente de estudiar y conocer tu Palabra. Hemos comprendido que ella es muy útil para ayudarnos en defendernos contra las tentaciones, y también fortalecernos para no pecar contra ti. Te pedimos que el estudio de hoy se quede en nuestra mente y en nuestro corazón. En el nombre de Jesús de lo imploramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 18, 2022
¿Que Debo Hcer? Parte I

Estoy Deprimido
Desde el momento en que la persona recibe a Jesús como su Salvador, comienza en su ser una nueva batalla. Es una batalla entre la carne y el Espíritu. Satanás el enemigo no puede tocar el espíritu de la persona, pues esa parte de uno es nacido de Dios y no puede pecar. Entonces su única alternativa es tocar la parte física de uno con la esperanza de que esto detenga el avance de la naturaleza espiritual, y es así como Satanás trata de vencer al testimonio del cristiano, para que no tenga efecto sobre la vida de otros. Para que nuestros amigos no vean el verdadero cambio que Jesús ha traído a nuestras vidas, Satanás nos ataca en nuestro punto más débil: la carne. Nos ataca con la depresión, tentaciones, culpabilidad, aburrimiento y amargura. Nos ataca con preocupaciones, dudas, orgullo y temor. Nos ataca con el fin de rendirnos inofensivos e inútiles, para engrandecer el reino de nuestro Dios. Lo triste, es que el diablo muchas veces logra su objetivo debido a que ignoramos lo que él está tratando de hacer. En esta serie de estudios titulado “¿Qué debo hacer?”, quiero ayudarte a comprender lo que Satanás está tratando de hacer y proporcionarte algunas sugerencias que pueden ser útiles para repelar su ataque y ayudarnos en ganar la batalla interna que se está llevando a efecto en la vida de cada siervo del Señor. Uno de los demonios que Satanás envía a la vida del soldado de Dios, es el espíritu de depresión. Este demonio horrible llega lanzando sus mentiras a la mente del soldado, mayormente cuando éste está cansado, o después de un pequeño fracaso. De repente el soldado comienza a sentirse de poco valor pensando que nadie le quiere, y sintiendo que todo lo que hace le sale mal. Sin embargo, la depresión puede llegar a uno después de un gran éxito también, porque cuando uno ya llega a la cumbre, ¿para dónde puede ir? Depresión también puede venir cuando uno mismo no puede vivir de acuerdo a sus expectaciones. Por ejemplo, el apóstol Pedro dijo que él moriría antes de negar al Señor, dijo que, aunque todos los demás le abandonaran, él quedaría firme al lado del Señor Jesús, pero cuando llegó la presión, Pedro no cumplió con su propia expectación, y fue el primero en negar a Jesús. Lo trágico de la depresión es que la mayoría de las personas piensan que sólo pueden escapar de ella con la muerte, pero no así los cristianos. Nosotros tenemos una ayuda, Dios nos puede ayudar a vencer la depresión. Una de las historias bíblicas que presentan claramente un ejemplo de la depresión es la de Elías, el gran profeta de Dios. Su relato se encuentra en 1 Reyes, capítulos 18 y 19. En el capítulo 18 encontramos a Elías parado firmemente al lado de Dios desafiando a todos sus enemigos. Elías hace un reto a 400 profetas de Baal, hacen dos altares, los profetas de Baal pasan horas pidiendo fuego del cielo, pero Baal no les oye. Elías hace una sola oración a Dios, y fuego desciende del cielo y consume el sacrificio que Elías puso sobre su altar. Dios le contestó, y Elías era un héroe. Tomó a los 400 profetas de Baal y los degolló junto al arroyo de Sisón. Ha sido una gran victoria para Elías. La noticia del evento llegó a oídos de la reina Jezabel, que era una mujer perversa. Al escuchar lo que Elías había hecho a sus profetas, ella le mandó un mensajero diciendo “Así me hagan los dioses y aún me añadan, si mañana a estas horas yo no te he puesto a tu persona como la de uno de ellos”. Elías acaba de degollar a 400 hombres, pero ahora va a huir de una sola mujer. Tuvo miedo. Y huyó para salvar su vida a un lugar llamado Beerseba, que está en la parte sureña de Israel. ¿Qué ha pasado? Ha llegado a Elías un espíritu de depresión, el profeta está deprimido. Escucha su petición a Dios en 1 Reyes 19:4, Elías dice: “Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. ¿Se parece esto al mismo hombre que retó a los 400 profetas? Claro que no, Elías está claramente deprimido, no hay duda de ello. Pero no dejemos al pobre profeta de Dios en esta triste situación, observemos su condición y miremos lo que hace Dios para restaurarlo. Lo primero que hace Dios es que aleja a Elías de su problema para que pueda descansar. Elías había estado tan preocupado con el bienestar espiritual de otros, que había sido negligente para consigo mismo. Necesitaba descanso, necesitaba un refrigerio, un tiempo de autoanálisis y recuperación. Dios hizo que Elías en su vida de Jezabel, corriera unos doscientos kilómetros, desde el monte Carmelo en Galilea hasta Beerseba, en la parte sureña de Judea. Ahí físicamente agotado Elías tuvo que descansar. Dos veces Dios envió un ángel a él para darle de comer. Descansó y tuvo buena alimentación. Después de este pequeño descanso y alimentación Elías va a viajar cuarenta días y noches hasta el monte Horeb, donde va a estar totalmente alejado de su problema por un tiempo. Las cosas no han cambiado hoy, servir al Señor es trabajo difícil. A veces es bueno alejarse por unos días para descanso y recuperación, y eso es lo que Dios hizo por Elías. La segunda cosa que Dios hizo por Elías en su depresión era dejar que se desahogara. Después de una noche de descanso en una cueva en el monte Horeb, Dios en palabra vino a Elías y le preguntó “¿Qué haces aquí, Elías?”. O sea, en otras palabras, “Elías, ¿qué tienes?”. Y allí Elías se descargó, sacó todas sus frustraciones al aire, le contó a Dios como nadie apreciaba todo lo que él había hecho por ellos, de cómo él les había hablado su Palabra sin embargo ninguno quería unirse a él en la lucha contra el mal, y hasta que lo querían matar por todo el odio que le tenían. Y Dios solo escuchaba, dejando que Elías sacara todos sus sentimientos desahogándose. Hoy también Dios está dispuesto a hacer lo mismo con nosotros, podemos llegar a Él en oración y contarle todas nuestras penas, Él está ahí para escucharnos. La tercera cosa que Dios hizo para Elías, en su momento de depresión, era mostrarle que Él todavía estaba en control y que no había perdido su poder. Muchas veces pensamos que, si no hay truenos y terremotos, Dios no está con nosotros, pero Dios no siempre nos habla en voz alta, Dios no siempre contesta con gran estruendo. Para mostrarle a Elías esta verdad, Dios le sacó de la cueva e hizo que pasara un poderoso viento, pero Dios no estaba en el viento. Después hizo pasar un terremoto, pero Dios no estaba en el terremoto. Y después hizo pasar un fuego, pero Dios tampoco estaba en el fuego. Sin embargo, después del fuego, vino un silbo apacible y delicado, y allí estaba Dios. El hecho de que Dios no está operando en nosotros a potencia de truenos y terremotos, no significa que Él nos ha abandonado. Necesitamos entender que Dios nunca nos desampara, nunca. Y la cuarta y última cosa que Dios hizo para Elías en su depresión, es que lo envió de nuevo al trabajo. Dios sabía que entre tanto Elías se quedaba sentado ahí, sólo iba a estar pensando en el pobrecito de sí mismo, agravando su situación, así que le dio una tarea y lo mandó de regreso al trabajo. Una vez que nosotros hemos descansado, comido bien y obtenido la seguridad que Dios está con nosotros, necesitamos hacer exactamente eso, regresar al trabajo. Hermano, espero que el estudio de hoy te sea de gran bendición y escúchame: si te sientes deprimido, sigue la receta médica de Dios. Número uno, aléjate por un tiempo del problema y descansa. Número dos, desahógate. Cuéntale a Dios lo que estás sintiendo, háblale a tu pastor, maestro de escuela dominical o a un buen hermano en la fe, en quien tienes confianza. Descárgate sacando todas tus frustraciones. Número tres, lee las promesas de Dios de nunca dejarte, de nunca desampararte, asegúrate de la presencia de Dios contigo, y en último lugar, regresa al trabajo. Todo siervo de Dios pasa por momentos de depresión, pero pienso que si ponemos en práctica estos cuatros pasos que Dios nos ha mostrado en su Palabra, podemos vencer a la depresión en nuestras vidas. La depresión va a venir, de ello podemos estar seguros, pero con la ayuda de Dios podemos vencer y así tener una victoria y traer honra y gloria a nuestro Padre celestial. Vamos a orar. Padre hoy quiero hacer una petición de parte de todos mis hermanos y hermanas que están deprimidos. Pido que tu Espíritu Santo lleve el mensaje de hoy a sus corazones, y que use la enseñanza para darles victoria sobre la depresión en sus vidas, para que puedan brillar por Cristo. En su nombre te lo pido. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 17, 2022
Juventud: Divino Tesoro

¿Cómo Puedo Ser Buen Cristiano?
Nunca he visto a un joven que quisiera ser segundo, creo que las energías o la fuerza que tiene por dentro siempre lo lanza hacia adelante, siempre le exige que busque el primer lugar. Claro está, que cuando no lo puede lograr, se decepciona fácilmente y se queda atrás, pero su pensamiento inicial puede ser número uno en todo lo que hiciera. Ningún joven que está en el equipo de futbol quiere estar sentado en la banca, él quiere estar jugando, quiere estar metiendo goles y eso es natural, lo mismo sucede con los jóvenes en la vida cristiana. No están contentos con solo llegar al templo, ellos quieren ver cambios, ellos quieren hacer algo para Dios, ese es su deseo inicial; pero al pasar de tiempo, viendo el desánimo de cristianos mayores y viendo cara a cara los obstáculos que hay que vencer, hacen lo que hace la mayoría de las personas y se quedan atrás, y por eso es que tenemos tantos cristianos inactivos hoy. ¿Pero sabes qué? No debiera ser así. Hay miles de personas que van camino al infierno a menos de que nosotros nos levantemos y les hablemos de Cristo. Hay cristianos que vendrán tras nosotros que necesitan un fuerte ejemplo que seguir, hoy más que nunca es necesario que tú y yo nos despertemos y comencemos a vivir como es debido. Y para vivir como es debido hay varias cosas que vamos a tener que asegurar en nuestras vidas, vamos a tener que estar bien ligados a Jesús, vamos a tener que ser fieles a su causa, vamos a tener que vivir y practicar lo que predicamos, vamos a tener que tomar nuestra cruz y seguir a Cristo, vamos a tener que lanzarnos al blanco. Como cristianos no debemos estar contentos de estar calentando bancas, debemos meternos en el juego y jugar el partido como nunca hemos jugado antes. Debemos echarle todas nuestras fuerzas. La unión que hay entre el cristiano y Jesús debe aumentar al pasar del tiempo, no menguar. Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, lo que había entre nosotros era maravilloso, había una unión tremendísima. En ese momento se hubiera podido acabar el mundo y no nos hubiera preocupado porque estábamos tan unidos a nuestro salvador. Teníamos dentro de nosotros un nuevo corazón con nuevos propósitos y metas, teníamos una nueva fuerza que nos impulsaba a cosas buenas y agradables a Dios; aunque nunca podemos perder esa experiencia original de salvación, y estar perdidos otra vez, sí podemos perder el gozo de nuestra unión con Jesús, sí podemos perder la vitalidad que originalmente sentíamos. Lo que Dios desea es que esa unión inicial fuera solo el principio de una buena relación con Él, nuestra conversión debiera ser el comienzo de una vida de compañerismo con el Cristo que vive en nosotros, y debiera ser algo que florece y crece saludablemente al pasar de los días. El sentir de todo cristiano debiera serel mismo del apóstol Pablo, quien dijo en Filipenses 1:21 “Para mí el vivir, es Cristo”. Y esto podrá lograrse únicamente cuando hacemos el esfuerzo máximo de entregarnos por completo a Él sin tomar en cuenta lo que pensarán las demás personas. Para aumentar y fortalecer nuestra unión con Jesús, necesitamos ser fieles a su causa. Dios hizo una institución por medio de la cual Él establece su reino de justicia entre los hombres, esa institución es la iglesia. Cada cristiano tiene su puesto en esa institución, y debiera estar ocupado fielmente dentro de ella llevando a cabo el trabajo que Dios le ha designado. Cada cristiano debiera apoyar a su iglesia por medio de asistir regularmente a los servicios, dar sus diezmos y ofrendas para mantenerla económicamente, orar por ella y sus diferentes ministerios, y participar fuertemente en sus actividades. La iglesia es muy especial a Dios, pues es una institución compuesta de sus hijos y de la cual Cristo es la cabeza. El creyente que tiene una buena unión con Cristo promoverá el crecimiento y bienestar de su iglesia. Otra forma en que podemos hacer más visible la unión que tenemos con Jesús, es por medio de vivir una vida que va de acuerdo a lo que enseñamos. Nosotros hablamos tanto del cambio que Jesús hace en la vida de uno, pero muchos de nosotros detenemos el cambio total. 2 Corintios 5:17 nos enseña que: “Si estamos en Jesús, somos nuevas criaturas; las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas”. Sabemos que nacemos espiritualmente de Dios en ese momento, y que en el hombre interior nos deleitamos en las cosas de Dios, según Romanos 7:22. En cuanto a nuestra propia vida, hay cambios. Dejamos de decir palabras sucias, dejamos de fumar y de hacer otras cosas que no debemos hacer y en nuestra vida se ve esa diferencia. Sin embargo, este cambio operado en nosotros involucra mucho más. No solo debemos cambiar internamente, sino que este cambio se debe ver externamente y debe producir fruto. O sea, que, de nosotros, deben salir otros cristianos. Colosenses 3:10 nos enseña que el cristiano no solo debe despojarse del viejo hombre con sus malos hábitos, sino que también debe revestirse del nuevo hombre. Muchos cristianos se deshacen de sus malos hábitos, pero nunca son productivos. Están viviendo una vida a medias para Jesús, y eso no sirve. Si nuestra unión con cristo es fuerte vamos a ganar almas, vamos a dar fruto. Juan 15:5 dice, Jesús nos habla aquí “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto”. Si decimos que Jesús es nuestro Salvador, debemos vivir la vida de una persona salva. Si decimos que Él es nuestro Señor, debemos vivir en obediencia. Si decimos que Él puede cambiar la vida, debemos mostrar al mundo ese cambio en nuestra propia vida, si no, nuestras vidas y nuestras palabras son vacías, sin ningún valor. Seguro está que para que esto pueda llevarse a cabo, tendremos que morir a nuestros propios deseos y hacer que su voluntad se lleve a cabo en nuestras vidas. La meta de cada cristiano debe ser decir con honestidad las palabras de Galatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí”. Jesús mismo dice en Lucas 9:23 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. La causa de Cristo y su reino no pueden ser primordial en mi vida, si mí causa no es la suya. La mayoría de los cristianos viven vidas dobles, están divididos haciendo sus quehaceres, y al mismo tiempo queriendo servir a Dios. Esto no puede tener éxito, Jesús nos enseña en Mateo 12:25 que: “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá”. El cristiano no puede vivir su vida separada de los propósitos de su Señor, fracasará. Por eso es necesario que tomemos nuestra cruz todos los días, y crucifiquemos en ella nuestros propios deseos, así nos sometemos a la dirección del Espíritu Santo en nuestras vidas, y cumplimos con los deseos de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. De esta manera nuestra unión con Él es fortalecida, y su reino es engrandecido debido al hecho de que Él puede operar libremente a través de nosotros. Decir todo lo que hemos dicho hoy es fácil, hacer todo lo que hemos dicho hoy no lo es, sin embargo, tenemos que luchar para lograrlo en vista de nuestra imperfección y en vista de las imperfecciones del mundo, nosotros no podemos alcanzar a ser perfectos en esta vida, si pudiéramos, Jesús no habría tenido que morir. No obstante, esto es el deber de cada cristiano asirse de la verdad, y hacer todo lo que puede para alcanzar la perfección y ser como su Señor. El apóstol Pablo dijo en Filipenses 3:12-14 “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello por lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Aunque no podemos ser perfectos en este mundo debido a nuestra naturaleza carnal, podemos ser mucho mejor de lo que somos, y esto lo lograremos únicamente por medio de crucificar nuestros deseos carnales y entregarnos de lleno a la voluntad de Cristo. Vamos a orar. Padre, sé que el estudio de hoy es difícil, pero al mismo tiempo es cierto. La razón por la cual no estamos viviendo, y viviendo mejor y viendo más conversiones y dedicación a tu reino es porque muchos cristianos tienen sus deseos divididos entre servirte a ti y hacer lo que ellos quieren. Padre, ayúdanos a tomar nuestra cruz y crucificar nuestros deseos para la honra y gloria tuya, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 14, 2022
Juventud: Divino Tesoro

¿Cómo Puedo Vencer La Tentación?
Diariamente miles y miles de jóvenes son tentados a hacer el mal, la tentación es algo común y corriente a la vida. Si tú eres una persona, si respiras, si tienes chispa de vida, vas a ser tentado. Ninguna persona pasa por la vida sin ser tentado, ninguna. Aun el señor Jesucristo fue tentado. Hebreos 4:15 habla de Jesús diciendo “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestras semejanzas, pero sin pecado”. Jesús fue tentado en cada forma que el hombre pudiera ser tentado. La diferencia entre Jesús y nosotros es que Él ni una sola vez cedió a la tentación. Un pastor tratando de ilustrar la diferencia entre la tentación y el pecado dijo “No podemos evitar que los pájaros vuelen por encima de nuestras cabezas, pero si podemos evitar que hagan nidos en nuestro cabello”. ¿Sabes qué? Yo no lo pude haber expresado mejor. Nosotros no podemos evitar que la tentación nos rodee, pero si podemos evitar que se aloje en nuestras vidas. Hay varias cosas que necesitamos saber acerca de la tentación si es que vamos a ser victoriosos sobre ella. Espero que tomarás muy en serio el estudio de hoy, y que al terminar tendrás nuevas armas con que luchar en contra de la tentación. Creo que el primer paso que necesitamos dar, en cuanto a la tentación, es el de reconocer la fuente de dónde proceden las tentaciones. Ahora, Santiago 1:13 nos dice “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”. Así que, si la tentación no viene de Dios, ¿De parte de quién vendrá? Bueno, ya sabemos la respuesta a esa pregunta ¿verdad? Es el diablo mismo. Es el enemigo de Dios el que trae tentaciones a nuestra vida con el fin de hacernos revelar en contra de la voluntad de nuestro Creador. Es así como Satanás trata de golpear a Dios. A Él no le puede tocar, entonces se dedica a golpearle por medio de su creación, arruinando y destruyendo todo lo que puede. Si él no puede ser Dios, no quiere que Dios tampoco lo sea, y es precisamente por eso que el diablo envía tentaciones a nuestra vida para hacernos escoger el dios a quien nosotros vamos a servir. Cuando vemos a la tentación desde este punto de vista, nos es más fácil decir “no” a la tentación, porque cuando decimos “no” ponemos a Satanás en el lugar que le corresponde, y damos a entender al único Dios verdadero que, por decisión unánime, Él es el verdadero Dios. Uno de los problemas grandes con esto es que a veces vienen tentaciones a nuestra vida y nosotros no las reconocemos como tales. Esto sucede debido a la falta de madurez espiritual, a veces la persona no ha desarrollado aún una sensibilidad moral y espiritual. Permítame darte un ejemplo. Hace unos meses atrás, un amigo mío estaba sin empleo. Hablamos juntos, oramos sobre su situación económica, le testifique de Cristo, y él se arrepintió e invitó a Jesús a entrar a su corazón. Por el momento su situación económica se le olvidó, estaba tan contento de ser un hijo de Dios, que se metió a un instituto bíblico para aprender todo lo que podía de Dios. Por sus esfuerzos Dios le entregó un trabajo que le daba lo necesario, y que le permitía hacer sus estudios en el instituto y todo. Por unas semanas todo iba bien y el hermanito estaba creciendo a pasos agigantados, pero no muchos días después entró a mi oficina y me dijo “Hermano Ricardo, no sabes lo que me acaba de pasar. Vinieron a mi casa a ofrecerme un empleo donde voy a ganar tres veces lo que estoy ganando ahora. Dios me está bendiciendo tanto que no lo puedo creer”. Yo me sentía muy contento con él hasta el momento en que me dijo lo siguiente: “Lo único es que ya no voy a poder asistir al templo en domingo, y tengo que dejar las clases de instituto, pero no te preocupes, yo voy a estudiar y orar en la casa, porque estoy muy agradecido a Dios”. Traté de explicarle que eso no era una bendición de Dios sino una tentación de Satanás para alejarle del camino del Señor, pero él estaba tan contento con la manera en que Dios le estaba ayudando, que ni siquiera me prestó atención. Hoy está tan frío espiritualmente que podría servir de congelador. ¿Qué pasó? No pudo distinguir entre una bendición, y una tentación. El segundo paso que necesitamos dar es el de evitar tentaciones innecesarias. Es cierto que no podemos fortalecer nuestro carácter espiritual si no pasamos por pruebas y tentaciones, sin embargo, no es necesario que busquemos las tentaciones. He visto a cristianos recién convertidos visitar lugares para ver si ahora podían vencer a sus deseos carnales, solo para volver a caer. Lo que hicieron fue necio. El que era borracho antes no debe regresar a la cantina para probar si puede vencer la tentación de tomar. El que bailaba no debe volver a la discoteca si ahora ya no tiene deseos de mover los pies. Las tentaciones vendrán, pero no debe uno irlas a buscar. Segunda de Timoteo 2:22 nos dice “Huye también de las pasiones juveniles”. Fue Jesús quien enseñó a sus discípulos a orar diciendo “No nos dejes caer en tentación más libramos del mal”. En tercer lugar, necesitamos tener un verdadero deseo de vencer. Tenemos que ser sinceros en nuestra lucha de vivir la vida cristiana victoriosa. No debemos esperar que Dios nos ayude a tener victoria en nuestra vida si nosotros no la deseamos tener. Santiago 4:7 dice “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Quiero que observemos dos palabras aquí que indican una acción de la voluntad de uno. La primera palabra es “someteos”, y la segunda palabra es “resistid”. Tiene que haber en un cristiano el deseo de someterse a Dios, y tiene que haber también un deseo de resistir al diablo. Si ese deseo no existe, el cristiano no puede vivir en victoria aquí en la Tierra. El cuarto paso que debemos dar es el de creer con todo nuestro corazón que podemos tener la victoria. Después de haber cometido un acto vergonzoso que dañó enormemente su testimonio para el Señor, le pregunte al joven “¿Qué pasó?”. Y él me miró con tristeza y me dijo “Mi espíritu estaba dispuesto, pero mi carne estaba débil. Yo no puedo contra la carne”. Mi amigo estaba vencido y Satanás le tenía donde quería, simplemente por el hecho que de que él creía que nunca podría vencer la tentación debido a que era más fuerte que él. Fue en ese momento cuando le dije que sí podía tener la victoria sobre la tentación. También le dije que, si decía que no, estaba llamando mentiroso a Dios, y le leí las palabras de 1 Corintios 10:13 que dice “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Quiero que te fijes en las palabras “Fiel es Dios que no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir”, eso significa que si una tentación viene a mí, si quiero lo puedo resistir, y si yo no era capaz de resistir, Dios ni permitiría que esa tentación se me acercara. ¿Qué te parece? Dios conoce lo que sucede cuando la tentación viene a nosotros, Él nos hizo; Él sabe. Podemos venir a Él cuando somos tentados y Él nos ayudará. Escucha nuevamente lo que dice Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Dios sabe y nos ayudará. Para terminar nuestro estudio hoy, permítame dejar este consejo contigo: Una de las maneras más eficaces para poder vencer las tentaciones de la vida, es llenar nuestra vida de tantas cosas buenas, que no hay lugar para el pecado y la maldad. La mejor manera de deshacer la oscuridad es prender la luz. Lo que estoy diciendo es que, si nos ocupamos en los asuntos de Dios, empleando el tiempo adecuado para el estudio de su Palabra, la oración y testificando contantemente de su bondad y misericordia, cuando la tentación viene, no nos será tan difícil apartarla para un lado. La mejor manera de ganar la victoria sobre las tentaciones es simplemente vencerlas una por una. Vencer las tentaciones se vuelve un hábito en la vida de todo buen creyente, y con el tiempo, se vuelve cada día más fácil. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por tu promesa de no permitir que seamos tentados más de lo que podemos resistir. Esto trae gran gozo y consuelo a nuestras vidas, ayúdanos a caminar muy cerca de ti, así cuando vienen las tentaciones no nos costará tanto desviarlos de nuestro camino. Gracias por estar con nosotros en el estudio de hoy. En el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 13, 2022
Juventud: Divino Tesoro

Películas, Bailes, Cigarros – ¿Son Malos?
A través de los años he recibido cientos de cartas de jóvenes, quienes ya han recibido a Jesús como Salvador, pero quienes están un poco confundidos acerca de temas como el cine, bailar, fumar, acariciar y otras cosas. Quiero tomar un poquito de tiempo hoy para hablar de estas cosas. Seguro está que ninguna de estas cosas está directamente mencionada en las Escrituras, con esto quiero decir que no vamos a encontrar versículos que digan: no irás al cine, no bailarás, no fumarás, no acariciarás; pero tampoco encontraremos un versículo que diga: no tomarás veneno. El hecho de que no hay indicaciones en referencia a ello, no significa que puede uno hacer estas cosas, sería bueno tomar en consideración el hecho de que en los días de Jesús no había películas ni cigarros. Aunque estas cosas no sean mencionadas directamente en la Biblia, las Escrituras nos dan muchos principios sobe los cuales podemos basarnos, para decidir si estas cosas nos convienen o no. Hay versículos como Filipenses 4:8 que nos dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Este es un excelente versículo con el que podemos guiarnos por la vida, la mente del cristiano no debe estar en cosas sucias, sino en cosas limpias y buenas que agradan a Dios. Si el creyente es lanzado a una situación donde va a tener que ver algo que no es bueno, eso es una cosa; pero no debe escoger meterse en esa situación. Otro versículo es Efesios 5:15-17, este versículo nos dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Otro versículo que me ha ayudado mucho a mí es 1 Corintios 6:12, que dice: “Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna”. Tú no tienes que estar de acuerdo conmigo en ninguna de las cosas que voy a decir hoy, pero espero que me escuches y te daré mi opinión sobe el cine, bailar, fumar y acariciar. Espero que me escuches y que al mismo tiempo le pidas al Espíritu Santo que te ilumine. En cuanto al cine creo que depende de lo que vas a ver, si vas a mirar algo que promueve asuntos que van en contra de las enseñanzas de Dios, pienso que no debes ir, conste que hay muy pocas películas que muestran buenos principios morales hoy; eso se debe al hecho de que las personas no se quejan de la basura que se exhibe, y claro está que si tú vas a ver tales películas estás poniendo tu sello de aprobación, hasta estás contribuyendo al asunto monetariamente. Creo que una de las cosas más devastadoras que ha dañado al cristianismo en estos últimos años, ha sido el asunto de los videos, si una película sucia se estaba exhibiendo en un teatro, la mayoría de los cristianos tendrían reservas en cuanto a asistir, pues, tendrían pena de ser vistos por alguien conocido; pero ahora pueden alquilar la misma porquería y verla en la privacidad de su casa. Si una persona llena su mente de basura, va a vivir basura; pienso que el cristiano debe pensar seriamente en este asunto, y si no tienes pensado dejar de ir al cine, entonces por lo menos escoge bien lo que vas a ver, y acuérdate que Jesucristo puede regresar en cualquier momento y qué es lo que te va a hallar haciendo. Concerniente al baile, yo sé que imparte gracia y equilibrio, y que es muy divertido, y que todo mundo lo hace; además de eso lo encontramos mencionado en la Biblia, de hecho, lo encontramos mencionado veintisiete veces en las Escrituras; pero permítanme señalar algunas verdades que quizás tú no has considerado. En primer lugar, el baile mencionado en la Biblia era muy diferente al baile moderno; en asuntos como movimiento, participantes y ocasión; en los bailes bíblicos no había un movimiento rítmico de los pies como hoy, casi siempre eran las mujeres las que bailaban, y nunca menciona el hecho de que un hombre y una mujer, o un joven y una señorita, bailaran juntos. Tampoco bailaban por el puro gusto de bailar, siempre era por expresar gozo, esto en el caso de los israelitas. Otros bailes, tales como el de la infame Salomé, tuvieron otro propósito. Muchos jóvenes en defensa de esta atracción dicen que bailan por el ejercicio, yo les pregunto que cuando buscan su pareja de baile si buscan a una señorita o un joven pasado de peso, la respuesta es siempre no. Es ahí donde me doy cuenta de que me están tratando de engañar, si fuera por asunto de ejercicio nada más, buscarían al robusto para ayudarle en bajar de peso; pero no hacen eso, el joven buscará a la que más le gusta, y la señorita no bailará con muchachos feos. Me parece a mí, que hay una razón de bailar que me quieren esconder, pero no es secreto para mí, yo sé lo que siente un joven al ver los movimientos de una señorita y sentir su piel contra la suya, y es por eso que tanto les gusta el baile. Si fuera por el ejercicio saldrían a correr, o andar en bicicleta. Y qué de la forma de vestir para ir a un baile, ¿Te parece que están vestidos para hacer ejercicios? Claro que no, es cierto que no soy la persona más inteligente del mundo, pero por favor, no me trates de tonto, ¿Nunca te has puesto a pensar el por qué hay tantas cantinas y hoteles alrededor de las discotecas, y de los salones de baile?, Qué conveniente, ¿Verdad? Debe ser alguna casualidad o coincidencia, ¿No crees? Aún el incrédulo sabe que el cristiano no tiene cupo en un lugar donde se está llevando a cabo un baile. Bueno, ¿Y qué del fumar? La respuesta a esta pregunta es bastante fácil, pues el cigarro es muy dañino al cuerpo; si eres cristiano tu cuerpo ya no te pertenece, es del Señor, y debes cuidarlo. No hay que hacer otra cosa más que escuchar los mismos anuncios de las diferentes compañías de cigarros, para darte cuenta de que son dañinas a la salud. Un anuncio dirá que sus cigarros son mejores que las otras marcas porque han sido preparados mediante un procedimiento especial que no causa irritación a la garganta; otro anuncio dirá que sus cigarros son más largos, y por eso filtran la nicotina, para que sea menos la cantidad absorbida por el que está fumando; otro anuncio dice que sus cigarros no maltratan la garganta; mi pregunta es esta: ¿Si no hacen daño, por qué tanto se empeñan las compañías de hacernos ver que sus cigarros son menos dañinos que los otros? Otra cosa que quiero saber es ¿Por qué siempre usan anuncios mostrando jóvenes sanos y saludables? ¿Por qué no ponen a una persona tosiendo, y con corta respiración?, mejor todavía: ¿Por qué no ponen a alguien hablando por un tubito que sale de su garganta, debido a que tuvieron que operarle por cáncer de la garganta que le vino por resultado de fumar?, ¿Por qué no hacen eso? Joven el cigarro es dañino, no comiences, no te conviene, y luego de que hayas comenzado lo vas a lamentar. Y esto nos trae a la última cosa de que vamos a hablar hoy: el acariciar. ¿Deben dos enamorados cristianos practicar el acariciar? Las defensas que pudiéramos exponer a favor de acariciar son muchas, es algo natural y de todos modos tenemos pensado casarnos en el no lejano futuro; eso es lo que se espera de un novio o de una novia; es emocionante y romántico; y no hay otra cosa qué hacer, ¿Para qué va a tener uno novio o novia? Practicar las caricias durante el tiempo de noviazgo es cosa seria, que puede ser muy peligroso, el verdadero amor no es solamente físico, y cuando se practica el acariciar uno está limitando la relación a algo físico. Jóvenes que practican el acariciar tienden a hacer únicamente eso: acariciar; y cada vez buscan como ir un poco más allá, ya no buscarán hablar o hacer otras cosas juntos, sino que buscarán lugares solitarios donde pueden practicar las caricias. Al aburrirse buscarán a otra persona, pues su relación se basa únicamente en eso. ¿Por qué crees que existen tantos divorcios hoy? Porque seacabó lo único que tenían en común: el sexo. El acariciar tiende a perturbar las emociones, especialmente en el caso de las señoritas, quienes son más sensibles que los hombres, el acariciar es muy peligroso porque abre el camino a la fornicación y esto va en contra de lo establecido por Dios, y por lo consiguiente no conviene hacerlo. La pareja de novios que practica en las caricias, están cultivando un concepto muy torcido de lo que verdaderamente es el amor, y tarde o temprano lo van a lamentar. Los jóvenes que de veras se aman practicarán la regla de oro y se protegerán el uno al otro. Vamos a orar. Padre espero que lo que he dicho hoy ayude a algún hermanito o hermanita en su crecimiento espiritual. A veces nos cuesta tanto vivir en santidad, necesitamos tu ayuda. Necesitamos tu presencia en nuestras vidas para poder vencer. Ayúdanos, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 12, 2022
Juventud: Divino Tesoro

Escogiendo Lo Correcto
Yo había hablado varias veces con William acerca del asunto de las drogas, era un alumno mío en la escuela secundaria, y vivía en el mismo pueblo donde yo vivía en ese entonces. Varias veces le expliqué que lo que él necesitaba para llenar ese vacío en su vida era Jesús, y no drogas. Siempre me contestaba de la misma manera: “no te preocupes por mí, yo sé dominar esto, lo tengo bien controlado”. Hoy mi amigo William es una persona con el cerebro quemado; puede hablar, pero lo hace sin sentido y viendo al espacio, Satanás lo ha dañado de por vida. ¿Qué pasó? Yo traté lo mejor que pude avisarle del peligro en que se estaba metiendo, pero el asunto es que cada joven tiene que decidir por sí mismo, a quién le va a hacer caso, yo le dije a William que las drogas podían quitarle la vida, pero otros le dijeron que yo estaba mintiendo y que las drogas podían traerle felicidad. William escogió escucharlos a ellos. Y es así con cada joven. Dios ha dado a los jóvenes su Palabra, padres, consejeros, maestros y amigos quienes le aman; pero el fin de todo el asunto es que cada joven tiene que decidir por sí mismo qué es lo que va a hacer con su vida, y a quién le va a hacer caso. Con tantas personas involucradas en su vida, y con tantas decisiones qué tomar, ¿Cómo puede el joven estar seguro de que ha hecho lo correcto?, ¿Cómo puede saber lo que debe hacer? ¿Qué le conviene y qué le es dañino? Bueno nada es fácil, pero tengo tres sugerencias que serán muy serviciales en ayudarte a tomar buenas decisiones. Toma un lápiz y papel, y anótalas. Cada vez que tengas dudas acerca de lo que debes hacer, puedes poner en práctica estos tres pasos, y sé que te ayudarán, quizás no te ayuden a llegar a la conclusión que tú querías, pero sí te ayudarán a escoger entre lo que es correcto, y lo que te es indebido. El primer paso es el de hacerse preguntas, la mayoría de los jóvenes no han aprendido a pensar por sí mismos; en la niñez sus padres le dictaron lo que debían hacer, ahora en su juventud los amigos le dictan lo que deben hacer. La mayoría de los jóvenes son seguidores a ciegas de los demás. Les preguntas que por qué están haciendo algo y la contestación de ellos es: “Todo el mundo lo está haciendo”. La juventud necesita aprender a pensar, deben hacerse preguntas, y la primera pregunta que debe hacerse el joven, acerca de una decisión, es ¿De veras quiero saber la respuesta correcta? Cuando William vino a mí haciendo preguntas sobre las drogas, él en realidad no quería saber la verdad, él quería escuchar de mí algo que justificará su tomar o probar drogas; él no quería saber la respuesta correcta; él ya había tomado su decisión; estoy diciendo esto porque la verdad sólo será revelada a una mente sincera, que desea conocer la verdad. Tomemos el caso de un joven que sale con sus amigos, y en la casa de uno de ellos sacan cervezas y las reparten, el joven nunca ha tomado y no sabe si en verdad debe hacerlo, así que les dice: “Dejen que piense sobre esto, pues no estoy seguro”, y cinco segundos después dice: “Ya lo pensé, pásenme la cerveza”. Ahora, ¿Me vas a decir que ese joven balanceó en su mente lo severo de las consecuencias en sólo cinco segundos, y que llegó a una decisión sana y saludable? Claro que no, él no pensó nada, por eso es que la primera pregunta que uno debe hacerse es: ¿De veras quiero saber lo que es correcto? Porque si la respuesta es no, entonces ya ni sigas con los siguientes pasos, porque ya decidiste hacer lo que tú quieres, y no necesariamente lo que te conviene o lo que es correcto. La segunda pregunta que debes hacerte es: ¿Al saber lo correcto, lo haré? Muchos jóvenes hoy saben que hacen mal, pero lo siguen haciendo de todos modos; lo hacen porque todos los demás lo están haciendo. Una mente que busca la verdad debe ir acompañada por un corazón dispuesto a cumplir esa verdad. Estas son las dos preguntas básicas que deben de hacerse. Luego uno las puede acompañar de otras preguntas, tales como: ¿Cómo afectará a otros lo que estoy pensando hacer? o ¿Cuál será el resultado de lo que estoy pensando hacer? El joven cristiano tendrá que ir más allá haciéndose preguntas como: Si hago esto, ¿Cuál será el efecto sobre mi iglesia y la causa de Cristo? o ¿Puede Dios traer honra y gloria a su nombre, por medio de lo que estoy pensando hacer? Lo que estoy diciendo es que debes aprender a pensar, y para pensar son necesarias las preguntas. El siguiente paso es el de las pruebas, hay varias pruebas que podemos aplicar para llegar a obtener respuestas correctas a lo que debemos o no debemos hacer. La primera prueba será la de los secretos, lo que es bueno no le tiene miedo a la luz. Jesús dijo en Juan 3:19-21: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquél que hace lo malo, aborrece la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”. Si vas a hacer algo, ¿Lo estás tratando de esconder?, y si lo estás tratando de esconder, ¿Por qué?, si no es malo lo que vas a hacer por qué tratar de esconderlo. Si te diese pena que lo supieran tus padres, probablemente es porque no deberías de estarlo haciendo. Al terminar esta prueba puedes hacerte la prueba de la universalidad, ¿Lo que tienes pensado hacer lo puede hacer todo el mundo?, o sea ¿Aprobarías tú que tu papá, mamá, pastor, amigos o hermanos lo hicieran? Y si tu respuesta es no, probablemente tú tampoco lo debes estar haciendo, si no lo aprobarías para las demás personas, seguro está que no lo debieras de hacer tú. Si eres cristiano puedes hacer la prueba de oración, quizás esta es una de las pruebas más exitosas en cuanto a escoger entre el bien y el mal. Cuando el joven se enfrenta a cierta actividad, debe pedir a Dios que le acompañe y que le bendiga; si el joven no puede hacer eso, de buena conciencia, es porque la actividad no le conviene. Si no puedes pedirle a Dios que te acompañe en la actividad, es mejor no hacerlo. El tercer paso es el de seguir la luz, si de veras deseamos saber distinguir entre el bien y el mal, haciendo lo que es correcto, tenemos que seguir a la luz que tenemos; y tenemos que ser constantes y sinceros al hacerlo. Hay una luz que tenemos por dentro, Dios nos ha dado inteligencia, y debemos usar esa inteligencia para determinar lo que es bueno y lo que es malo. Muchos jóvenes hoy han rehusado obedecer a sus propias convicciones interiores, y esto es trágico. El joven debe pensar y seguir la luz que tiene por dentro. También hay una luz por fuera que el joven debe seguir, Dios nos ha dado padres, y familiares, y amistades que tienen experiencia. Y si seguimos los consejos que nos dan, podemos ahorrarnos mucho dolor. A veces solo tenemos que abrir los ojos y ver el resultado de las vidas de otras personas, para ver si nos conviene hacer lo que ellos hicieron o no. Pero la luz de más importancia que debemos seguir es la que viene de arriba, y esta es la ventaja que tienen los cristianos sobre las demás personas, la dirección del Espíritu Santo en nuestras vidas. ¿Sabes qué? Nunca me he metido en un problema sin que el Espíritu Santo me lo avisara antes, cada vez que he llegado a una situación el Espíritu Santo me guio a la verdad. A veces me he ido en contra de su liderazgo, y siempre que lo hago fracaso. Joven la próxima vez que te encuentres en una situación de esas donde no estás seguro, entonces pon en práctica estos tres pasos que hemos estudiado hoy. Piensa, hazte preguntas; pregúntate si de veras quieres saber la verdad; pregúntate que si supieras la verdad lo harías; piensa en cuál va a ser el resultado de lo que vas a hacer y cómo va a afectar a otros. Después de pensar sobre el asunto ponlo a prueba; pruébala a la luz de los secretos, si pasa esa prueba, pásalo a la prueba de la universalidad, y pregúntate que si te gustaría que todas las demás personas lo hicieran; y si pasa esa prueba, pásalo a la prueba de la oración, y no te olvides de seguir la luz, la luz de adentro, la de afuera y la de arriba. Si tomas el tiempo para hacer o tomar estos tres pasos, te aseguro que no te arrepentirás, pero recuerda si no te conviene hacer la cosa sobre lo cual has pensado hacer, todavía te encaras al asunto de obedecer a la conclusión a la cual has llegado, como dije anteriormente, muchos jóvenes saben que están haciendo mal, pero lo siguen haciendo de todos modos. Tú no debes ser así, tú necesitas hacer lo correcto, hazlo por tu propio bien, y también por el bien de los que te aman. Vamos a orar. Padre hoy llegamos al final de otro estudio, pido que tu Espíritu tome lo que hemos hablado hoy, y que lo aplique a la vida y mente de centenares de jóvenes, quienes están escuchando este programa. Ayúdales porque te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 11, 2022
Juventud: Divino Tesoro

La Juventud Pasara Mas Cristo No
Hay un grupo de personas, quienes ocupan un puesto muy especial en mi corazón, son los jóvenes. Pienso que los años juveniles son quizás uno de los años más difíciles. Digo esto, porque si uno escoge mal su camino durante la etapa juvenil de su vida, mayormente ese es el camino que seguirá el resto de su vida. No es siempre que sucede así, pero mayormente así es, Durante los años de la juventud muchas cosas parecen ir en contra del joven, y aparentemente hay muy poco a su favor, su cuerpo está pasando por cambios y el joven se siente incómodo entre las paredes de la niñez y la madurez; un momento quiere jugar con los niños, pero quiere que lo respeten como adulto; otro momento quiere comportarse como adulto, pero quiere que lo traten como niño, dejándole libre de cualquiera responsabilidad. El joven no ha obtenido mucha experiencia cuando llega al mundo real, toda su vida sus padres se han preocupado de él, y al darse cuenta del valor de las cosas, no le es fácil. Pronto se enfrenta al noviazgo y el deseo de querer experimentar cosas nuevas; como no tiene experiencia corre como una persona fuera de sí a probar todo lo que puede. Suelta las riendas de la vida y se lanza de una vez sin cordura al mundo; sus padres y otros que son mayores que él, tratan de avisarle, su respuesta: “no me traten como niño. Yo sé lo que hago. No se metan en mi vida”. Cuando los jóvenes vienen a mí, y me dicen hermano Ricardo “¿Tú qué piensas sobre la juventud? Mis padres no quieren dejarme hacer nada, ¿Tú qué dices?”. Yo les digo que pueden hacer lo que les da sus regaladas ganas, pero que entiendan que después responderán a Dios por lo que hacen, así que deben pensar muy bien las cosas antes de hacerlas. Luego les digo que lean Eclesiastés 11:9 hasta el capítulo 12, versículo 1, dice: “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer en tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”. Si, la juventud es una etapa encantadora de la vida, un tiempo de aventura y de muchos cambios. Ya todos hemos oído el dicho: “Juventud, divino tesoro”, y es así debido a que uno tiene energías que gastar. Pero joven quiero que me escuches bien, hay un tesoro más potente que el de la juventud, hay una fuerza mayor al de los jóvenes, es la fuerza, el vigor y el poder de aquellos que confían y esperan en Dios. Permítanme leerte algo en Isaías 40, versículos 30 y 31, la Biblia dice: “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. ¿Qué te parece? En 1989, el hermano Ricardo cumplió treinta y cinco años de edad, y muchos de los jóvenes no me alcanzan en las actividades que compartimos, siempre me dicen cosas bonitas cómo: “hermano Ricardo nos estás robando el oxígeno” o “ya la tumba te reclama”. Pero ellos me respetan y me aman porque saben que hay una fuerza que opera por medio de mi persona, y ellos aman y respetan esa fuerza. Y hacen bien, porque esa fuerza es de Dios. Joven tú necesitas esa fuerza en tu vida, la juventud pronto pasará por tu cuerpo y de repente ya no te podrás llamar joven. Todas las cosas pasan, pero Dios es eterno, y tú necesitas de Él, ¿Por qué? Bueno hay varias razones. En primer lugar, necesitas de Él porque eres un pecador, no importa que seas joven, eres pecador. ¿Cómo lo sé? Porque la Biblia dice que así es, las Escrituras dicen en Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Todo ser humano, con la excepción única de Cristo Jesús, ha fracasado en el intento de llevar una vida perfecta aquí en la tierra, como dice la Biblia: “No hay justo, ni aún uno”. Tú has pecado, y lo malo de todo esto es que cuando pecamos quedamos excluidos del cielo, como lo dice el versículo: “estamos destituidos de la gloria de Dios”. La juventud no nos puede salvar, es cierto que los jóvenes son fuertes, pero no lo suficiente para destruir el pecado, y las fuerzas malignas y espirituales de Satanás; a veces la juventud ni tiene la fuerza para conducirnos por la vida. La mayoría de las personas quienes se suicidan son jóvenes, y si la juventud da fuerzas para enfrentarse al mundo y a la vida, ¿Por qué se quitaron ellos la vida suya? No, ser joven no nos salva, necesitamos de Dios, si no lo tenemos a Él, ayudándonos en nuestro diario vivir, vamos a caer. La segunda razón por la cual necesitamos de Dios es porque el pecado trae condenación, Romanos 6:23, dice: “Porque la paga del pecado es muerte”; Ezequiel 18:4 nos dice que: “El alma que pecare, ciertamente morirá”. Hay un momento en nuestra niñez, cuando somos inocentes, porque no sabemos distinguir entre el bien y el mal; pero al llegar a la edad del conocimiento del bien y el mal, somos responsables delante de Dios por lo que hacemos. La consecuencia de jugar con una enfermedad es enfermarse y últimamente morir; la consecuencia de pecar es muerte eterna, separación de Dios. La paga del pecado es muerte. Tú has pecado, a consecuencia de pecar tú mismo te has separado de Dios, y vas a morir y vas a ir al infierno, a menos de que busques arreglar las cosas con Él. Así es de sencillo, y eso es lo que la Biblia enseña: el que peca está condenado al infierno, y eso nos trae al próximo paso. La tercera razón por la cual necesitas de Dios es porque Él es el único quien puede librarte de tu situación, Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más a dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús”. Viendo la situación triste del hombre, Dios hizo algo que permite que el hombre tenga un escape, Dios envió a su Hijo a morir en la cruz por nosotros; Él pagó nuestra deuda; Él murió en nuestro lugar; y si uno acepta el sacrificio que Él hizo y le recibe como su único y suficiente salvador, esa persona se libra del infierno y recibe vida eterna. En las palabras de Jesús, en Juan 5:24: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Muchas personas están buscando librar sus almas del infierno, por medio de hacer cosas buenas; otros tratan de ser religiosos; otros tratan de comprar con dinero su salvación; solo hay una forma en que uno puede obtener vida eterna, y esa forma es por medio de recibir a Jesús como Salvador. Él es el único quien puede salvar, Hechos 4:12 dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Jesús mismo dice en Juan 3:36 y Juan 14:6: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”; “Yo Soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Joven escúchame bien, si vas a tener victoria en este mundo, si quieres ir al cielo y escapar de esa muerte eterna, separado de Dios por toda la eternidad; necesitas entregarte hoy a Cristo. ¿Cómo se hace? Sólo tienes que hablar de corazón con Dios, creyendo lo que Él ha dicho en su Palabra; si estás cansado de llevar la vida que llevas; si estás convencido de que esa vida no le agrada a Él, y no te llevará a nada bueno, díselo, dile: Señor yo sé que la vida que llevo no te agrada. Soy un pecador, y estoy avergonzado, y arrepentido de serlo. Mi vida está vacía, he pecado y sé que tu Palabra dice que eso me separa de ti. Yo no quiero ir al infierno, yo quiero llevar una vida buena que te agrada. Sé que tu hijo Jesús murió por mí en la cruz; sé que Él tomó mi lugar; y en este momento yo acepto ese sacrificio, e invito a Jesús a entrar a mi vida y ser mi único Salvador. Yo te acepto, entra a mi vida, te entrego todo lo que soy. Así es de sencillo, lo difícil es que tienes que hacerlo creyendo, tienes que creer que Él es fiel a su Palabra; tienes que creer que Él entrará a tu corazón y que te salvará porque ha dicho que lo hará. Tienes que creer. Vamos a orar. Padre mis amigos jóvenes están pasando por una etapa bonita, pero muy difícil de la vida. Es fácil para ellos pensar que la vida en este mundo no tiene fin, les es fácil creer que ellos son autosuficientes y que no necesitan de nadie. Pero pido que tu Santo Espíritu les haga comprender que la juventud es una vanidad y totalmente inútil sin la presencia de Cristo Jesús. Padre ayúdales a comprender esta verdad. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 10, 2022

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